La posición del denominado “espacio del cambio” ante la consulta soberanista del próximo 1 de octubre no se puede resumir con un “a favor” o “en contra”. En las últimas semanas, los tres principales referentes de este ámbito, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias; y el coordinador federal de IU, Alberto Garzón; han protagonizado polémicas sobre su posición y la de los partidos que representan ante el referéndum que la Generalitat tienen previsto convocar para este otoño.
¿Cuál es realmente la posición de Podemos, IU, Catalunya en Comú (CatComú) ante el 1-O? ¿Y la de sus referentes? ¿Hay divergencias de opinión? Estas son las respuestas a estas y otras cuestiones.
Derecho a decidir, ¿sí o no?
Catalunya en Comú, Podemos e IU defienden el derecho a decidir. No solo en la cuestión territorial, sino que apuestan por aumentar las consultas a la ciudadanía. Los tres grupos plantean, como opción maximalista, la necesidad de una amplia reforma constitucional que implique un referéndum como el de 1978.
En lo que se refiere a Catalunya especificamente, tanto Podemos como IU defendieron ya la legitimidad de la primera consulta soberanista, el 9 de noviembre de 2014. En Comú (hoy CatComú) todavía no existía, pero Ada Colau ya había dejado la PAH y se había lanzado el proceso que la llevaría a la Alcaldía de Barcelona. El 9-N votó sí-sí. En un reciente comunicado publicado en su Facebook, Colau recuerda: “Siempre hemos sido un espacio soberanista que defiende y trabaja activamente para que Catalunya pueda decidir su relación con el Estado a través de un referéndum efectivo, con garantías”.
Entonces, ¿están a favor del 1-0?
Ninguno de los tres partidos, como organizaciones, aprueba a priori la convocatoria anunciada por la Generalitat de Catalunya para el 1 de octubre. El motivo, que no cumple los tres criterios que reclaman para defenderlo: que tenga reconocimiento internacional, que tenga garantías jurídicas y democráticas para ejecutar el resultado y que interpele a la mayoría de la población catalana.
Desde su punto de vista, el planteamiento que ha hecho el Govern tanto ahora como en 2014 es de parte y deja fuera no solo a quienes rechazan el derecho a decidir y se abstienen de participar en las consultas, sino también a muchos de quienes sí aceptan que se celebre un referéndum de independencia aunque su apuesta sea el no.
Pero, ¿lo apoyan?
Tanto Colau como Iglesias y Garzón creen que un referéndun unilateral como el del 1-O (y como el de 2014) tiene valor político, pero no jurídico. Sirve para representar la posición de una parte de la sociedad, en este caso los independentistas
Por eso lo han calificado de “movilización”. En un reciente artículo en El Periódico de Catalunya, el secretario general de Podemos y el coordinador general de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, reivindican “ la legitimidad” del 1-O “como movilización política”. Bajo esa premisa, añaden: “Apoyamos que se realice”.
Colau también lo dejó por escrito en el post de Facebook antes citado: “Apoyamos el 1 de Octubre como movilización contra el inmovilismo del PP”.
¿En qué se traduce ese apoyo?
En este punto hay algunas diferencias. Los comunes harán campaña a favor de la participación en el referéndum. Sus principales referentes tienen previsto votar en la consulta de octubre.
Colau ha adelantado que pondrá a disposición de la Generalitat las dependencias municipales (como los colegios) y los funcionarios que dependen de ella siempre y cuando se cumpla una premisa: “En ningún caso pondremos en peligro la institución ni a los trabajadores públicos”. Una salvaguarda que el secretario de Organización de CatComú, Xavi Matilla, ha reiterado: “Si no se consigue, será más complicado”.
Podemos no hará campaña. Es más, Pablo Iglesias ha señalado que “si fuera catalán”, no votaría el 1-O. La dirección estatal de Podemos mantiene un pulso abierto con su secretario general en Catalunya. Albano Dante Fachín ha llamado a la participación y ha asegurado que su partido también lo hará de forma oficial. El secretario de Organización, Pablo Echenique, le ha sugerido que abra una consulta a todos los inscritos. Dos semanas después, Fachín sigue sin responder.
El líder de IU, Alberto Garzón, tampoco participaría en la consulta, aunque sostiene que quien quiera debería poder hacerlo. Garzón, en un largo artículo en Público.es, explicó los motivos de su rechazo al 1-O y al independentismo. Todo después de un duro enfrentamiento en Twitter con el diputado de ERC Gabriel Rufián.
También IU tiene diferencias con su referente catalán, EUiA. Aunque en este caso se trata de organizaciones distintas, la posición de Garzón y la del líder en Catalunya, Josep Joan Nuet, no coinciden. Nuet sí ha dicho que va a participar activamente en el 1-O.