Pablo Iglesias y Alberto Garzón facilitan las opciones de un acuerdo para las elecciones de 2019

La escalada de declaraciones, ultimátums y advertencias lanzadas en los últimos días entre Podemos e IU a cuenta de las futuras negociaciones para ratificar una confluencia electoral para las europeas, autonómicas y municipales de 2019 ha remitido. Los líderes de ambos partidos, compañeros de escaño en el Congreso, han defendido de forma clara la decisión política de acudir juntos a los próximos comicios, lo que allana las conversaciones que ya han comenzado y que seguirán, de forma lo más discreta posible, en el futuro inmediato.

El coordinador federal de IU, Alberto Garzón, fue quien puso sobre la mesa la necesidad de abordar cuanto antes la fórmula con la que iba a enfrentarse al próximo ciclo electoral el amplio espacio del cambio que se ha articulado de múltiples formas a lo largo de toda España. Ante los órganos de dirección de la coalición que dirige, Garzón marcó la Semana Santa como la fecha límite para tener definido un acuerdo marco, de ámbito estatal, que sirva de guía para los procesos de confluencia.

Dos semanas después, el discurso de Garzón ha bajado de intensidad. En una rueda de prensa en el Congreso, y a preguntas de los periodistas, el coordinador federal de IU se mostraba “optimista”. “La voluntad de IU y de Podemos es la misma”, apuntaba Garzón.

El líder de IU reconocía además que, pese a esta voluntad, la geografía del llamado espacio del cambio no es ni mucho menos homogénea. Y abría la puerta a que el acuerdo marco que reclama se circunscriba “a la mayor parte de nuestro país”, lo que abre la puerta a la geometría variable que exige Podemos.

Garzón ha anticipado incluso que habrá “novedades” en las próximas semanas. También ha asegurado que habrá “reuniones” entre ambos partidos, algo que confirman a eldiario.es desde Podemos. De hecho, esas reuniones ya se produjeron cuando el coordinador de IU lanzó su ultimátum, tal y como informó eldiario.es.

Las palabras del líder de IU llegaban el mismo día en el que Pablo Iglesias aseguraba en una entrevista en eldiario.es: “Es importante, estoy de acuerdo con Alberto Garzón, que digamos muy claro que vamos juntos para ganar. No nos perdonarían que no asumiéramos este desafío juntos”.

El secretario general de Podemos, eso sí, insiste en enfocar la confluencia desde un punto de vista “laico” y recuerda que, en último término, serán los inscritos de cada territorio los que decidan cómo y con quién concurre su partido. Esa geometría variable que IU se ha abierto a aceptar.

“Yo soy partidario de redoblar la apuesta. De hablar con IU, con Equo y los aliados en los territorios para decirles que nuestra disposición es ganar las elecciones municipales en toda España. Y a partir de esa disposición de trabajar juntos, y de seguir construyendo el bloque histórico del cambio, hay que ser laicos en las fórmulas específicas”, apunta Iglesias.

Preguntado por una posible escisión en Madrid, Iglesias es tajante: “Si eso ocurriera mucha gente nos correría a gorrazos y con razón”.

Así, de los tres obstáculos principales que complicaban la posible confluencia entre IU y Podemos, dos de ellos parecen haber sido solventados. Al menos, según lo dicho por sus principales líderes.

El último, el de los plazos, también ha sido rebajado. Garzón aseguraba ante la prensa que su intención, y la de su organización, es cerrarlo cuanto antes. Pero se mostraba abierto a modificar ese plazo de Semana Santa. 

Como Iglesias, para Garzón también tendría consecuencias optar finalmente por una candidatura separada de forma generalizada: “Se vislumbra que se consolida la precariedad laboral y vital de la gente humilde, la gente trabajadora. Si no vamos juntos con un proyecto de país alternativo al de la derecha de Rajoy y Rivera, estaríamos cometiendo un grave error”.