El cumplimiento de los artículos sociales de la Constitución y defender la España “de los de abajo” ante los problemas económicos que ya se anticipan. Estas serán las palancas a las que recurrirá Pablo Iglesias en la campaña electoral para contrarrestar la polarización política y social que puede provocar la sentencia sobre el procés que el Tribunal Supremo hará pública a partir del próximo lunes.
La posición del grupo confederal ante el conflicto político abierto en Catalunya ha sido uno de los principales lastres electorales para Unidas Podemos, según los datos que manejan desde 2017 los partidos que lo integran. Solo las crisis internas han provocado más desafección popular hacia los de Pablo Iglesias, algo que creen que ya está amortizado con la ruptura de Íñigo Errejón y la concreción de Más País.
El nivel de estrés interno en Podemos se ha reducido notablemente desde el pasado mes de enero, pese a tener un nuevo competidor que intentará pescar votos en los caladeros habituales de los de Iglesias. Especialmente en Madrid, creen, donde las encuestas dan a Más País más opciones de lograr representación parlamentaria, lo que pondría en riesgo el escaño de algunos de los principales dirigentes de Podemos, como Rafael Mayoral (número 5 en la lista) e incluso el de Gloria Elizo (número 4).
Catalunya, sin embargo, puede llegar a dominar la campaña del 10N. De hecho, así lo esperan en la Moncloa. El temor a una sentencia dura y a una reacción potente en Catalunya que vuelva a dejar sin espacio la posición política de los 'conunes' a favor de una salida dialogada es real. Pero si Pedro Sánchez cree que la resolución judicial y la exhumación de Franco levantará el estancamiento que le dan las encuestas ante los comicios del 10 de noviembre, el líder de Unidas Podemos insistirá en ofrecerse a los españoles como la “única garantía” de que el futuro Gobierno “recorte por arriba y no por abajo” en caso de que se concrete la nueva crisis económica que algunos indicadores anticipan.
Así lo expuso Iglesias en un acto de precampaña en Murcia. Y así lo repetirá este domingo en el acto de presentación del programa electoral en el que compartirá escenario con Irene Montero, Pablo Echenique o Nacho Álvarez, entre otros. Ante un auditorio entregado tras la ruptura del ya exlíder del partido en la Región para irse con Errejón, Iglesias avisó de que desde este lunes “algunos solo querrán hablar del artículo 155” de la Constitución. Un precepto que, en su opinión, “pone límites a lo que han votado los españoles” ya que implica la intervención de una Autonomía por parte del Gobierno central.
Unidas Podemos, “fuerte” frente a un pacto PSOE-PP
“Pero hay que hablar de otros artículos”, apuntó Iglesias. Y, como ya hiciera en la campaña de abril, recurrió a los apartados que recogen el corpus social de la Constitución: el 128, que pone toda la riqueza del país al servicio del Estado; el 31, que habla de un sistema tributario progresivo; o el 50, que plantea un sistema de pensiones que permita la “suficiencia” de los jubilados.
“Hablemos de España”, dijo Iglesias quien, recordando uno de los momentos más mediáticos de la campaña de abril, expuso cómo entiende el patriotismo Unidas Podemos en vísperas del 12O. “España es una palabra muy importante que, si se vacía de contenido y se convierte en una bandera, no significa nada. España son los servicios públicos, los trabajadores públicos. Que no manchen su significado de esa palabra los sinvergüenza con cuentas en Suiza o los que hacen negocios en un palco”.
“Esta campaña va de quién se atreve a hacer lo que hay que hacer cuando se acerca una recesión económica”, señaló Iglesias. “Los recortes hay que hacerlos por arriba”, añadió. Y lanzó un aviso a los suyos: “Se prepara un acuerdo entre el PP y PSOE al que se quiere apuntar Ciudadanos. Preparan un acuerdo para tenernos lejos del Gobierno cuando se acerca la crisis. El único voto que puede impedir que el PSOE se vaya con la derecha es el voto a Unidas Podemos”.
Se modera el temor a Más País
Lo que sí se ha reducido en Podemos es el temor a que Más País irrumpa con fuerza en su espacio electoral.
Los problemas para cerrar la candidatura de Barcelona han permitido respirar a quienes pensaban que Errejón podía asaltar los principales caladeros de votos de Unidas Podemos y sus confluencias. También creen controlado el trasvase de cuadros hacia Más País. Más allá de algunos nombres conocidos, pero ya ajenos, como el de Carolina Bescansa, salvo el ya referido de Murcia y el de la senadora Andaluza, no ha habido un salto masivo de uno a otro partido.
“Si no me fallan las cuentas, son tres”, dijo Irene Montero en una entrevista esta misma semana. En Unidas Podemos no creen que Errejón logre el 5% estatal para tener grupo y limitan su impacto a Madrid y la Comunidad Valenciana, donde se ha aliado con Compromís.
Aunque se cumplan estos designios, el regreso de Errejón a la arena estatal podría dejar fuera del Congreso a algunos de los principales dirigentes de Podemos. El caso más claro es el de Rafael Mayoral, número cinco de la lista por Madrid. Unidas Podemos logró siete en abril. Si Más País logra dos o tres, entra dentro de lo plausible que reduzca los diputados que logre Iglesias en la circunscripción. Las encuestas, hoy por hoy, le dan alguno más