El esperado duelo dialéctico entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el debate de investidura ha terminado con un duro enfrentamiento del líder de Podemos con el candidato del PSOE, con la bancada socialista y, finalmente, con el presidente del Congreso, el también socialista Paxti López.
Pablo Iglesias ha hecho referencias al pasado más oscuro del PSOE desde su primera intervención. En sus primeros 21 minutos, el secretario general de Podemos ha asegurado tener “respeto” por las siglas del PSOE y ha recordado que su abuelo fue militante “cuando ser socialista llevaba a la cárcel o al pelotón de fusilamiento y no a los consejos de las grandes empresas”. Era una primera referencia, velada, a Felipe González. Justo a continuación, Iglesias ha mencionado dos palabras que han revuelto a los diputados del PSOE: “Cal viva”.
La respuesta de Pedro Sánchez ha llegado nada más subir a la tribuna para su contrarréplica. “El próximo lunes 8 [de marzo] se cumplen ocho años del asesinato de Isaías Carrasco, asesinado por ETA, por aquellos a los que usted dijo ayer que eran presos políticos”. Carrasco, militante socialista, fue disparado a bocajarro por un pistolero de ETA en la cabina de cobro de peaje de la autopista en la que trabajaba.
El secretario general del PSOE conectaba así uno de los últimos atentados terroristas con la excarcelación del dirigente abertzale Arnaldo Otegi, producida este martes tras seis años y medio en prisión por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna. Un hecho que fue aplaudido en Twitter por Pablo Iglesias, lo que provocó una lluvia de críticas contra el líder de Podemos.
En su último turno, ya desde su escaño, Iglesias ha ironizado sobre cómo Sánchez le comparaba a la vez con ETA y con el PP y ha acusado al secretario general del PSOE: “Usted ha utilizado la memoria de las víctimas del terrorismo. Es una actitud miserable e impropia de quien quiere ser presidente del Gobierno”.
A continuación, ha lanzado una carga directa a la historia moderna del socialismos español: “El problema es que a usted le han prohibido negociar con nosotros. Lo dijo Felipe gonzález, el que tiene el pasado manchado de cal viva. Cuídese de él”.
Desde los escaños del PSOE, contiguos a los de Podemos, se han lanzado gritos de “fuera, fuera” y abucheos contra Pablo Iglesias ante el silencio del presidente del Congreso, Patxi López. Iglesias se ha vuelto contra la bancada socialista. “Nos mandan fuera por decir la verdad”, ha señalado. “Yo no interrumpo ni les mando callar desde la tribuna. Es patético”, ha zanjado.
El rifirrafe ha agotado los tres minutos de dúplica que tenía Iglesias. Molesto, el líder de Podemos ha pedido el amparo del presidente de la Cámara. López e Iglesias han mantenido un diálogo en el que se ha mezclado el tuteo con el trato de usted que ha terminado con el líder de Podemos sentándose visiblemente enfadado: “No he podido terminar porque me han interrumpido”.
López ha recriminado a Iglesias que se haya sentado (“no le había retirado aún el uso de la palabra”) y ha defendido su actuación. “He sido extremadamente generoso en sus intervenciones. Usted tenía 3 minutos y estaban ya sobrepasados”, ha señalado. “En esta Cámara se pueden admitir las explosiones de expresiones que a veces se convierten en aplausos y a veces en abucheos. Lo que no se puede admitir es el insulto y el grito por el grito. Cada uno sabrá cuando sobrepasa la línea. Los tiempos son para el que les corresponde la palabra. No caigamos en el insulto, en la descalificación”, ha concluido.
Después, le ha llegado el último turno para el candidato. Pedro Sánchez se ha limitado a defender al que es todavía uno de los referentes más importantes del socialismo español: “Con todos los respetos le digo que yo me siento muy orgulloso de Felipe González”.