El PSOE ha dejado de convulsionar tras la crisis que ha atravesado en las últimas semanas. La abstención y la posterior entrevista de Pedro Sánchez en Salvados (La Sexta) dejaron una semana valle. La gestora tiene claro que retrasará la batalla por el liderazgo en una estrategia que comparten los principales poderes territoriales. Frente a los afines al exsecretario general que abogan por un congreso ya y le muestran su apoyo, la mayoría de barones apuestan por abrir un proceso de renovación ideológica antes de abrir la pelea por conquistar Ferraz. Ese argumento les lleva a ponerse de perfil en el apoyo a la candidatura de Susana Díaz.
Los barones más poderosos del PSOE sumaron sus fuerzas para derribar a Sánchez. Javier Fernández y Guillermo Fernández Vara, que habían sido los más leales con el exsecretario general cuando surgieron las principales grietas entre Ferraz y las federaciones pese a que no le apoyaron en su competición con Eduardo Madina, coincidieron esta vez con la estrategia para hacerle caer. Pero fuentes socialistas reconocen que su defenestración era el único punto común y que, a partir de ahí, las estrategias diferían. Algunos eran partidarios de jugársela en unas terceras elecciones, pero acabaron acordando la abstención.
Entre los dirigentes que avalaron la estrategia contra Sánchez hay quienes dudan de que la presidenta andaluza pueda ser la solución para el PSOE. “Quienes nos han llevado a esta situación no pueden arreglarlo”, coinciden varias de las fuentes consultadas. La presidenta andaluza es consciente del desgaste que ha sufrido en su enfrentamiento contra Sánchez.
Algunos dirigentes apuestan por una tercera vía, un “tapado”. A Patxi López se han dirigido algunas miradas, pero tampoco concita un apoyo unánime. “Él no puede ser. Fue lehendakari gracias al apoyo del PP”, dice uno de los presidentes que participó en la operación contra Sánchez.
Los principales barones socialistas evitan por ahora mostrar su apoyo a la presidenta andaluza para que dé esta vez un paso al frente. El presidente valenciano, Ximo Puig, ha sido el que más claro lo ha dejado. Tras reconocer el “afecto y consideración política” que siente hacia su homóloga andaluza, ha dejado la puerta abierta a otros candidatos: “No sé qué pasará en los próximos meses y qué opciones habrá”, ha admitido. Puig ha reconocido errores en los últimos meses: “Cada uno tendrá que asumir sus responsabilidades”.
“Falta tiempo, primero el proyecto”
El presidente valenciano también ha apostado por definir primero el “qué” y luego el “quién”. Por el momento, los presidentes de Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura también han evitado dar su apoyo a Díaz u otro candidato para la carrera por la Secretaría General.
“Falta todavía tiempo. Cada cosa a su tiempo. Primero el proyecto global. Lo de las personas es secundario -expresan fuentes próximas a uno de los presidentes autonómicos, que piden ”prudencia“-. Ni siquiera se sabe si se va a presentar. Cuando se produzcan los acontecimientos, veremos”. Aunque evitan mostrar ya su apoyo, no descartan dárselo llegado el momento.
Fue Díaz la que se pronunció en esos términos al defender la redefinición de un proyecto político que les permita volver a ser un partido mayoritario y rechazar los “proyectos personalistas”.
Además, los principales barones consideran que es la presidenta andaluza la que debe dar un paso al frente, tras varios amagos, si quiere liderar el partido. La estrategia contrasta con la que llevaron a cabo tras el anuncio de dimisión de Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando ocho barones defendieron públicamente que fuera Díaz la sucesora. Sin embargo, la presidenta andaluza decidió quedarse como estaba y apoyar a Sánchez frente a Madina.
Los de Sánchez se anticipan
Aquella situación, no obstante, era distinta a la actual: Rubalcaba se quedó al frente del PSOE hasta la celebración del congreso extraordinario y le puso una fecha. Ahora el plan es que “no toca congreso”. “Entonces veníamos de un año de debate sobre la necesidad de convocar cuanto antes unas primarias”, expresan fuentes próximas a un presidente autonómico que apostó entonces por Díaz.
Los dirigentes afines a Sánchez creen que el intento por demorar la pelea por el liderazgo busca que el paso del tiempo perjudique al exsecretario general, a quien consideran que está fuerte ahora ante la militancia. También creen que el argumento del rearme ideológico es una excusa para allanar el camino a Díaz.
La mayoría de barones afines a Sánchez ha manifestado su apoyo a la candidatura anunciada del exsecretario general, aunque la de Baleares -la única presidenta que se posicionó con él- ha evitado mostrar su respaldo para la reelección. Sí lo han hecho la madrileña Sara Hernández, el castellanoleonés Luis Tudanca y la vasca Idoia Mendia.