Más de 100.000 personas se han afiliado al Partido Laborista del Reino Unido en las últimas dos semanas, hasta un total de más de medio millón, confirmó hoy el líder, Jeremy Corbyn, en un artículo en “The Guardian”.
En el artículo, Corbyn, cuya dimisión ha pedido repetidamente su grupo parlamentario, apela a la unidad del partido para hacer frente a los conservadores del primer ministro, David Cameron, y expone sus prioridades para la negociación con la UE tras el voto favorable al “brexit” en el referéndum del 23 de junio.
Sobre este asunto, anuncia que se reunirá en los próximos días con los socialistas europeos en París “para analizar la crisis de los refugiados en Europa y el futuro de Europa tras el voto del Reino Unido por salir” de la Unión Europea.
En cuanto a su liderazgo, recuerda que fue elegido el 12 de septiembre con un 60 % del voto de los militantes y revela que unas 100.000 personas se han unido al partido en solo dos semanas, lo que sitúa el total de afiliados en más de medio millón, frente a los 150.000 del Partido Conservador.
La afiliación en masa al Partido Laborista se interpreta como un intento de los partidarios de Corbyn de apoyarle en caso de que los diputados del grupo parlamentario fuercen otras elecciones internas para desafiar su liderazgo, en cuyo caso las bases tendrían derecho a voto.
Los diputados, que no respaldaron la elección del izquierdista Corbyn, aprovecharon la victoria del “brexit” en el referéndum para achacarle una pobre campaña y pedir su dimisión, pese a que siete de cada diez votantes laboristas secundó la línea oficial favorable a la permanencia.
En su artículo, Corbyn insiste en que, si hay otras elecciones, volverá a presentarse para liderar la formación, y recuerda que “la responsabilidad del partido es mantener la unidad en la oposición al Gobierno 'tory”.
“Si nos unimos, podemos enfrentarnos a ellos y ganar”, afirma.
Corbyn advierte de que las divisiones en la sociedad británica se han exacerbado desde el voto favorable al “brexit” y avisa de que el Gobierno conservador no defenderá los intereses de los trabajadores en su negociación con la UE.
Sus prioridades en esa negociación son mantener los derechos laborales y sociales y la libertad de comercio con la UE, así como proteger el estatus laboral y de residencia de los comunitarios en el Reino Unido y los británicos en el continente, explica.
Además, puntualiza, no se debe renunciar a la libertad de impulsar empresas estatales y la inversión pública, que actualmente coartan los tratados europeos, los cuales “imponen la privatización y liberalización de los servicios públicos”.