Pedro Sánchez dice que dejará la política si pierde las primarias del PSOE

“Si el proyecto político que yo defiendo no llega a buen puerto y gana, yo cuelgo las botas”. Pedro Sánchez, exsecretario general del PSOE y ahora precandidato a las primarias, ha anunciado en una entrevista en el diario 20minutos su intención de abandonar la política si sale derrotado de los comicios que celebrarán los socialistas en mayo.

En la entrevista, Sánchez explica que su plan para el futuro próximo en caso de perder es volver “a ganarme la vida, como cualquiera” y no hacer uso de una puerta giratoria. Aunque afirma que se sintió “tentado” a no anunciar su candidatura, argumenta que lo hace por “razones políticas, no personales” y se presenta a sí mismo como el único de los candidatos que puede conseguir resolver la crisis del PSOE: “Las circunstancias han llevado a que por las palabras y por los hechos que he encarnado durante estos últimos meses, el proyecto que yo encabezo sea el que de manera más creíble represente lo que creo que la mayoría de la militancia y la dirigencia quiere para su organización”.

El exsecretario general admite que no ha vuelto a hablar con Susana Díaz desde el pasado 1 de octubre, el día en que el Comité Federal del PSOE tumbó a Sánchez, aunque asegura que la presidenta de la Junta de Andalucía le fue leal durante su etapa al frente del partido. También rechaza que Díaz haya intentado descalificarle públicamente, pero sí señala a su entorno: “Creo que sería bueno que algunos de los dirigentes que están alrededor de Susana en sus intervenciones públicas midieran sus palabras, y que lo hicieran además con el respeto que nos debemos todos los compañeros”.

“La gestora ha rebasado todos los límites temporales”

Sánchez también tiene críticas para la gestora del PSOE, a la que reprocha haber superado “los límites temporales que tiene una gestora, en términos políticos y en términos de organización”. El mayor beneficiado por la situación es el PP, argumenta, que se encuentra en el Gobierno con el primer partido de la oposición sin líder. Por ello, emplaza a esperar al Congreso de junio para resolver la situación del PSOE. “Yo en el mes de octubre anuncié que me iba a presentar a ese proceso congresual, aquí estoy, no he faltado... no faltaré a la cita”.

Con respecto a la candidatura de Patxi López, descarta que exista una 'tercera vía' como la que plantea el exlehendakari: “Hay dos opciones: o buscamos la vía portuguesa de entenderse las fuerzas del cambio o buscamos la vía alemana de la Gran Coalición”. Niega que el anuncio de López suponga una “traición” -“yo en Patxi siempre he visto a un compañero”-, pero sí reconoce que le sorprendió el momento elegido para hacerlo público.

Cuestionado por Felipe González, el candidato a las primarias asevera que “es evidente” que el expresidente “ha cambiado” sus posturas a lo largo de los años, aunque rechaza calificarlo como una derechización: “No voy a poner ningún calificativo. Cada cual define sus posiciones y luego los electores o militantes o votantes lo califican de una u otra forma”. “El Felipe de 1982 estaría haciendo lo mismo que yo hice por el PSOE”, zanja.

“Iglesias no ha entendido nada”

Cree que podría entenderse mejor con Podemos si estuviera liderado por Iñigo Errejón, aunque admite que no ha leído “sus posicionamientos políticos en profundidad”. Eso sí, asegura que si logra volver a los mandos de Ferraz respetará la decisión que tomen los militantes del partido: “Si eligen como líder a Iglesias pues lógicamente mi interlocutor es Iglesias, y será Iglesias; y desde luego creo que si hay alguien con legitimidad y con credibilidad para poder reprochar muchas cosas a Iglesias soy yo. Porque hoy yo podría ser presidente del Gobierno y Rajoy sería historia si simplemente Iglesias se hubiera abstenido”.

Sánchez cree que Iglesias “no ha entendido nada” y la prueba es que dice que “no quiere que Podemos se parezca al Partido Socialista”. “No ha entendido nada, no es una cuestión de parecerse, es una cuestión de entenderse”, afirma.

Y cree que, en todo caso, sería “muy difícil hacerlo” porque en algunos asuntos, como el reférendum de Cataluña, tiene posiciones “muy divergentes”.