Pedro Sánchez ha mostrado este lunes su malestar con los barones del PSOE que han criticado al Gobierno por el acercamiento a EH Bildu para los Presupuestos Generales del Estado. El líder socialista ha afeado que dirigentes de su partido aireen públicamente las discrepancias desde que es secretario general y les ha invitado a dar su opinión en privado. “Tienen mi teléfono”, ha dicho durante la reunión de la Ejecutiva celebrada este lunes, según fuentes presentes, en la que ha defendido el camino que ha tomado el Ejecutivo para intentar aprobar las cuentas públicas y ha reclamado lealtad a los dirigentes socialistas. La confirmación del 'sí' de la izquierda abertzale la semana pasada a las puertas del debate de las enmiendas a la totalidad, que fue aplaudida de inmediato por el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha contrariado a un sector del partido, entre ellos a presidentes autonómicos como Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara.
En la dirección socialista el único de los barones que tiene presencia por su cargo como presidente del Consejo de Política Federal es el extremeño, que fue precisamente el que abrió en esta ocasión el fuego contra el acuerdo con Bildu y consideró que es un “fracaso colectivo” que las cuentas dependan de la izquierda abertzale. Durante la reunión semipresencial de la Ejecutiva, Fernández Vara ha tratado de explicar que mostró su contrariedad por la “escenificación” que hizo Iglesias de ese posible acuerdo y también que en determinados territorios, como el suyo, a los socialistas les pasa factura ese acercamiento.
Sánchez, que ha lamentado que se critique la actuación de la dirección en los medios y ha recordado que también hubo mucho ruido con el pacto con ERC, ha defendido el proyecto que está llevando a cabo el Gobierno y las negociaciones para sacarlo adelante. En la reunión se ha producido un cierre de filas en torno a la estrategia del Gobierno y a la decisión defendida por Sánchez de interactuar con EH Bildu como un actor más del Parlamento en la misma línea que lo hizo su número dos, Adriana Lastra, en una entrevista en elDiario.es. “Que Bildu apoye los presupuestos, o los apoye Ciudadanos o los apoye ERC forma parte de la normalidad democrática de este país. Es un éxito de los demócratas españoles la derrota de ETA. Es un éxito de la democracia española que la izquierda abertzale esté en las instituciones haciendo política”.
Sánchez, que ha recibido el respaldo de la dirección socialista -algunos de los intervinientes han sido aún más duros contra los barones que han manifestado su malestar con la deriva del Gobierno, según las fuentes consultadas-, ha pedido a los suyos que respalden el proyecto independientemente de su territorio de procedencia y, sin citarles expresamente, ha lamentado que haya dirigentes territoriales que no celebren los “éxitos” del partido. En ese sentido, ha asegurado que él “siempre es del PSOE” frente a quienes se reivindican como “el PSOE de siempre” en una referencia a las críticas que ha recibido de socialistas clásicos, como Alfonso Guerra, que en una entrevista en La Hora de la 1 (TVE) ha asegurado que hay muchas personas en el partido que “muchos españoles y muchos socialistas tienen un nudo en la garganta” y están deseando gritar: “Con Bildu, no, tal y como decía el presidente del Gobierno”. Guerra se ha sido muy duro contra Sánchez y ha advertido de que cualquier entendimiento con EH Bildu es “absolutamente despreciable”.
“Las declaraciones del exvicepresidente Alfonso Guerra, como todas, las respetamos”, ha respondido el secretario de Organización, José Luis Ábalos, que ha deslizado que es un exdirigente que ya no está en política: “Las realidades son muy distintas las que nos toca a vivir a cada uno en un momento y también las responsabilidades son otras. Una vez uno puede tener más libertad a la hora de opinar o menos y también menos responsabilidades”. “Ha sido muy paciente. Se ha cansado de que hagan la tournée. Son unos desleales”, expresa uno de los dirigentes consultados sobre la intervención de Sánchez, que se ha referido sin citar a quienes han expuesto públicamente esas reticencias. Otras fuentes consultadas aseguran que Sánchez se mostró “firme” y determinado a que le queda mucho tiempo gobernando frente a quienes le cuestionan.
Otro de los dirigentes que expresó públicamente su malestar fue el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que aseguró que “lo de Bildu no tiene un pase”. Aunque con menos dureza que en el pasado dada su debilidad tras la derrota en las primarias y la posterior pérdida de la Junta de Andalucía, Susana Díaz también marcó distancias con Moncloa. “No comparto nada ni con Bildu ni con el señor Otegi”, respondió a preguntas de los periodistas sobre el acercamiento a la formación abertzale a la que exigió que “pida perdón a los españoles, algo que todavía no ha hecho en democracia”.
A pesar de su sintonía con la dirección, el presidente asturiano, Adrián Barbón, admitió en una entrevista en Onda Cero que “no es plato de buen gusto” pactar con EH Bildu y mostró confianza en que el Gobierno pueda cerrar un acuerdo con Ciudadanos, aunque descargó buena parte de la responsabilidad en el PP.
El PSOE trata de aplacar las críticas: “No hay pacto con Bildu”
Aunque Sánchez tiene la determinación de seguir el camino emprendido para cerrar los presupuestos con los aliados de la investidura -lo que incluye “normalizar” la negociación con la izquierda abertzale-, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, ha intentado rebajar el acercamiento a EH BIldu: “No hay pacto”. “No hay pacto -ha reiterado Ábalos en una rueda de prensa tras la Ejecutiva del PSOE-. Lo que ha habido es una actitud de un grupo político que no se ha sumado a una enmienda a la totalidad”. El dirigente socialista ha explicado que por esa misma regla de tres se podría decir si “hay algún acuerdo de PP y JxCAT de Carles Puigdemont” por secundar conjuntamente las enmiendas a la totalidad. “No debe ser casualidad que se repitan tanto”, ha ironizado antes de rematar que “no cree que haya” un acuerdo en ese caso.
“No hay ningún acuerdo más que estar en el debate de las enmiendas”, ha repetido el ministro, que ha asegurado que “normalizar” las conversaciones con EH Bildu en el ámbito parlamentario no obliga a que haya un acuerdo. “Será en las votaciones de las enmiendas respecto de las inversiones los gastos y los ingresos, que es donde se va a producir el acuerdo como con los demás grupos parlamentarios. Si le satisface el conjunto votaran sí o no pero eso no exige ningún acuerdo”, ha rematado Ábalos, que ha llegado a decir que “el Gobierno no puede renunciar a los votos de nadie”, que no existe siquiera “el mecanismo” para ello.
Ábalos ha asegurado que en el seno de la Ejecutiva se ha secundado la labor del Gobierno, aunque ha admitido que ha habido alguna intervención que ha cuestionado la “escenografía”, en referencia al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. El ministro no ha querido entrar a valorar la actitud del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, respecto a la negociación con EH Bildu y se ha limitado respetar la “estrategia” de Unidas Podemos como fuerza política. Lo que sí ha asegurado es que ha hablado con los dirigentes territoriales que han cuestionado ese acercamiento. “He hablado con todos ellos y todos ellos han manifestado esa misma voluntad de saber que más allá de determinadas circunstancias entienden la realidad del país y no tienen ningún interés en ser utilizados contra este Gobierno y por quienes no quieren al Partido Socialista”. Para Ábalos, esa “utilización” es “reiterativa por parte de la derecha”.