“2017 nos dejó algunas lecciones para nuestra democracia”, ha afirmado Pedro Sánchez. En 2017 se produjo el 1-O, a raíz del cual medio gobierno catalán fue a la cárcel y otra buena parte a Bruselas, donde aún sigue el ex president Carles Puigdemont. Y el presidente Gobierno, al ser preguntado sobre la vía libre a la tramitación presupuestaria por parte de ERC, PNV y EHBildu, ha rechazado que tenga que ver con la reforma del delito de sedición en el Código Penal, por el cual líderes independentistas fueron condenados a más de diez años de cárcel en el juicio del procés por organizar el 1-O.
“Nada tiene que ver una cosa con la otra, estamos ante un órdago de Vladímir Putin a Europa, y otra cosa es la homologación a la UE de nuestro código penal, que es un compromiso de investidura personal”, ha dicho Sánchez tras el Consejo Europeo, en Bruselas. El Gobierno lleva tiempo insistiendo en que el asunto de la sedición no formaba parte de la negociación presupuestaria, si bien ERC y su portavoz parlamentario, Gabriel Rufián, han mostrado interés en relacionar ambas carpetas.
“Tenemos un Código Penal que no es homologable a las principales democracias europeas en algunos de los delitos”, ha afirmado Sánchez: “A partir de ahí, es evidente que esto que digo, que es la enésima vez que lo repito, no puede ser un ejercicio de teoría. Ese compromiso se tiene que fraguar en las Cortes y para eso necesitamos apoyos parlamentarios, y a día de hoy no parece que los tengamos. Pero tenemos el compromiso de que si se produce una mayoría parlamentaria, cumpliremos con un compromiso de investidura, uno personal mío”.
La reforma del Código Penal es parte del acuerdo de coalición entre PSOE y UP para formar gobierno y, también, un compromiso de investidura. Esa reforma tiene varias patas, como la derivada por la ley del sí es sí, además de la del delito de sedición para evitar penas como las de las sentencias del 1-O. Sin embargo, algunos de los socios parlamentarios del Gobierno, como ERC, hasta ahora han defendido ir más lejos de lo que va el Gobierno, hasta el punto de eliminar el delito, no sólo reformarlo. De ahí que Sánchez diga: “Necesitamos apoyos parlamentarios, y a día de hoy no parece que los tengamos”.
En relación con el contexto político de los presupuestos que se abre a partir de ahora, Sánchez ha insistido: “Desde 2015 en nuestro país no se aprobaban tres presupuestos en tiempo y forma. Somos un Gobierno de 153 escaños que hace sus deberes, está comprometido socialmente, tiene una tarea de modernización y tiende la mano todos para mejorarlo”.