Pedro Sánchez se reúne con Rajoy con el dilema de permitir que siga gobernando o ir a terceras elecciones
Pedro Sánchez acude a la reunión con Mariano Rajoy este miércoles con la firme convicción de decirle que el PSOE votará en contra de su investidura: “No a la gran coalición, no a apoyar un gobierno del PP desde fuera, no a apoyar al PP en su investidura. De las tres opciones: abstención, voto a favor o voto en contra, los socialistas votaremos en contra”, sentenció en el Comité Federal celebrado este sábado.
Esa es la postura fijada de forma unánime por los socialistas, que emplazan a Rajoy a buscar apoyos en otras formaciones. No obstante, el debate en el seno del partido existe toda vez que son conscientes de que el arco parlamentario que dibujaron las urnas el 26J dio una victoria clara al PP pero insuficiente para formar Gobierno. La abstención del PSOE, según lo que han ido diciendo otras fuerzas como PNV o Ciudadanos, es necesaria para acabar con el bloqueo institucional, ya que Ferraz rechaza la propuesta de Pablo Iglesias de que Sánchez lo intente apoyándose en Unidos Podemos y las fuerzas nacionalistas.
El PSOE recibe la presión desde distintos flancos desde hace dos semanas y este martes se ha intensificado la procedente de los demás partidos. “Sabe cuál es la aritmética parlamentaria”, ha expresado el portavoz del PP, Rafael Hernando, sobre Sánchez.
También Albert Rivera ha dejado la pelota sobre el tejado de Ferraz. La idea inicial de Ciudadanos es abstenerse y no votar a favor. Ese escenario hace que solo la abstención del PSOE evite terceras elecciones. Así, Rivera ha dicho que aunque al PSOE “le gustaría no mojarse en la investidura” de Rajoy, al final “tendrá que acabar haciéndolo”.
“Rajoy es consciente de que sus posibilidades de ser presidente pasan por el PSOE”, ha dicho Pablo Iglesias tras reunirse con el presidente en funciones. “Si el PSOE se abstiene se situaría como un socio más o menos intenso del PP en los próximos años”, ha agregado el líder de Podemos. En el PSOE admiten que la abstención sería una baza para que Iglesias cargara contra ellos durante toda la legislatura por permitir que el PP siga en Moncloa en vez de aceptar su invitación de intentar articular un Gobierno “progresista”.
“El que tiene la llave del desbloqueo es el PSOE”, ha expresado el portavoz del PNV, Aitor Esteban, visiblemente molesto con la actitud de los socialistas, que situaron a los nacionalistas vascos entre los “afines ideológicos” del PP. Así, ha recordado que durante el proceso de investidura de Sánchez hace cuatro meses los socialistas les situaban como sus “aliados naturales” por el rechazo a Rajoy. Además, Esteban ha reprochado al PSOE que pretenda bloquear la investidura de Rajoy sin plantear “una alternativa”, en referencia al posible acuerdo de izquierdas que Sánchez, a priori, descarta.
A pesar de que Sánchez se muestra firme en el “no” a Rajoy, en el PSOE hay diferencias de criterio ante qué hacer si el presidente en funciones fracasa en su búsqueda de apoyos. El Comité Federal acabó sin una resolución por escrito que estableciera el plan conjunto ante los escenarios que puedan abrirse.
Los dirigentes territoriales más afines a Sánchez abogan por que intente llegar a Moncloa si Rajoy es incapaz de lograr los apoyos necesarios. Pero ese posicionamiento lo rechazan los más críticos con el secretario general. Además, la otra premisa que se han autoimpuesto los socialistas es impedir nuevas elecciones. Susana Díaz tachó esa situación de “catástrofe”. “Solo de los intereses de España seremos muleta y soporte”, deslizó la presidenta andaluza.
La “contradicción” de las condiciones del PSOE
El “no” a Rajoy y el “no” a nuevas elecciones puede acabar en una “contradicción”, como ha advertido el exdirigente Alfonso Guerra. Si Rajoy, como parece, no va a aglutinar los apoyos que necesita para ser investido, el PSOE tendría que abstenerse para evitar la repetición de los comicios.
Esa posibilidad la llevan defendiendo algunos dirigentes desde la misma noche electoral. El que más claro lo dijo fue el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que apostó por una “abstención mínima de última hora”. Otros barones han abierto la puerta a esa posibilidad en el caso de que Rajoy lograra más respaldo que sus 137 diputados.
En cualquier caso, los barones con más peso trasladaron la presión a Sánchez. “Le corresponde al secretario general gestionar esta decisión. Va a tener mi lealtad. Nos vamos a corresponsabilizar de esta situación y de la decisión que tiene que tomar”, expresó Díaz. En esa misma línea se pronunció Emiliano García-Page: “Hay momentos en la vida en los que el líder tiene que tomar decisiones y la iniciativa”.
No... por ahora
En el PSOE miran hacia el Congreso que tendrán que celebrar en unos meses y en el que se dirimirá el liderazgo del partido. Fuentes socialistas reconocen que quien se posicione a favor de la abstención se verá penalizado ante esa competición interna. “Quien hace la abstención, la paga”, reconocía recientemente un barón. En el sector más crítico con Sánchez temen precisamente que inicie una huida hacia adelante y prefiera unas terceras elecciones que verse perjudicado por la abstención.
No obstante, en las filas socialistas preocupa que haya unos nuevos comicios en los que obtengan un peor resultado. “Nadie va a aceptar que se bloquee la situación cuando el PSOE no tiene posibilidad de formar Gobierno”, asegura diputado. “Solo hay una cosa peor que un gobierno de Rajoy en minoría, un gobierno de Rajoy en mayoría”, advirtió el presiente asturiano, Javier Fernández.
Dirigentes socialistas admiten que podrían replantearse su “no” inicial en un escenario futuro. El número dos del PSOE, César Luena, ha abierto de nuevo la puerta a una posible abstención en el futuro: “Cada cosa en su momento”, ha respondido.