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Pedro Sánchez se resigna a que los restos de Franco acaben en la Almudena

Pedro Sánchez se resigna a que los restos de Francisco Franco acaben en la cripta de la catedral de la Almudena, en pleno centro de Madrid, y trata de restarle importancia. “Lo importante para la izquierda es que el dictador salga de un espacio que pertenece al Estado”, ha expresado el presidente del Gobierno en el Congreso en referencia al proceso de exhumación del Valle de los Caídos que inició el Consejo de Ministras en agosto.

En el marco de ese procedimiento, los nietos de Franco se opusieron a la exhumación de los restos, que fue una de las primeras iniciativas anunciadas por Sáchez en Moncloa, y plantearon que si se lleva a cabo, los restos descansen en una tumba que poseen en la cripta de la catedral de la Almudena.

El presidente se ha pronunciado sobre el asunto durante su comparecencia en el Congreso, convocada para abordar el Consejo Europeo y la venta de armas a Arabia Saudí, después de que Pablo Iglesias le planteara la necesidad de encontrar una fórmula para que el dictador no acabe en pleno centro de la capital.

“No desviemos la atención”, le ha pedido Sánchez, que ha propuesto que se ponga el énfasis en que el Valle de los Caídos deje de ser un “mausoleo” en el que se exalta el franquismo. Los socialistas se resignan a que Franco acabe en la Almudena, pero enfatizan que será en un lugar privado.

Ese es el argumento que esgrime Moncloa desde que la familia Franco planteó en las alegaciones del proceso de exhumación iniciado por el Ejecutivo que los restos del dictador acaben en una tumba que poseen en la cripta de la Almudena. Inicialmente, el Gobierno trasladó la presión de la decisión a la iglesia, pero el Vaticano ya se ha pronunciado: no se opondrá a que sea inhumado allí.

En el Gobierno asumen que los restos de Franco acabarán en esa cripta si la iglesia no lo impide. “No nos hace gracia, pero no tenemos mucho margen de maniobra”, reconocían fuentes de Moncloa a eldiario.es tras conocerse que los nietos de Franco eligieron la Almudena como lugar para la inhumación del cadáver del dictador.

“No depende de nosotros. No podemos decidir a dónde van los restos. Estamos hablando de unos restos humanos, aunque sean de un dictador”, aseguró la vicepresidenta, Carmen Calvo, en una conversación con periodistas en la recepción del 12 de octubre. “¿Voy a decirle a la Iglesia que puede o no puede hacer? La Iglesia sabe lo que quiere y lo que no, lo que puede y lo que no, lo que debe y lo que no”, se preguntó Calvo.