Pedro Sánchez: “Por mucho que traten de desprestigiarme, me siento orgulloso de mi tesis”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha salido al paso de las dudas sobre su tesis doctoral con un comunicado publicado este jueves en Facebook, en el que reivindica su “entrega y dedicación” para llevar a cabo esta investigación universitaria.

En la misma mañana, Sánchez también ha anunciado que aceptará que la Universidad Camilo José Cela digitalice y haga pública su tesis doctoral, que hasta ahora solo estaba disponible en formato físico en la biblioteca de esta institución. Asimismo, ha asegurado que tomará acciones legales contra el periódico ABC, que ha acusado al presidente de plagiar buena parte del texto del estudio, si este no rectifica estas afirmaciones, que ha tachado directamente de “falsas”.

Comunicado de Pedro Sánchez sobre su tesis doctoral

“Siempre me gustó la docencia. Recuerdo mis primeras clases como profesor de Economía Española y Mundial en la Universidad Camilo José Cela (UCJC). La inseguridad propia del docente que se dirige por primera vez a sus alumnos. El trabajo diario en la preparación de los cursos y las clases: guías docentes, apuntes, proyecciones, bibliografía, lecturas de informes que pudieran nutrir y actualizar el temario, preparar y corregir los exámenes… Lo hacía con entrega y dedicación, quitándome horas de sueño y sacrificando tiempo a mi familia, que es mi principal apoyo.

La docencia es una combinación de clases e investigación. Por razones obvias, no he tenido tiempo de investigar, pero con dar clases me bastaba. Era mi pasión. Estar con gente joven, verlos madurar, constatar que con el paso de los años acaban su grado y que, en consecuencia, algo has ayudado en su formación. Es un regalo insuperable.

A quien le guste la docencia sabe que ha de hacer el doctorado. Y quien lo hace sabe lo que cuesta. Y no me refiero a la matrícula o la encuadernación de la tesis, que también. Me refiero a las vueltas que se dan hasta encontrar el tema que te interesa. Y, cuando te pones manos a la obra, ser humilde y no tratar de abarcar el mundo sino un aspecto concreto sobre el que aportar una innovación, un avance, que arroje luz sobre un tema específico.

Las tesis se hacen gracias al esfuerzo de uno y el esfuerzo de muchos. De tu familia, que debe aguantarte. De tu director y colegas doctores, que te guían y conocen el oficio de hacer una tesis, que lo tiene y es importante. La tesis es una tarea ardua, donde debes ser humilde y constante. Estar dispuesto a que tu director o directora eche al traste lo que has escrito, y que imaginabas era un acierto, y vuelta a empezar.

Sin embargo, cuando culminas el Aneto, te das cuenta de que ha merecido la pena todo el esfuerzo, todo el sacrificio. Recuerdo el orgullo de mis padres y de mi mujer el día que defendí la tesis. El abrazo de mis colegas de Universidad. Y, sobre todo, la satisfacción personal de haber logrado un sueño que parecía inalcanzable: ser doctor universitario.

Quien haya terminado una tesis sabe que el camino no acaba ahí. Luego, tienes que publicar trabajos académicos con los distintos avances que tu investigación aporta. Eso mismo hice yo. Publiqué varios artículos académicos, disponibles en internet. Y publiqué un libro, donde recogí una buena parte teórica de mi tesis. Respecto a la tesis, permanece depositada en la Universidad y es accesible a todo el mundo conforme indica la legislación. De hecho, durante estos años, me consta que han sido más de una treintena los periodistas que han ido a leerla. Lo agradezco.

Para facilitar aún más el acceso a mi tesis, que ya estaba colgada en Teseo desde hace meses, se abrirá en su totalidad a lo largo del día de mañana.

En resumen: hice la tesis, cumplí con todos los pasos marcados por la ley, la defendí ante un tribunal, publiqué las aportaciones de la investigación en revistas académicas y en un libro generalista.

Entonces, ¿qué está ocurriendo? ¿cuál es el problema? Hablemos claro: el problema es que quienes gobernaban hace cien días no han asumido que hoy son oposición. Ambos. A falta de un proyecto político sólido, y ante la ausencia de propuestas que convoquen a la mayoría social del país, el conservadurismo y el neoconservadurismo, se han unido en una campaña de desprestigio hacia mi persona. No asumen que perdieron la moción de censura. Que ya no gobiernan. Y que se está conformando un espacio alternativo de gobierno progresista.

Primero, se desliza que no hice la tesis. Luego que, si se ha hecho, por qué no se publica, cuando la realidad es que lleva años publicada en diferentes trabajos y que es de acceso público en su totalidad, conforme a la ley, para todo aquel que quiera verlo en la UCJC. Posteriormente, se afirma sin pruebas y sin pudor que es un plagio para acabar diciendo que fue escrita por un tercero.

Sin argumentos políticos para hacer oposición, decidieron atacarme en lo personal. Cruzaron todas las líneas rojas. Aunque, si lo pienso bien, no sé de qué me sorprendo. Tras haberme llamado “aliado de ETA” y el “mejor abogado del independentismo”, por citar las acusaciones más “amables”, cualquier otra cosa es posible. Por supuesto, acusarme de plagio también. Abierta la puerta, todo vale.

Sin embargo, la realidad es otra. Pese a sus aspavientos, el Gobierno gobierna.

En menos de 100 días hemos recuperado la universalidad de la sanidad pública, aprobado la mayor oferta de empleo público de la última década, garantizado el poder adquisitivo de las pensiones, iniciado la exhumación del dictador e impulsado el pacto contra la violencia de género. Nos hemos personado en el proceso abierto contra la Comunidad de Madrid en defensa de las viviendas sociales vendidas a los llamados “fondos buitre” y mañana, en el Consejo de Ministros, revertiremos los recortes hechos en la educación pública por la anterior Administración.

El Gobierno avanza. Mal que le pese a ambos partidos.

Pese al intento de descrédito personal que sufro estos días, yo no haré lo mismo. Cuando dije que la moción de censura podría abrir un cambio de época en la política española, me refería a esto. A la urgencia de acabar con esta política de baja calidad. A la necesidad de consolidar otra política, de encuentro y soluciones, sin insultos y mucho menos calumnias. A reivindicar el valor de la buena política. La política ejemplar. Estos ataques prueban que aún no está consolidado ese cambio de época. Hay que perseverar.

Por mucho que traten de desprestigiarme, me siento orgulloso de mi tesis universitaria. No ensuciarán lo que tanto esfuerzo me costó. Siempre estaré agradecido a la Universidad Camilo José Cela por haberme dado la oportunidad de ser docente. A mis colegas de la Facultad de Económicas de la UCJC, por su ayuda. Y, sobre todo, a mis alumnos y alumnas, por haberme permitido asomarme a un aula y descubrir el valor de la docencia. La importancia de ser profesor.“