Pedro Sánchez ha anunciado que el Gobierno actualizará las pensiones conforme al IPC en el mes de diciembre, a pesar de que previsiblemente continuará en funciones. Así lo ha hecho en la presentación de un folleto de su programa electoral en el que también incluye ese compromiso por escrito. Hasta ahora en el Ejecutivo había dudas sobre la legalidad de llevar a cabo esa medida.
La actualización de las pensiones en diciembre conforme al IPC real de cara a 2020 es la única novedad del resumen del programa electoral que ha presentado Sánchez en un acto en Madrid. Esa posibilidad estaba en el aire ya que el Ministerio de Trabajo siempre ha manifestado sus dudas sobre la legalidad de llevarlo a cabo estando en funciones, pero ahora se compromete por escrito a hacerlo tras las elecciones del próximo 10 de noviembre, que los socialistas aspiran a ganar de nuevo. No obstante, en el mes de diciembre es muy complicado que haya un Gobierno en plenas capacidades de acuerdo al calendario parlamentario. En Moncloa creen que podrían subir las pensiones pese a tener las capacidades mermadas aduciendo urgencia e interés general. Sánchez llama al voto para que haya Gobierno cuanto antes para poder llevar a cabo esa promesa electoral con plenas capacidades.
En materia de pensiones, el PSOE insiste en la necesidad de blindar el sistema en la Constitución y de abordar “las reformas que garanticen su sostenibilidad y su suficiencia, actualizándolas de acuerdo con el IPC real y aumentando las pensiones mínimas y no contributivas, en atención al diálogo social y en el marco del Pacto de Toledo”.
En la presentación de los 35 compromisos que serán el eje del programa electoral del PSOE, Sánchez ha aprovechado para llamar a la movilización de los progresistas contra la extrema derecha, a pesar de que en Moncloa admiten que el temor al auge de Vox se ha disipado.
“Parece que vuelven a la carga y se han lanzado a una competencia con el PP para atraer los votos de los nostálgicos del franquismo. No mancharemos nuestras bocas ni nuestros oídos repitiendo aquí sus palabras –ha expresado Sánchez sobre las calificaciones de Vox, que tachó al PSOE de ”criminal“ en un acto en Vistalegre este domingo–. Ya sabemos cómo respondían a los discrepantes cuando gobernaban sus añorados dirigentes. Respondamos como lo hacemos los demócratas, votando el próximo 10 de noviembre”.
Sánchez ha reiterado la necesidad de dejar atrás el “reparto de culpas y de reproches” con Unidas Podemos por el fracaso de las negociaciones y ha lanzado un dardo a PP y Ciudadanos, a quienes ha acusado de no tener un equipo económico porque “abandonaron el barco tras el resultado”, ha dicho en referencia a los de Casado; y otros por el “abrazo a la ultraderecha”, ha expresado sobre las fugas en el partido de Albert Rivera.
Sánchez: los demás no tienen “programa de Gobierno”
No obstante, el socialista ha finalizado su discurso con una apelación al voto al PSOE como única forma de que haya Gobierno: “En estos días se estarán presentando los programas de todos los partidos. Son numerosos porque son muchas las fuerzas que se presentan. Pero según los iremos conociendo vamos a ver una característica común que les distingue de la nuestra: son programas electorales, pero no son programas de Gobierno. Están pensados para concurrir a unas elecciones, pero no para liderar desde el Gobierno nuestro país”.
“Unos dicen que quieren condicionar al PSOE, otros dicen que nos levantan el castigo, y otros dicen que nos quieren vigilar. Ninguno tiene un proyecto de país y ninguno tiene un proyecto para España”, ha expresado Sánchez, que lleva toda la precampaña presentándose como la única vía de estabilidad frente al caos del multipartidismo.
Así se ha pronunciado Sánchez en su intervención en un acto en Madrid al que ha asistido un buen número de ministros y en el que ha desgranado la que será su oferta programática a partir de los 35 compromisos sociales que componen el eje del programa del 10N y que no incluye ninguna novedad respecto al 'Programa Común Progresista' que ofreció a Unidas Podemos a principios de septiembre a partir de las medidas que los socialistas añadieron tras reunirse con colectivos sociales en verano. Al igual que hizo en esa última oferta, Sánchez ahora se compromete a constituir “consejos sectoriales de verificación en los que participará directamente la sociedad civil” con el objetivo de que fiscalicen el cumplimiento de las promesas electorales.
Sánchez asegura que ese programa pretende “responder a la deuda contraída, no sólo con los 7,5 millones de mujeres y hombres” que le dieron la “victoria” el 28 de abril sino al conjunto de España que necesita “contar ya con un gobierno estable y coherente”. Ese Ejecutivo, según ha defendido, tendrá “mano tendida para acordar; y mano firme para defender el interés general”.
El presidente en funciones ha afirmado que el PSOE tiene proyecto, programa y equipos para hacer frente a los principales desafíos del país, que según ha dicho son la reacción del independentismo a la sentencia del procés, el Brexit y el “enfriamiento económico”. Como lleva haciendo toda la precampaña, ha mantenido el tono duro ante la posible tensión en Catalunya: “El Gobierno si va a garantizar algo es la seguridad, la convivencia, el orden constitucional y el Estatuto”. “Primero ley y luego diálogo”, ha dicho Sánchez, en cuyo programa figura el compromiso de “abordar el conflicto de convivencia en Cataluña impulsando el diálogo entre catalanes y también entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, siempre dentro de la Constitución”.
En cuanto a la desaceleración, Sánchez ha asegurado que los españoles necesitan un Gobierno que dé una respuesta “solidaria, justa y rigurosa” frente a los “recortes” del PP. Aunque no entra en detalles respecto a tipos impositivos más allá proponer el establecimiento de un impuesto europeo sobre el CO2, el documento aboga por una “fiscalidad justa”. Sánchez se ha referido a una mayor “progresividad fiscal” y, concretamente, a una nueva fiscalidad con sensibilidad medioambiental. No obstante, no ha entrado en otros tipos como su apuesta por aumentar el impuesto de sociedades o la posibilidad de gravar a la banca.
Los socialistas reiteran en su folleto electoral la derogación “de los aspectos más lesivos de la reforma laboral” y el impulso de un nuevo Estatuto de los Trabajadores que “incentive” la actividad económica para la creación de “empleo digno” con contratos indefinidos. También insisten en su compromiso de que el Salario Mínimo Interprofesional se sitúe en el 60% del salario medio al acabar la legislatura y en su propuesta de un ingreso mínimo vital. Sánchez también ha abordado las herramientas para los autónomos.
Contra los clientes de la prostitución
Sobre vivienda, el PSOE plantea “movilizar las viviendas vacías y a los grandes tenedores” para abaratar el alquiler, así como ayudas a los jóvenes en función de su renta, tal y como adelantó eldiario.es. Además, Sánchez pretende prohibir el corte de suministros básicos de agua, luz y gas a las familias vulnerables.
La abolición de la prostitución es el fin último del PSOE, que apuesta por “sancionar la demanda y la compra” de prostitución, es decir, multar a los clientes así como a quienes “contribuyan o se beneficien” económicamente de esa práctica, que podría suponer una vía para castigar a los clubes. Sánchez, que ha hecho referencia a las jóvenes que tienen que whatsappear a sus amigas para decirles que han llegado a casa bien, se compromete a reformar la legislación penal para “garantizar que la falta consentimiento sea clave en la calificación de los delitos sexuales: si una mujer no dice sí expresamente”. También repite la promesa de llevar a cabo una ley de usos de tiempo y racionalización de horarios para que haya conciliación al igual que la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad.
En materia de derechos sociales, la ley de eutanasia y una nueva Ley de Seguridad Ciudadana que acabe con la 'ley mordaza' son algunas de las promesas de los socialistas, que pretenden impulsar una nueva ley educativa y se comprometen a que la inversión en educación alcance el 5% del PIB en 2015, además de a la universalización de la educación de 0 a 3 años. En cuanto al I+D+I aspiran a que se sitúe en el 2% del PIB en cuatro años con el fin de evitar la fuga de talento al extranjero.
Acabar con los copagos sanitarios de manera “progresiva empezando por los pensionistas en situación de mayor vulnerabilidad” es otro de los compromisos del PSOE, que también aspira a reducir en un 75% las listas de espera de las personas dependientes.