El juez Manuel García Castellón ha tomado declaración esta mañana en calidad de investigado al comisario jubilado Eugenio Pino, máximo responsable operativo de la Policía durante la primera legislatura de Mariano Rajoy y artífice de la brigada política. Los fiscales Anticorrupción han solicitado al término de su declaración que la medida cautelar de prohibición de salir del país se ampliara a la fijación de una fianza de 50.000 euros para eludir la prisión.
Eugenio Pino está imputado por cohecho, malversación, prevaricación, robo y allanamiento de morada en el marco de la pieza secreta 7 del caso Villarejo, la que investiga la Operación Kitchen. En el marco de ese operativo, el chófer de los Bárcenas recibió 48.000 euros de los fondos reservados y sus responsables allanaron sin orden judicial un piso propiedad de la familia. También se investiga la vinculación de la cúpula policial con el falso cura que asaltó el domicilio de los Bárcenas.
Pino, al igual que José Manuel Villarejo o Enrique García Castaño, viene defendiendo que los seguimientos a Bárcenas supusieron una investigación encubierta que, en ningún caso, buscaba sustraer documentación para que no llegara al juez que investigaba la caja B del PP.
Por primera vez, una investigación judicial supone la imputación de varios de los principales protagonistas de la policía política que organizó el Ministerio del Interior en tiempos de Fernández Díaz. Hasta la Operación Kitchen habían sido desveladas sus misiones para perjudicar a la oposición política, principalmente al movimiento soberanista en Catalunya, con investigaciones prospectivas sin control judicial que derivaban en informes anónimos que medios afines publicaban coincidiendo con momentos álgidos del proceso.
Junto a Pino están imputados sus subordinados José Manuel Villarejo, Enrique García Castaño, José Ángel Fuentes Gago, Bonifacio Díaz Sevillano, Marcelino Martín-Blas y Andrés Gómez Gordo. También el entonces chófer de la familia, Sergio Ríos.
García Castaño también ha declarado hoy, al igual que Pino por espacio de una hora aproximadamente. Lo ha hecho en el marco de la pieza que investiga la Operación Kitchen y en otras cuatro piezas. Sobre él pesa la obligación de comparecencias periódicas en el juzgado. Anticorrupción no ha solicitado hoy que se amplíen debido a los problemas de salud que sufre el comisario García Castaño, ya jubilado.