La recepción del rey Felipe VI, que se celebrará esta noche en el Palacio de la Almudaina de Palma, no va a contar con la presencia de parte de las autoridades, grupos políticos y entidades sociales de las Islas Baleares. El motivo principal es el papel de la Casa Real en la crisis de Catalunya. La Monarquía celebra este año su tradicional recepción a la “sociedad balear” que, por tercer año consecutivo, cuenta con notables ausencias.
Ningún miembro de Més per Mallorca –que gobierna en el archipiélago junto con el PSOE–, Més per Menorca ni Podemos va a acudir a la cita con el monarca. También van a dar plantón rey el presidente del Consell de Mallorca (Més), los alcaldes de la capital balear (Més) y de otras localidades (como Mahón o Ciutadella) y el presidente del Parlament (Podemos). A ellos se unen diversas entidades sociales (como OCB, una entidad a favor de la lengua y cultura catalanas, y el GOB Mallorca, una organización ecologista).
“Su discurso está cargado de odio a los catalanes”
Los motivos para no acudir han sido varios, pero el papel del rey con el proceso independentista ha sido clave. “No vamos porque nuestro electorado es de espíritu republicano y por la actitud del jefe de Estado con el proceso catalán”, afirma Nel Martí, portavoz de Més per Menorca en el Parlament. “No queríamos ir a una recepción para darnos la mano y reír como si no hubiera pasado nada, como si no hubiera gente exiliada y encarcelada”, comenta a eldiario.es.
El coportavoz de Més per Mallorca, Guillem Balboa, también recrimina al rey su papel con Catalunya: “El papel activo de la monarquía en la represión de la ciudadanía y los políticos independentistas catalanes hace más inviable que nunca compartir un espacio festivo. La Monarquía es una institución caduca y antidemocrática”. “El discurso de Felipe VI el 3 de octubre estaba cargado de odio contra la ciudadanía catalana que había sufrido la violencia policial”, añade.
En una línea similar, el presidente de OCB, Josep De Luis Ferrer, ha rechazado la invitación real: “Me quedaré en mi casa, disfrutando de la compañía familiar que tanto Jordi Cuixart como el resto de presos políticos tienen privada. El papel que juega la Monarquía imposibilita una relación normal. Escribiendo estas líneas me viene a la memoria su discurso del día 3 de octubre y también la imagen de mi amigo Cuixart a través del vidrio de la prisión cuando el 22 de julio fui a verlo”.
“Tengo un viaje programado”
Por su parte, fuentes municipales del Ayuntamiento de Palma alegan que el alcalde, Toni Noguera, no acude a la cita porque ésta “es un acto festivo”. Noguera sí asistió a la audiencia real de este lunes porque era una “cuestión de trabajo” y él “representa a todos los palmesanos”.
Otros de los ausentes alegan motivos de agenda, como el president del Parlament, Baltasar Picornell, conocido republicano, quien el año pasado regaló un libro de Memoria Histórica al monarca. Ahora, alega que “tiene un viaje programado”. Este lunes sí que estuvo con el rey en una reunión, tras la cual afirmó que el jefe del Estado estaba “dispuesto a tender puentes” para solventar el contencioso soberanista, unas declaraciones que posteriormente matizó.
De vacaciones está el portavoz parlamentario de su mismo partido, Podemos: “No me encuentro en la isla. Le deseo unas felices vacaciones, las mismas que se merecen todos los españoles a pesar de que no puedan hacerlo por motivos laborales o económicos”, ha respondido Alberto Jarabo al monarca. También alude a la “distancia ideológica” y a las las investigaciones que afectan a la familia real como motivos para no ir a la recepción.
Felipe, Letizia y la reina emérita van a representar a la Casa Real en el acto. Están invitadas más de 450 personas, como la presidenta de Baleares, Francina Armengol (PSOE), quien previsiblemente acudirá al evento. De forma paralela al mismo se han convocado dos concentraciones: una a favor y en contra de la Monarquía. Al “plantón real” de este viernes se une la proposición no de ley presentada por Més per Mallorca y Esquerra Unida en el Parlament, pidiendo un referéndum sobre la monarquía.