El PNV y Junts se sumarán este jueves sus votos a los de PP y Vox para derogar el impuesto a los beneficios extraordinarios a las empresas energéticas generados por el repunte de los precios provocado por la invasión rusa de Ucrania, según ha informado Euskadi Irratia. La aprobación de una enmienda del PP al paquete fiscal del Gobierno, que contaba en principio con el respaldo del nacionalismo vasco de derechas, eliminará dicho tributo, lo que dificultará a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cumplir con su compromiso a sus socios de izquierdas de prorrogarlo vía real decreto-ley. La votación se ha resuelto con 183 votos a favor de la enmienda y 166 en contra.
La renovación del impuesto energético ha sido uno de los principales conflictos para la aprobación del paquete fiscal con el que el Gobierno quiere cuadrar los Presupuestos Generales de 2025. Tanto el PNV como Junts negaron su apoyo a la reforma de Montero si no se sacaba este gravamen. A cambio, ambos grupos accedieron a hacer permanente el impuesto a la banca.
Hacienda aceptó y lo sacó del paquete fiscal. Y logró el compromiso de ambos de apoyar posteriormente este impuesto siempre que se cumplieran dos condiciones: que lo recauden y gestionen las haciendas forales con competencias para hacerlo (vascas y navarra) y que las empresas puedan descontar las inversiones en “descarbonización” de la base imponible para calcularlo.
El Gobierno se encontró con la oposición de los otros grupos con los que se sostiene, los que tiran del Gobierno hacia la izquierda. EH Bildu, ERC, Podemos y BNG han apostado por mantener el impuesto, y así lo exigieron para apoyar el paquete fiscal. De hecho, Podemos pidió una reunión de todos los grupos en la que negociar cómo mantener el gravamen y reformarlo para adecuarlo a los planteamientos de los integrantes de la mayoría que sostiene al Gobierno.
Pero tanto el PNV como Junts plantaron al Gobierno y al resto de grupo en la primera cita. A la segunda reunión, celebrada este mismo miércoles, tampoco asistió Podemos ante la ausencia de los dos partidos sin los que cualquier negociación sería incompleta, tal y como se va a visibilizar este jueves.
Desde Podemos han acusado a PNV y Junts de votar bajo las exigencias de Repsol, empresa que preside el que fuera presidente del propio partido, Josu Jon Imaz, y que tiene una importante implantación en Tarragona.
Aitor Esteban confirma el voto “por mucho que chille la señora Belarra”
El portavoz del PNV ha confirmado con el debate de enmienda ya iniciado el 'sí' de sus cinco diputados a la modificación planteada por el PP. “Por mucho que chille la señora Belarra e insulte a los demás, las cosas no van a cambiar. Los que estamos siendo responsables y dando equilibrio somos nosotros”, ha dicho en referencia a la secretaria general de Podemos en declaraciones a los medios en el Congreso, que ha acusado al PNV de ser “los cachorritos de Repsol”.
“Estamos hablando de muchos puestos de trabajo y de los ingresos de Hacienda en un tema en el que hay que hacer inversiones porque si no esas empresas energéticas van a desaparecer si nos creemos lo de la descarbonización”, ha dicho Esteban. “Les estamos ayudando con 'pertes' y fondos europeos, y les ponemos un impuesto, es contradictorio”, ha añadido.
El portavoz del PNV ha considerado “absolutamente imprudente” la posición de Podemos “salvo que quieran ir a elecciones y vencer en su duelo particular con Sumar”. “No se entiende que se amenace al Gobierno sabiendo que no hay mayoría de izquierdas”, ha añadido. Esteban ha asegurado que el PNV puede “presentar cosas que podría obtener una mayoría alternativa al Gobierno”, pero que no lo hace para “dar estabilidad al Gobierno”. “Algunos socios solo juegan a lo suyo, a su ideología. Y este tema es muy serio”, ha concluido.
Minutos después, ha sido la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, la que ha anunciado que sus diputados también se suman a PP y Vox. “No pondremos el riesgo los trabajos del campo de Tarragona, ni las inversiones estratégicas en Catalunya, ni las competencias” de la Generalitat, ha dicho en declaraciones a los medios. “Tendrán que explicar el PSC y ERC por qué ponen en riesgo todo eso a cambio de un titular y un impuesto que saben que es 'fake”, ha concluido.
El Gobierno en la encrucijada
El Gobierno tiene ahora que decidir cómo avanzar en el cumplimiento de sus compromisos. Este miércoles volvió a reiterar a ERC, EH Bildu y BNG su intención de prorrogar el impuesto vía real decreto-ley.
El movimiento del PNV dificulta las intenciones de Montero. Desde el partido vasco insisten en que no se pueden aprobar impuestos vía real decreto-ley y, al derogarse, es inviable la renovación que pretende el Gobierno. Las fuentes de Hacienda consultadas por elDiario.es sostienen que la aprobación de la enmienda 54 del PP este jueves es “reversible” en forma de gravamen, es decir de impuesto temporal.
Pero más allá de eso, el Gobierno y sus socios de izquierdas tienen otro problema: ese real decreto-ley deberá ser convalidado por el Congreso en el plazo de un mes y no tiene garantizados los votos del PNV y de Junts.
En Hacienda son conscientes de que el conflicto no está en la enmienda de este jueves, sino en ese decreto “no cuenta con los apoyos” necesarios para ser convalidado.