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Podemos busca reeditar sus alianzas en medio de una grave crisis para convertirse en fuerza de gobierno el 28A

El pasado 23 de noviembre, Pablo Iglesias convocó primarias en Podemos ante la posibilidad de un adelanto electoral. La hipótesis que defendió el secretario general fue que el Gobierno de Pedro Sánchez y los independentistas no iban a lograr un acuerdo para sacar adelante los Presupuestos Generales y que no le sería posible gobernar a golpe de decreto. Pese a que el presidente del Gobierno sostuvo ante el propio Iglesias en la reunión discreta que celebraron en La Moncloa el pasado 6 de febrero que seguía habiendo opciones, dos días después todo descarrilaba.

48 horas después de perder la votación de totalidad de las cuentas públicas, Sánchez desveló la fecha de la convocatoria: 28 de abril. Pese a las críticas internas hacia Iglesias por lo que se consideró precipitación a la hora de convocar las primarias, y pese a que el resultado será un grupo parlamentario muy afín al secretario general, la conclusión general en Podemos es que su líder acertó.

“Imagínate cómo sería ahora entrar en un proceso de primarias”, sostenía esta misma semana un dirigente de Podemos a eldiario.es. Ese “ahora” se refiere a lo ocurrido el 17 de enero, quinto aniversario de la fundación del partido, cuando Íñigo Errejón anunció un acuerdo unilateral con Manuela Carmena que, de facto, lo situó fuera del partido.

Una crisis, la más profunda que ha sufrido Podemos, que se ha resuelto con una cirugía rápida, pero cuyo postoperatorio amenazaba con afectar al autodenominado “espacio del cambio” más allá de las fronteras de la Comunidad de Madrid.

El adelanto electoral, en este sentido, ha sido bien recibido tanto en Podemos con el resto de actores del grupo confederal: IU, Equo o las confluencias catalana y gallega. La valenciana ya no opera en ningún ámbito. Salvo sorpresa, no se reeditará el acuerdo con Compromís.

El 28A afianza el proyecto estatal

Unidos Podemos se ha esforzado para que no hubiera adelanto electoral. Aprobar “los Presupuestos más sociales de la historia” y dar salir a la mayor parte de las medidas firmadas por Sánchez e Iglesias en el acuerdo firmado por ambos el pasado mes de octubre.

De todo el pack negociado entre Unidos Podemos y el Gobierno desde agosto, solo unas pocas medidas han visto la luz. Las más notorias, la subida del SMI a 900 euros o la revalorización de las pensiones conforme al IPC, que el Gobierno limitó solo a 2018 y 2019.

El resto, ha decaído, aunque desde el Ejecutivo se presiona para sacar una mínima reforma en materia laboral que poder vender en las campaña.

En Unidos Podemos achacan el final de la legislatura, casi a partes iguales, a la falta de implicación del Gobierno y de los independentistas para intentar, de verdad, cerrar un acuerdo. Y esta será su principal bandera en la campaña que viene.

Este viernes lo aseguraba Irene Montero en una rueda de prensa: “El voto más útil para hacer políticas que cambien la vida de las personas, para que el diálogo sea una realidad, para que los reaccionarios no gobiernen en este país, es a Unidas Podemos”.

En el mismo sentido se ha expresado el líder de IU, Alberto Garzón, quien ha acusado al PSOE de “falta de determinación” para defender sus cuentas.

Ambos tienen claro, eso sí, que cualquier opción postelectoral para ellos pasará por un acuerdo de Unidos Podemos con el PSOE. La disputa, creen, está en quién es la principal fuerza.

En Podemos sostienen que unas elecciones generales independientes de las autonómicas y municipales afianza la dimensión estatal del proyecto que nació en 2014. Y espanta el miedo a una campaña dominada por el antagonismo con Íñigo Errejón y su nuevo proyecto de Más Madrid que planificó junto a Manuela Carmena y que este sábado celebró su primer acto público.

El regreso de Pablo Iglesias de su baja de paternidad, previsto para finales de marzo, coincidirá con el momento álgido de la precampaña y el arranque de la campaña. La dirección de Podemos sigue confiando en su secretario general y candidato a la Presidencia del Gobierno como principal resorte electoral. “Iglesias es el único al que no le van a temblar las piernas delante de los fondos buitre y de las eléctricas”, señalaba Montero ante los periodistas.

Cerrar el acuerdo con IU con un ojo en Madrid

Podemos, IU y Equo tienen sellado un acuerdo marco para concurrir de forma conjunta a las elecciones en todos los niveles del Estado, que luego deben concretarse en cada territorio.

En principio, cada nivel es independiente. En la práctica, todo está interrelacionado. Especialmente en aquellos lugares que, por su relevancia mediática, la ruptura o el acuerdo pueden convertirse en un elemento de campaña que empañe a otras regiones. Madrid es el ejemplo perfecto.

El adelanto electoral acelerará las negociaciones de ámbito estatal y empujará en el ante el resto de comicios. Fuentes de IU y de Podemos consultadas por eldiario.es dan por sentado que habrá acuerdo para las generales. Pero tampoco se descarta una quiebra total provocada por el barrizal en el que se ha convertido la realidad del “espacio político del cambio” en la capital y su área metropolitana. Si se rompe Madrid, sostienen en ambos partidos, puede romperse Unidos Podemos.

La convocatoria del 28 de abril cambia el calendario. Las fuentes consultadas por eldiario.es sostienen que, a nivel estatal, las negociaciones “van bien”. La urgencia de cerrar el acuerdo para las generales puede favorecer otros acuerdos.

Dudas por el candidato de En Comú e incendio en Galicia

Con quien no hay posibilidad de acuerdo es con Compromís en la Comunidad Valenciana. La coalición que lideran Mónica Oltra y Enric Morera cree que tendrá más posibilidades en solitario que repitiendo su coalición con Podemos (2015) a la que se sumó luego IU (2016).

Más importante, tanto numérica como políticamente, es lo que pueda ocurrir en Catalunya. La alianza con Ada Colau sí mantiene su vigencia pero, en este caso, el adelanto electoral puede haber trastocado los planes iniciales.

La idea, según las fuentes consultadas por eldiario.es, es que la candidatura de En Comú fuera encabezada por el actual tercer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Asens. Abogado de profesión, forma parte del núcleo de confianza de Pablo Iglesias aunque se desligó de los órgano de Podemos hace tiempo.

Asens forma parte de la lista que Colau ha presentado para repetir en las municipales de mayo. La idea era que saltara al Congreso más adelante. Ahora los planes se están replanteando y suenan dos nombres: Joan Mena, actual diputado de la confluencia catalana, y Gerardo Pisarello, quien en principio iba a ocupar un puesto en la lista a las europeas, pero alejado de los primeros lugares.

Peor están las cosas en Galicia. La confluencia En Marea se ha roto y la escisión parece inevitable. Por un lado, los fieles al partido instrumental que comanda el portavoz en el Parlamento autonómico, Luis Villares. Por otro, los partidos que en 2015 lanzaron la plataforma (Podemos, Esquerda Unida, Anova) y los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol.

La posibilidad de que haya dos candidaturas en las próximas generales es real. Una, la heredera del espíritu de 2015 y que se integraría de nuevo en un futuro grupo confederal, tendrá como cabeza de cartel al secretario general de Podemos en Galicia, Antón Gómez-Reino. Su todavía compañera de escaño, Alexandra Fernández, sería su principal rival.

Más Madrid: fuera del foco hasta mayo

El adelanto electoral deja en un segundo plano hasta el 28 de abril las campañas autonómicas y municipales que ya habían empezado y se verán engullidas por el marco nacional. En Madrid, como en otros territorios, se había activado la maquinaria y todos los partidos contaban con enfrentar una larga carrera de fondo que estaba abocada a disputarse en el ring nacional, como pasó con las últimas campañas andaluzas.

El nuevo calendario rompe con esos tiempos y aleja del foco mediático conflictos como el que han abierto en canal a Podemos en Madrid. En la gestora que dirige a nivel regional el partido están convencidos de que este escenario les favorece porque lo que pase en Madrid “no será lo importante”. En la Comunidad de Madrid aún tienen que cerrar decisiones nada desdeñables como nombrar una candidata, encajar la confluencia con Izquierda Unida e intentar aliarse, al final, con Errejón bajo la marca Unidas Podemos.

A Más Madrid, la plataforma que agrupa a Manuela Carmena e Iñigo Errejón, la convocatoria electoral también le ha trastocado los planes. El adelanto electoral reduce, según fuentes cercanas al candidato autonómico, la presión sobre la celebración de primarias en febrero, ralentiza los tiempos y abre la puerta a plantear una campaña más micro en barrios mientras se disputa el liderazgo nacional. Pero también obliga a la organización, ya constituida como partido, a tomar una posición respecto a la campaña electoral en las generales.

La idea inicial es que el cofundador de Podemos se mantenga al margen de la campaña de Pablo Iglesias y utilice la ola nacional para demostrar que “Madrid es otra”. “Estoy centrado en otras elecciones”, avanzó el exdiputado en una entrevista en La Sexta antes de que Pedro Sánchez confirmara la fecha del adelanto electoral, en la que descartó extender a nivel nacional la plataforma compartida con Carmena.

Según su entorno, el hecho de que dejara el acta de diputado, pese a que aún se define como parte de Podemos, aleja de facto al cofundador de Podemos de los posibles resultados que obtenga el partido el 28 de abril. Mientras en Podemos consideran que el adelanto electoral, sin acuerdo aún cerrado para una candidatura conjunta, “tapa” la estrategia de Errejón.