El policía de la caja B relata cómo el jefe de la brigada política del PP boicoteó su investigación con un traslado forzoso

Pedro Águeda

25 de marzo de 2021 19:48 h

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El inspector jefe Manuel Morocho, responsable policial de las investigaciones Gürtel y caja B, ha relatado esta tarde en el Congreso cómo el jefe operativo de la Policía en tiempos del PP, Eugenio Pino, jefe de la brigada política, le obligó a compatibilizar su destino en la UDEF, a cargo de los casos de corrupción de la formación conservadora, con una nueva ocupación en la Dirección Adjunta Operativa. “Suponía una barrera más al curso de la investigación”, ha dicho ante la comisión de investigación de Kitchen sobre lo que ha definido como una intencionada “sobrecarga de trabajo”.

Morocho es un testigo clave en el caso de espionaje a Bárcenas porque cualquier investigación acerca de dónde escondía el dinero el ex tesorero del PP o sus testaferros debería haberse puesto en su conocimiento y el del juez Pablo Ruz si de verdad esos fueran sus objetivos, como defienden los imputados, y no un operativo “parapolicial” para sabotear la investigación de la financiación irregular del PP en beneficio de dirigentes del PP, como considera el juez y la Fiscalía Anticorrupción. “El objetivo era sacarme de la unidad y trasladar al Ministerio que yo ya no trabajaba en la UDEF para calmar”, ha dicho Morocho.

Los policías imputados intentaron blanquear la maniobra de espionaje a Bárcenas introduciendo datos “sesgados”, según el término utilizado por Morocho, en una base de datos policial. Esa maniobra de blanqueo es así denunciada por Fiscalía y juez. Sin embargo, el portavoz del PP, Eloy Suárez, se ha alineado con ese proceder de los imputados y de su condición exculpatoria de los mismos durante su intervención de ataque al compareciente, al que ha acusado de trabajar contra el Partido Popular.

El inspector jefe Morocho ha explicado que puso aquel traslado en conocimiento del juez Ruz y la Fiscalía. También ha explicado que el comisario Pino no le dio ninguna opción y que aquella “sobrecarga de trabajo” dificultó mucho su trabajo de investigación en los casos de corrupción del PP.

El policía ha dicho que en tiempos del PP se le ofrecieron tres destinos desde la cúpula policial para que dejara el caso de corrupción del Partido Popular, incluso en la empresa privada.

El informe contra Podemos “no era neutral”

El traslado fue a la Brigada de Análisis de Revisión de Casos (BARC) de la DAO, uno de los instrumentos de la brigada política que fue disuelto con el cambio de Gobierno. Allí se le encargó, entre otros asuntos, analizar el documento Pablo Iglesias Sociedad Anónima (PISA), que Morocho ha dicho que incluía fuentes “cerradas y abiertas” que le impedían construir una “trazabilidad” de las mismas y que desconfió de su procedencia.

“Se incluían una serie de notas, informaciones, titulares con una visión no neutral ante el punto de vista político de lo que se manifestaba”, ha dicho sobre el documento “apócrifo” sobre Podemos y Pablo Iglesias. Además, descartó delitos que allí se apuntaban porque Podemos, partido al que no llegó a mencionar, estaba en fase de formación en el periodo aludido y no le afectaba la Ley de Partidos Políticos. El informe PISA contra Podemos, ha dicho, se redactó “con el fin de provocar el inicio de algo más”. “Se me dijo que si (el informe) iba con mi carnet profesional iba a tener más credibilidad”, ha añadido.

“Presiones” durante el mandato de Marlaska

Morocho ha denunciado la situación actual de la UDEF, ya con el Gobierno del PSOE. Edmundo Bal, de Ciudadanos, le ha preguntado por una información de elDiario.es acerca de que su petición de destino en Huesca se produce después de que los actuales jefes de la Unidad y de la Policía no le han ofrecido ningún puesto en su especialidad. Morocho ha contestado con “un dato revelador” y ha explicado que el juez De la Mata el año pasado, 2020, ordenó que sus informes sobre la caja B del PP no fueran puestos en conocimiento de sus superiores y entregados directamente al juzgado.

A preguntas del portavoz de EH Bildu, Morocho ha dicho que ha tenido “presiones” en su trabajo hasta la actualidad y que el grupo de una decena de agentes que trabajaron con él ya solo quedan cuatro. “No hay un reconocimiento a la labor que se ha hecho, con sus defectos y virtudes. Hay una desafectación y no hay un estatus (en la UDEF) atrayente a personas que quieran ir allí”, ha añadido.