Lanzamientos de objetos, insultos, escupitajos, “miedo real”, “violencia de la más extrema” y pasividad policial. Así describieron distintos miembros de Ciudadanos los incidentes del Orgullo del pasado sábado, cuando fueron increpados por asistentes a la manifestación. Ahora se ha conocido que un informe policial, elaborado por la Jefatura Superior de Policía de Madrid, contradice esta versión.
Lo desvela este martes El País y apunta a un documento en el que se niega que se produjeran agresiones físicas y tilda de “aislado” el lanzamiento de una botella de plástico vacía que no tuvo repercusiones. Asegura que solo hubo insultos y el lanzamiento de agua.
La Policía, según esta información, elaboró el lunes un informe tras las acusaciones por parte de Ciudadanos, en concreto de Begoña Villacís, de fallos en el dispositivo policial. La vicealcaldesa aseguró que solo iban acompañados de municipales mientras que los nacionales tardaron mucho en llegar. Atendiendo al informe, la Jefatura contradice esta descripción de lo ocurrido, al asegurar que iban acompañados en todo momento por agentes de paisano. Una protección que había solicitado el propio jefe de seguridad del partido.
El informe va un paso más allá y acusa al partido de no seguir “en ningún momento” las órdenes policiales ni sus consejos. Así en al menos tres ocasiones. Cuando se produjo la sentada para parar al grupo de Ciudadanos, la Policía descartó intervenir debido a que se hubiera producido más “alteración ciudadana” de la que se preveía evitar. Durante este bloqueo de hora y media, el informe concluye que solo hubo disparos de agua con pistolas de juguete.
Así, concluye el informe, cuando se decidió que salían de la marcha, apenas quedaban grupos aislados que les increparon, sin siquiera contacto físico. La Jefatura considera que la protección de paisano era suficiente y acorde a lo ocurrido y que en todo momento estaban arropados por el equipo de seguridad de la organización.