Cuando se cumplían ya seis lunes sin rueda de prensa en el PP y no había ninguna previsión de que Génova fuera a hacer una excepción, Esteban González Pons ha ofrecido esta mañana una comparecencia y después se ha sometido a todas las preguntas que le han dirigido los periodistas. En ella ha asegurado que el partido “mantiene su más absoluta confianza en la honorabilidad” de Jesús Posada, presidente del Congreso. Para proteger a la tercera autoridad del Estado y desviar el foco informativo situado sobre él, el PP remite a la empresa Varma S.A., una distribuidora de bebidas dirigida por la familia de la esposa de Posada que utilizaron para esconder el dinero negro del que dispusieron en la década de los 80. González Pons aseguró que esta compañía “ofrecerá las explicaciones” y no quiso añadir ningún otro comentario sobre esta información.
González Pons fue el dirigente del PP designado a última hora para comparecer ya que Dolores de Cospedal ejerce estos días de embajadora en Londres de su comunidad autónoma y Carlos Floriano viaja esta semana para asistir a diversos actos en Argentina y Chile. Junto a él bajó Javier Arenas aunque sólo estuvo unos minutos porque quería preparar su reunión de esta tarde con alcaldes de la Comunidad de Madrid. Después del silencio informativo declarado en Génova, González Pons intentó justificarlo. Para las próximas semanas, no se comprometió a mucho ya que dijo que habrá ruedas de prensa “en principio y salvo que lo impidan las circunstancias”.
Sobre lo primero que quiso opinar fue sobre los resultados del último CIS, que sitúa la corrupción como segundo problema para los españoles. En su opinión, la crisis de confianza en los políticos y las instituciones no se entiende sin la económica, por lo que pronóstico que una mejorará cuando lo haga la otra.
El CIS, Ada Colau y los “falsos políticos”
González Pons usó el CIS como excusa y explicó que “sin políticos, no hay política”. Cuando consideró aclarado este punto, dijo que “si se fueran los actuales políticos, los que vendrían después también lo serían”. Aunque no llegó al extremo de Cristina Cifuentes, que situó a Ada Colau en el entorno de ETA, González Pons se refirió a los “políticos disfrazados” que dicen no ser políticos profesionales. Según la lógica de González Pons, los que niegan dedicarse a la política son “los más peligrosos de todos”. El vicesecretario del PP no se quedó ahí y se refirió a los escraches como el que se hizo frente a su casa. Explicó que asume su obligación de aguantar las críticas y protestas pero no que estas afecten a sus familiares. González Pons contó además que el viernes pasado llamó por teléfono a Soraya Sáenz de Santamaría cuando se hizo otro frente a su domicilio en Madrid pero no quiso dar detalles de la conversación.
Compromís y el látigo de la oposición
El valenciano también ha aprovechado la rueda de prensa para pedir la dimisión de un asesor de Compromís, que ha aparecido con una camiseta de protesta en la que se le ve azotando a la alcaldesa de Valencia. Ahí González Pons habló de “violencia efectiva” contra Rita Barberá y dijo que la democracia exige que se condene un acto así. Para darle más gravedad, mezcló el episodio con la violencia de género y el machismo, con lo que equiparó el acto de llevar una camiseta de protesta con un ataque violento a una mujer.
Declaraciones de renta de la cúpula del PP
Ya metido en el capítulo de Luis Bárcenas, González Pons ha protestado porque el juez Pablo Ruz duda de que el PP pueda ser considerado acusación particular. Ha insistido en que en este caso, el PP “es un perjudicado” y ha dicho no compartir la opinión del juez y que el partido “no se puede quedar sin representación” en el juicio. Sobre el otro proceso, la demanda de Bárcenas por despido improcedente, ha opinado que al PP le vendría mejor “que fuera mañana” pero ha avanzado que el partido no hará ningún movimiento para negociar con Bárcenas.
En materia de transparencia interna, González Pons avanzó que las declaraciones juradas sobre los ingresos y el patrimonio de los dirigentes del PP que aún faltan por publicarse se colgarán en la web en los próximos días, cuando decida Cospedal. Preguntado sobre la renuncia a una auditoría externa hecha a fondo, González Pons se ha escudado en que ninguna puede ser más profunda que una investigación judicial como la que hay en curso. También ha prometido que el PP enviará al juez Ruz “toda la información requerida que hay obligación legal de conservar” y “alguna más” que guardan archivada sobre la contabilidad del PP.
Interferencias en el trabajo del juez Castro
Preguntado por la marcha de Iñaki Urdangarin a Qatar y el permiso de la Fiscalía para que viaje fuera de España, González Pons no quiso opinar más allá de declararse convencido de que “ningún miembro de la Familia Real dejará de acudir si es requerido por la Justicia”. A quien sí criticó aunque sin nombrarlo fue a su compañero de partido Vicente Martínez Pujalte por atribuir al “afán de protagonismo del juez” la imputación de la hija del rey. González Pons dijo que hay que dejar trabajar al juez Castro “sin interferencias” y que el PP lo respalda.