El PP aseguró que sería “inflexible” con los afiliados de Nuevas Generaciones que exhibieron símbolos o actitudes fascistas el pasado verano. Cuatro meses después, solo se ha dado un primer paso: la apertura de expedientes informativos. Pero esos expedientes aún duermen en un cajón de la calle Génova. Según la formación política, todos se encuentran en “fase de alegaciones” para dar su versión a la dirección de la formación juvenil.
Sus casos se verán en un próximo Comité de Derechos y Garantías, que no tiene ninguna periodicidad establecida ni se ha decidido aún cuándo se convocará. El PP no facilita los estatutos de NNGG para detallar qué artículos concretos han incumplido sus cachorros ni el régimen disciplinario que recoge las sanciones.
La mayoría de los casos, seis, son por saludar al estilo fascista o posar con banderas preconstitucionales con su correspondiente aguilucho. Si se atiende al origen, gana la Comunidad Valenciana ya que cinco de ellos viven allí. Es el caso de Óscar Rodríguez, de Paterna, que sí fue expulsado automáticamente de la formación después de fotografiarse brazo en alto. Pero no fue ésa la causa. A Rodríguez se le echó con prisas porque militaba en otras formaciones además de en el PP.
El joven aspiraba a presidir NNGG en Paterna, pero tuvo que retirar su candidatura cuando trascendieron las imágenes que había colgado en Facebook. Además de imitar el saludo nazi, Rodríguez difundió otra foto suya en la que posaba con los calzoncillos medio bajados.
Xesco Sáez, presidente de NNGG de Xàtiva, y Daniel Terrades, secretario de organización en Gandía, también tuitearon imágenes haciendo el saludo nazi. La organización juvenil recomendó entonces “no hacer caso a publicaciones extrañas porque el correo y la cuenta de Sáez han sido hackeados”. No coló. Poco después era el mismo presidente del PP de Valencia, Alfonso Rus, quien la daba por buena aunque le quitó hierro al calificarla de “chiquillada”. Rus le exigió que se disculpara públicamente.
Por ese mismo trance tuvo que pasar Jorge Roca, secretario de deportes del PP de Xàtiva, después de posar con una bandera española decorada con símbolos nazis. Terrades también hizo el saludo falangista. En su caso, fue su forma de homenajear a los caídos del bando franquista en la Guerra Civil. Otra joven valenciana, Carmen Melissa, conjuntó su polo rojo ribeteado con la bandera española con una enseña franquista. Melissa sigue siendo concejal de las áreas de Juventud y Sanidad en la localidad de Canals.
Si todos los anteriores se han jugado su militancia por una foto, otros dos jóvenes de NNGG en Ciudad Real optaron por la exaltación franquista mediante loas al dictador a través de sus cuentas de Twitter. Antonio Pozo situó en 1936 “el comienzo de la conquista de España”. Ángel Lara se explayó más: “Cosas que queremos que vuelvan: Franco. Aunque morirá cuando vea en lo que se ha convertido España”.
Violencia contra el aborto
Otros dos cachorros del PP demostraron en las redes sociales su conservadurismo sobre el aborto y la homosexualidad. Andrea Hermida, una joven que presumía en falso de ser coordinadora de NNGG en Vigo, tuiteó lo siguiente: “Respetar a los homosexuales? Por supuesto que los respeto. No hacen daño a nadie, solo a si mismos. A ver si algún día descubren la cura”. Inmediatamente fue desautorizada por sus superiores, que negaron compartir sus opiniones ni que éstas fueran representativas en la organización juvenil.
Para mostrar su oposición al aborto en las redes sociales, a Pedro Gutiérrez no se le ocurrió otra cosa que hacer apología de la violencia machista. El joven, de NNGG de Badajoz, proclamó: “Por mí, como si vuestros novios os abortan a palazos mientras no salga de mi dinero ... hacer lo que queráis”.
Ataques a Alberto Garzón
Según fuentes del PP, Gutiérrez tiene “todos los números” para ser expulsado próximamente. También corre ese riesgo Jaime A. Mora, quien amenazó al diputado Aberto Garzón en Twitter. Poco después de conocerse el fallo del Tribunal de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, Mora acusó al diputado de IU de “ponerse del lado de los terroristas”. Un minuto después, lo llamaba “gilipollas”. En un tercer tuit, Mora se despachaba: “Aunque pensándolo bien, matarte a ti o a todos los de tu calaña nos va a salir igual de caro. Igual no va ser tan malo ... Payaso”.
NNGG hizo público un comunicado en el que señalaba que Mora había infringido los estatutos internos y que su reglamento disciplinario considera “falta muy grave atentar contra cualesquiera de los derechos y deberes fundamentales recogidos en la Constitución”. El castigo para las faltas consideradas muy graves va desde la suspensión de militancia por un periodo entre cuatro y seis años, la inhabilitación para desempeñar cargos o representar al partido y la expulsión definitiva de NNGG.