Los jueces más cercanos al PP en el Tribunal Supremo tomaron la decisión de escoger a Cándido Conde Pumpido como instructor del caso contra Rita Barberá. La elección del exfiscal general del Estado se considera, en círculos próximos a Génova 13, como un ejercicio de presión para que la exalcaldesa de Valencia dé su brazo a torcer y presente su dimisión como senadora.
La veterana política del PP tiene ahora solo tres opciones judiciales: presentar un recurso de súplica ante el Supremo (con excasas posibilidades de éxito), recusar a Pumpido o dimitir. El abandono de sus cargos en el Senado supondría de facto que el alto tribunal dejaría de ser el competente en la causa abierta contra la exalcaldesa. Sin embargo, Barberá se resiste por el momento a transitar ese camino.
Fuentes del Supremo consultadas por eldiario.es señalan que el nombramiento de Pumpido “responde al cumplimiento de un sistema de turnos que se aplica de manera inalterable”.
La decisión de abrirle un procedimiento a Barberá fue adoptada de manera unánime por una sala del Supremo, gobernada en su mayoría por jueces próximos a la formación que dirige Mariano Rajoy.
Pumpido tiene a sus espaldas más de 40 años como magistrado y su etapa de fiscal general en la época de Zapatero conforma solo una pequeña parte de su currículum. Durante el desempeño de su trabajo como juez participó en sentencias que han supuesto penas de cárcel para cargos del PSOE como la exalcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez o el exalcalde de Sabadell, Manuel Bustos.
Pumpido esperará a las elecciones del 25 de septiembre para llamar a declarar a Rita Barberá. Es costumbre del Tribunal Supremo no tomar decisiones que puedan inmiscuirse en campañas electorales en curso.
La designación de Conde-Pumpido ha sido valorada este miércoles por la diputada Celia Villalobos que recomendó a Barbera que dimita “a toda leche”. “Como confío en los jueces, pero no en Conde Pumpido, espero que lo consiga resolver ella”, aseguró Villalobos.