El PP mantiene un discurso contradictorio respecto a la inmigración para, por un lado, pugnar con Vox por el electorado más ultra y, por otro, atender las situaciones reales de las comunidades en las que gobierna. Este lunes el partido de Alberto Núñez Feijóo azuzaba ese discurso más extremo arremetiendo contra las vacaciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que exige que solucione lo que denomina “una crisis migratoria” con el “epicentro” en Canarias. A la vez, el Ejecutivo autonómico de las islas, del que forma parte el PP, ha reclamado, sin éxito, la ayuda del resto de regiones, en una situación calcada a la de otro de sus feudos populares, como Ceuta. Pero hace solo un mes el propio PP tumbó junto a Junts la reforma de la ley de extranjería para sistematizar la solidaridad interterritorial en la acogida de menores migrantes.
La formación de Feijóo advierte desde hace semanas de una inminente “avalancha” de personas llegadas desde las costas del África continental a Canarias que, de momento, no se ha producido. O no al menos en los términos anunciados. Los de Feijóo señalan la supuesta inacción del Gobierno ante la “saturación” de los servicios de acogida que denuncian el presidente autonómico, Fernando Clavijo, y su vicepresidente, Manuel Domínguez, líder del PP en las islas.
Este lunes lo hizo la portavoz accidental del PP este mes de agosto, la dirigente Ana Alós. La responsable de Igualdad y Política Social arremetió contra Sánchez por estar “tumbado en la hamaca en Lanzarote”. “Que entre hamaca y paseo por mercadillo haga un hueco para recibir al presidente de Canarias”, dijo en declaraciones a los medios de comunicación en Jerez tras reunirse con representantes de la oposición venezolana.
Alós lamentó que Sánchez no aproveche su estancia en Canarias para reunirse con el presidente insular, mientras que sí viajó a Vitoria para verse con el nuevo ‘lehendakari’, Imanol Pradales, y que haya recibido en el Palacio de La Mareta al recién investido ‘president’ de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa.
Clavijo, efectivamente, pidió la semana pasada que Sánchez se reúna con él durante su estancia en Lanzarote porque, dijo, tienen “muchas cosas de las que hablar”. Días después, un senador del PP tachó de “chulo” al presidente del Gobierno por no aceptar la petición del presidente insular.
El Gobierno lleva meses intentando pactar la sistematización del reparto de menores migrantes e incluirlo en la ley para agilizar y facilitar la acogida de los chavales por todas las comunidades autónomas. Pero las comunidades gobernadas por el PP han bloqueado una y otra vez la propuesta, que cuenta con el visto bueno del Ejecutivo autonómico.
El pasado mes de julio, de hecho, el Gobierno convocó a principios de julio una Conferencia Sectorial de Infancia en Lanzarote, a la que no asistieron físicamente muchos responsables autonómicos. Los consejeros del PP llegaron a plantar al Ejecutivo de Clavijo y Domínguez en una visita a un centro de acogida de menores.
El PP usó la reunión para desbloquear el reparto de 347 menores que ya estaban previamente asignados a sus respectivas regiones, pero bloqueó el traslado a la Península de otros tantos chavales y rechazó hacerlo obligatorio por ley. Después de cuatro horas de reunión, y del plantón a la Consejería de Bienestar Social, los consejeros del PP decidieron aplazar su decisión sobre la reforma de la ley de extranjería para ''estudiar mejor el texto''. Dos semanas después, el PP votó en contra en el Congreso.
El motivo esgrimido es la falta de concreción de la financiación que el PP exige al Gobierno central, desde donde insisten en que apoyaran con fondos a las autonomías para la acogida de los menores. De hecho, de los 396 menores que debían ser reubicados en centros de la Península el año pasado, solo fueron trasladados 67. Y eso que se distribuyeron entre los gobiernos autonómicos 20 millones de euros para la acogida.
Este lunes, Alós volvió a insistir en que el dinero es el principal escollo. O, al menos, el único que el PP concreta en público. Tras decir que “las comunidades autónomas han estado ejerciendo su solidaridad en la acogida de menores”, se preguntó: “¿Qué va a hacer Sánchez, aparte de estar de vacaciones durante todo este mes. Cuánto dinero está dispuesto a poner encima de la mesa?”.
El mismo discurso xenófobo que la extrema derecha
El PP ha decidido hacer de la política migratoria una de las principales armas contra el Gobierno, después de que fallaran otras premoniciones lanzadas durante esta legislatura. El auge de formaciones ultras abiertamente xenófobas que compiten en el mismo campo social que el PP, como Vox o Se acabó la fiesta ha agudizado el discurso del principal partido de la oposición, cuyo líder, Alberto Núñez Feijóo, relacionó directamente migrantes y delincuencia en la campaña de las elecciones catalanas del pasado mes de mayo.
El partido ha dado un paso hacia adelante en su discurso xenófobo de la mano de uno de sus principales expertos en la materia, el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, quien interrumpió sus vacaciones para poner un tuit en el que señalaba directamente y por su origen a un grupo de personas como presuntos y potenciales delincuentes. “Esto acabará como Francia antes que después. Al tiempo”, dejó escrito este lunes en la red social.
A Albiol le respondió la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, quien acusó a Albiol de incitar a la violencia ultra, tal y como ha ocurrido recientemente en Reino Unido. El alcalde catalán le reprochó en su respuesta que el Gobierno central no atienda a los migrantes.
El líder del PP en Canarias y vicepresidente autonómico, Manuel Domínguez, dijo hace una semana que su partido está dispuesto a negociar en agosto la reforma de la ley de extranjería. Domínguez hizo estas declaraciones 15 días después de que su formación política tumbara junto a Junts en el Congreso la propuesta para el traslado obligatorio a menores no acompañados desde las islas hacia la Península. Alós no hizo ningún comentario al respecto este lunes.