Una vez oficializada la elección de Alberto Núñez Feijóo como nuevo presidente del Partido Popular, la formación conservadora parece haber superado la crisis sin precedentes que vivió en los dos últimos meses por la pelea encarnizada entre el anterior líder, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que acabó forzando la renuncia del primero. En el caso de que se celebraran ahora unas elecciones generales el PP sería la primera fuerza del país. La llegada de Feijóo ha relegado al PSOE a la segunda posición y sigue reduciendo las expectativas de voto de Vox, el partido con el que los populares pugnan por el mismo electorado de derechas desde hace cuatro años.
La encuesta realizada por Simple Lógica para elDiario.es entre los días 1 y 7 de abril –Feijóo fue designado presidente del PP el día 2– catapulta a la principal fuerza de la oposición. Los populares no acusan ningún desgaste por el acuerdo de coalición alcanzado con Vox en Castilla y León que ha permitido que, por primera vez, la extrema derecha entre en un gobierno autonómico, un acontecimiento inédito en toda Europa. El PP se dispara y crece 4,7 puntos respecto al sondeo de marzo, llegando a una estimación de voto del 27,9%. Estas cifras sitúan a los populares casi ocho puntos por encima del resultado que obtuvo Pablo Casado en las generales de noviembre de 2019.
La de abril es la mejor cifra que obtiene el PP en una encuesta del citado instituto desde aquellos comicios, pero no supone ni mucho menos el mayor margen respecto a los socialistas. En junio, cuando Casado aún seguía al frente del partido y no se vislumbraba la crisis que acabaría destronándole, los populares también se situaron en primera posición, pero entonces lograron una diferencia de más de cuatro puntos respecto a la que hoy día es la principal fuerza en el Congreso de los Diputados. El sondeo dio entonces un 27,1% de apoyos para el PP frente a un 23% del PSOE.
Ahora, aunque con menos diferencia que hace diez meses, el principal perjudicado por el alza del PP de Feijóo es también el socio mayoritario del Gobierno, el PSOE. La formación del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se sitúa como segunda fuerza y retrocede 3,6 puntos respecto al estudio realizado por esta misma empresa demoscópica el mes pasado. Los socialistas se quedarían con el 27,2% de los votos, siete décimas por debajo del partido de Feijóo y con 1,1 puntos de apoyo menos que los que obtuvieron en las urnas hace ya casi tres años. La encuesta, con una muestra de 1.048 entrevistas telefónicas, augura así que el PSOE no lograría capitalizar la irrupción de la extrema derecha en el Gobierno castellano y leonés, si bien el estudio se realizó una semana antes de la investidura de Alfonso Fernández Mañueco.
También retrocede Vox, que hace tan solo dos meses rozaba el 20% de los votos –19,8%, en el sondeo de febrero–, pero que ha ido cayendo hasta el 17,6% de abril, tras perder también otro punto de febrero a marzo, cuando logró el 18,8% de los apoyos en la encuesta realizada por Simple Lógica. Aunque la diferencia no es demasiado acentuada, los de Santiago Abascal empiezan a acusar la renovación en la cúpula del PP. Uno de los principales objetivos de Feijóo es, de hecho, conseguir que todos aquellos votantes que en los últimos años abandonaron a los populares y se fueron a Vox regresen a la formación conservadora, algo que también quiso Casado durante su breve mandato pero que no logró materializar en las encuestas.
Transferencias de voto en las derechas
No obstante, la principal transferencia de voto entre las distintas fuerzas políticas se produce del Ciudadanos al PP. El 31,8% de los ciudadanos que en 2019 apoyaron al partido de Inés Arrimadas ahora se decantarían por los populares. Pero el 11,9% de los encuestados que entonces votaron al partido que entonces dirigía Casado aseguran que ahora lo harían a la extrema derecha, frente al 10,9% que hace tres años votaron al partido de Santiago Abascal y ahora aseguran que respaldarán al nuevo PP encabezado por el aún presidente de la Xunta de Galicia. Los populares también recibirían ahora los votos de un 6,7% de los electores que en las últimas generales se decantaron por apoyar a Pedro Sánchez.
A la izquierda del PSOE se produce una recuperación tanto de Unidas Podemos como de Más País. El socio minoritario del Gobierno crece un punto y pasa del 10,4% de estimación de voto del sondeo de marzo al 11,4% actual, aunque sigue lejos del 13% que logró en las generales de 2019. La formación confederal no sufre ningún desgaste por las discrepancias internas respecto al envío de armas a Ucrania que se dieron en marzo y se ve recompensado por el electorado tras haber conseguido incluir sus principales propuestas en el plan para hacer frente a las consecuencias del conflicto aprobado por el Ejecutivo.
El partido de Íñigo Errejón, por su parte, pasa del 2,7% de marzo al 3,6% de abril, mientras Ciudadanos apenas logra recuperarse de su hundimiento y tan solo mejora en una décima el resultado del mes pasado, llegando al 2,5% de los votos, 4,4 puntos por debajo de las elecciones.
Yolanda Díaz desbanca a Feijóo como la mejor evaluada
Los porcentajes de transferencia de votos entre fuerzas de la izquierda son menos acentuados que en la derecha. Solo el 2,5% de los ciudadanos que en 2019 apoyaron al PSOE lo harían ahora por Unidas Podemos, y únicamente el 6,4% de los votantes del grupo confederal se pasarían a los socialistas. Más País, por su parte, recibe un 5,8% de los votos que hace tres años logró la alianza que aúna a Podemos, IU y otros partidos.
En cuanto a la popularidad de los líderes de los distintos espacios políticos la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y candidata de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, logra desbancar a Feijóo de la primera posición que logró en el estudio anterior. Ahora el líder del PP se sitúa empatado con Pedro Sánchez. Díaz obtiene un 40,5% de aprobación, frente al 37,1% de Sánchez y Feijóo, aunque el nuevo presidente de los populares es el que recoge un menor porcentaje de desaprobación, el 42,8%, que contrasta con el 49,7% que desaprueba a la vicepresidenta segunda y el 57,7% que censura la actuación del jefe del Ejecutivo.
En la tabla de aprobación el ránking lo completan el líder de Más País, Íñigo Errejón, con un aval del 33,7%; la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, a la que aprueba el 24,5% de los encuestados; el ministro de Consumo y líder de IU, Alberto Garzón, con un 21,9% y el líder de Vox, Santiago Abascal, al que dan el aprobado un 19,1% de los sondeados. En la cola se sitúa la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, que logra el beneplácito del 13,1% de los españoles. Abascal es, no obstante, el dirigente más censurado: desaprueba su gestión el 72,3% de los ciudadanos.