El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha cargado hoy contra la “improvisación” del Gobierno de Manuela Carmena en la implantación de Madrid Central mientras que la portavoz socialista Purificación Causapié pide diálogo con colectivos afectados como comerciantes.
El concejal del PP se ha hecho eco de las quejas de la nueva plataforma de afectados por Madrid Central, formada por asociaciones de comerciantes, hosteleros y trabajadores del ocio y el hospedaje y ha subrayado que el Consistorio pretende cerrar al tráfico una zona con población equivalente a “capitales de provincia”.
“Esto va a ocasionar problemas logísticos muy importantes, pero también importantes pérdidas a comerciantes del 40 %”, ha asegurado Martínez-Almeida en declaraciones a los periodistas desde la sede de CSIF en Madrid, donde se ha reunido con representantes de este sindicato.
“Frente al modelo de restricción de Ahora Madrid, el PP defiende un modelo de alternativas y de diversidad modalidades de transporte que no pase por ahogar las necesidades de movilidad de los madrileños”, ha argumentado el concejal madrileño.
Por su parte la portavoz del PSOE-M en Madrid, Purificación Causapié, ha defendido la necesidad de dialogar con los diferentes colectivos y de garantizar que podrán acudir a Madrid Central personas con discapacidad en su vehículo, así como facilitar la llegada de los trabajadores en el distrito Centro.
La edil socialista ha recordado que la puesta en marcha de Madrid Central está entre las prioridades de su grupo, y ha pedido que tenga un proceso de ejecución “adecuado”.
Causapié se ha mostrado favorable a tener en cuenta “las necesidades del reparto”, pero ha pedido también que las empresas de reparto se impliquen en las necesidades de la ciudad, como la de reducir la contaminación en el centro.
“Creo que algunas están en la reflexión de hacer los procesos de adaptación y en todo caso hay que hacer un diálogo compartido para facilitar que Madrid sea una realidad sin problemas”, ha añadido la edil madrileña en declaraciones a los periodistas durante una visita a un centro de mayores en Moratalaz.
Una treintena de asociaciones de comerciantes, hosteleros, transportistas y empresarios del ocio y el hospedaje se han agrupado en una plataforma de afectados para pedir la paralización de Madrid Central, que desde el 23 de noviembre impedirá el tráfico privado de los no residentes en el centro a excepción de vehículos Eco y Cero Emisiones.
Estas asociaciones quieren retrasar la entrada en vigor de las restricciones y advierten de que la exigencia de renovar la flota a corto plazo -en 2020 no podrán acceder los vehículos ligeros de reparto que carezcan de distintivo ambiental- generará problemas de abastecimiento y sobrecostes en los comercios y establecimientos del centro.
Según la nueva ordenanza de movilidad sostenible, que previsiblemente se aprobará el próximo viernes, a partir de 2020 no podrán acceder a Madrid Central los invitados, dueños de garaje, vehículos ligeros de reparto o carsharing sin distintivo ambiental, una restricción que llegará también a las personas con movilidad reducida en 2025, salvo que los vehículos estén adaptados.