Una pantalla gigante ha reabierto las fricciones entre la Comunidad de Madrid y la Delegación del Gobierno. Es decir, entre Ignacio González y Cristina Cifuentes. Ambos del PP. En esta ocasión, la alcaldesa, Ana Botella, ha disfrutado del patrón de Madrid, San Isidro, incólume a esta polémica.
De momento. Porque en las últimas semanas, la Delegación y el Gobierno regional han chocado por las manifestaciones en la puerta del Sol –causa a la que se acabó sumando el Ayuntamiento tras el 22M–; Esperanza Aguirre y el municipio, después de darse a la fuga la presidenta del PP madrileño de unos agentes de movilidad; la gestión municipal de la huelga de barrenderos; y, hace más tiempo, por las competencias de cada una de las tres administraciones en el Madrid Arena.
Este quítame allá esa pantalla gigante es el último de los enfrentamientos públicos que está viviendo el PP en Madrid entre sus instituciones, a un año de las elecciones municipales y autonómicas que, según las encuestas, se presentan difíciles para revalidar las mayorías absolutas. Es decir, con 12 meses por delante para ir cogiendo el mejor sitio de salida posible para aspirar a un cargo que, a día de hoy, no tiene nombre.
En esta ocasión, el Gobierno regional quería instalar un pantallón, patrocinado por Mahou, en la puerta del Sol para seguir la final de la Champions, que enfrentará el 24 de mayo a Real Madrid y Atlético de Madrid. “Pretendíamos simplemente hacer una fiesta del deporte ese día, es la primera vez en 60 años en la historia de la competición que tenemos la suerte de tener los dos mejores equipos del mundo y las dos mejores aficiones del mundo”, ha explicado este jueves Ignacio González.
Pero en la Delegación del Gobierno lo han visto de otra manera. “¿A alguien se le ocurriría concentrar en la plaza de Mayo de Buenos Aires a las aficiones de River y de Boca, o en cualquier plaza londinense a los seguidores del Arsenal y del Chelsea para ver un partido?”, se ha preguntado Cifuentes, quien ve “un altísimo riesgo” en juntar a los seguidores. Cuando un derby como este se celebra en Madrid, las aficiones se sientan separadas en los estadios, los cuales, a diferencia de la puerta del Sol, tienen prohibida la venta de alcohol, remacha la Delegación, que había derivado el asunto al Ayuntamiento y la Junta Electoral. Este último organismo, según el portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria, se inclinaba por no vetar este acto previsto para la jornada de reglexión.
González, quien ha calificado de “desafortunadas” la comparación de Cifuentes con otras aficiones “muy violentas”, ha decidido cambiar de planes: “Nosotros, evidentemente, a la vista de la posición de la Delegación de Gobierno no instalaremos la pantalla que teníamos prevista, como es lógico, después de lo que estamos oyendo y dado que son ellos [la Delegación] los que tienen que tomar las decisiones desde el punto de vista del orden público y la seguridad ciudadana, y parece que les genera preocupación”.