“Ha habido pillos durante la pandemia”. La frase la pronunció Alberto Núñez Feijóo cuando estaba recién estrenado como líder del PP y en plena tormenta por la estafa al Ayuntamiento de Madrid en la venta de material sanitario durante la pandemia. El caso salpicó al alcalde, José Luis Martínez Almeida. Dos años después, el PP se ve defendiendo a otro comisionista que no solo hizo negocios durante la crisis del coronavirus, sino que defraudó a Hacienda, según una denuncia de la Fiscalía. Es Alberto González Amador, el novio de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y propietario de los dos pisos en los que vive la pareja. Entre medias, el PP ha atacado a otros que también quisieron saltarse las normas para enriquecerse en pandemia.
El PP ha modulado su discurso durante los últimos años en función de quiénes eran los afectados por estafadores o simples aprovechados de los peores momentos de la pandemia. Así, la trama de Koldo García y Víctor de Aldama, entre otros, que se hicieron de oro con comisiones supuestamente ilegales desde el Ministerio de Transportes, le ha servido a la oposición para lanzar un furibundo ataque contra el Gobierno.
Casi a la vez, las revelaciones de elDiario.es sobre los negocios del novio de Ayuso, su fraude a Hacienda y cómo ambos se benefician de ellos, son un “ataque” o una “cacería” contra la presidenta madrileña. Del “es una puñetera vergüenza” que espetó el portavoz nacional, Borja Sémper, en plena eclosión del ‘caso Koldo’ a despreciar como “cortina de humo” los negocios de Alberto González Amador y su desfalco a las arcas públicas reconocidos por él mismo.
Feijóo ya llegó al liderazgo del partido a lomos de una guerra interna que también implicó a Ayuso y a alguien de su entorno que se embolsó una buena cantidad de dinero durante esos meses de 2020: su hermano, Tomás Díaz Ayuso.
La frase que le costó de forma definitiva el puesto a Casado ponía en duda los negocios del hermano de la presidenta de Madrid. “La cuestión es si es entendible que el día 1 de abril, cuando morían en España 700 personas, se puede contratar con tu hermana y recibir 286.000 euros de beneficio por vender mascarilla”, dijo en una entrevista en la cadena Cope.
Una afirmación que podría aplicarse hoy en día, referido al novio de Ayuso, después de que elDiario.es haya revelado los problemas legales de Alberto González Amador. “Mi pareja no está en ninguna trama, está sufriendo una inspección de Hacienda sacada de quicio”, dijo la presidenta este miércoles, en su primera comparecencia ante los medios para salir al paso de las informaciones.
Sus declaraciones chocan con lo dicho por el PP a cuenta del ‘caso Koldo’. Por ejemplo, el portavoz parlamentario y persona de la máxima confianza de Feijóo, Miguel Tellado, dijo el pasado 5 de marzo en Onda Cero: “Había un grupo de socialistas que sacaban tajada mientras estábamos todos encerrados”.
Un día antes, el portavoz nacional del partido, Borja Sémper, empleó el mismo argumentario en una rueda de prensa en la sede de la madrileña calle de Génova. “No dan explicaciones, ni tan siquiera dan explicaciones, ya no digo satisfactorias, sino que no dan explicaciones”, dijo. “La responsabilidad política, que no es una responsabilidad penal, es extraordinariamente relevante”, añadió. “Estamos hablando de una trama que, a diferencia de cualquier otra cuestión y cualquier otra trama que puedan ustedes o podamos todos imaginar, utilizó los peores momentos por los que ha atravesado nuestra sociedad en los últimos 100 años”, sostuvo el dirigente.
Sémper concluyó: “Los peores momentos de sanidad, como fue una pandemia que nos tenían, nos tuvo a todos encerrados en casa y ni siquiera pudimos enterrar a nuestros familiares y amigos para lucrarse, para utilizar dinero público y beneficiar a una trama cuyo alcance aún a día de hoy desconocemos. Es un auténtico despropósito. Es una vergüenza y es inaceptable”.
Pero Sémper no terminó ahí. El portavoz parafraseó al propio Casado: “No puede ser que mientras había decenas de miles de españoles muriendo, y mientras el conjunto de la sociedad española estábamos en casa con miedo y con terror, este Gobierno, el actual, aprovechara su capacidad de influencia y aprovechara su poder político para extender a través de una trama un lucro supuestamente delictivo. Es inaceptable y es una puñetera vergüenza”.
Ese mismo día compareció junto al portavoz la vicesecretaria de Sanidad y Educación, Ester Muñoz. El argumento no varió mucho: “Mientras miles de españoles morían, mientras no podíamos enterrar a nuestros familiares y amigos, mientras estábamos encerrados en nuestra casa, había una trama que se ramificaba por ministerios y gobiernos de comunidades autónomas del PSOE, que con las mordidas que hacían de estos contratos se gastaban el dinero en viajes, en Ferraris, en mariscadas, en fiestas y en prostitución”.
Una empresa de González Amador adquirió un maserati. Él, un piso que está justo debajo de otro inmueble propiedad de una sociedad de su abogado. Juntos suman casi 400 metros cuadrados en una de las zonas más caras de la capital. Ambos los disfrutan tanto él como su pareja, la presidenta de la Comunidad de Madrid. El de la sexta planta tiene una hipoteca en vigor. Sobre el ático no pesa ninguna hipoteca, lo que apunta a que se pagó al contado.
El PP ha dado además un salto cualitativo al unir al ‘caso Koldo’, que investiga la Audiencia Nacional, con otro supuesto escándalo que no solo no está judicializado, sino del que no se aportan prueban: que el rescate público de Air Europa tras la pandemia, por valor de cientos de millones, se aprobó a cambio de que la compañía promocionara los negocios de la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.
“¿Es cierto que la mujer del presidente del Gobierno se reunió en secreto con el consejero delegado de Globalia en la sede central del holding, en plena negociación del rescate de la empresa y que en medio de esas fechas el Gobierno concedió un rescate de 475 millones de euros de dinero público?”, se preguntó Muñoz, cuyas comparecencias públicas en rueda de prensa son mínimas. “En este caso, el presidente se debió haber inhibido del Consejo de Ministros porque estaba rescatando una empresa que tenía contratos con su mujer”, concluyó.
elDiario.es no había desvelado aún en exclusiva los fraudes fiscales de Alberto González Amador, pareja de Ayuso. “Un Gobierno que protege y promociona a los corruptos no puede proteger a los españoles”, sostuvo la vicesecretaria.
Tras desvelarse la información, Ayuso compareció ante los medios para afirmar ser víctima de una cacería y defender que su pareja no solo no había cometido fraude fiscal, sino que “sufría” la persecución de la Agencia Tributaria. “Es falso que sea él quien debe a Hacienda 350.000 euros por fraude. No solo no le debe nada, sino que es Hacienda quien le debe los casi 600.000 euros a pagar por intereses”, dijo Ayuso en una comparecencia pública. Pero era mentira. El propio abogado de Alberto González Amador reconoció los delitos y pidió a Hacienda un acuerdo para intentar subsanarlos para librar a su cliente de la vía judicial. No ocurrió.
La publicación de las informaciones sobre González Amador, el 12 de marzo, provocaron una primera reacción del PP. El portavoz parlamentario, Miguel Tellado, salió el primero al paso. “El PSOE está muy interesado en comparar casos. Quien señala a Armengol, al señor Koldo García, al señor Ábalos; quien pone bajo la duda a Illa, a Torres, lo que está pasando en Transportes, son las investigaciones policiales y judiciales”, dijo.
Más allá de que varias de las personas mencionadas por Tellado no están investigadas, la pareja de Ayuso sí lo está: tanto por la Agencia Tributaria como por la Fiscalía, que es quien ha presentado una denuncia ante los tribunales por dos delitos.
Para Tellado, todo era “un asunto personal que debe contestar la persona a la que hacen referencia esas informaciones”. “Yo no tengo nada más que opinar. Creo que es una cuestión personal que afecta a una persona con nombres y apellidos que no está en la vida política y que por lo tanto se escapa del objeto de mi consideración”, zanjó.
Ese mismo día, su jefe de filas tuvo que responder en Onda Cero a las informaciones. “Si hay un una inspección de la Agencia Tributaria que afecta a la pareja de la señora Díaz Ayuso, la pareja de la señora Díaz Ayuso tendrá que responder ante la Agencia Tributaria. Que yo sepa, Isabel Díaz Ayuso no tiene ninguna inspección de la Agencia Tributaria”, se limitó a decir.
El paso de los días ha engordado la ristra de titulares sobre Ayuso y su pareja, los coches de lujo o los pisos que nadie sabe quién paga. Aún así, este mismo viernes, Borja Sémper volvió a defender a la presidenta de Madrid en una entrevista en Telecinco y a pedir explicaciones a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por una supuesta fuga de datos personales sobre González Amador. “Debe dar explicaciones, demostró que era conocedora de información confidencial de un contribuyente y la ha filtrado a determinados medios de comunicación para perjudicar a una persona”, dijo.
“Para tapar el ‘caso Koldo’, el ‘caso Ábalos’, el ‘caso Sánchez’, ha puesto el ventilador. Están muy nerviosos, deberían dar explicaciones, en vez de buscar cortinas de humo”. Sémper aludió al “entorno político y personal que conecta casos no explicados como el caso de las maletas de Delcy [Rodríguez, exvicepresidenta de Venezuela]”. El portavoz nacional del PP retomó el asunto Air Europa, “un grave caso de un conflicto de intereses o tráfico de influencias”, para convertir a González Amador en “un ciudadano anónimo”. “Es una vergüenza, una cacería política. Solo puedo respaldar a Ayuso”.
El mismo viernes, Feijóo volvió a defender a Ayuso, sin mencionarla. Y, a diferencia de lo hecho por Sémper, criticó a quienes mezclan lo personal y lo político. “Todo lo despachan con mentiras, con insultos y con el ventilador. Con todo contra todos. Desde lo político hasta lo particular”, dijo en un acto del PP en Ávila.
Pero Feijóo quiso dejar dos mensajes novedosos, sin destinatario aparente. El primero: “Y aquel que meta la mano en la caja en nuestro partido, saldrá de nuestro partido, lo expulsaremos de nuestro partido y nos avergonzaremos de él”. El segundo: “Aquel al que no le guste la política, puede irse. Aquel que crea que en la política no está suficientemente retribuido, debe buscar una empresa o un proyecto profesional. Aquel que piense que la política no es una noble tarea, puede buscar una alternativa”.
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