Así lo recoge el punto número 13 del programa electoral de los 'populares' y así lo ha explicado el presidente de este partido, Pablo Casado, en el acto de presentación de ese documento en Barcelona.
En concreto, el PP plantea aprobar una iniciativa legislativa, no precisa más, para “garantizar el correcto cumplimiento del requisito de prestación de juramento o promesa de la Constitución por parte de todos los cargos electos y autoridades públicas”, y prohibir “cualquier variación o añadido que desnaturalice o vacíe de contenido dicho acto de acatamiento”.
Casado ha explicado que existe jurisprudencia del Tribunal Constitucional que avaló la fórmula del “imperativo legal” empleada por cargos electos de Herri Batasuna y que hoy día siguen utilizando los políticos de formaciones nacionalistas e independentistas. “Hay quien piensa que puede adaptarse” a esa doctrina, ha dicho el dirigente 'popular', para quien se tiene que terminar con el resquicio legal que lo permite.
“Hay que jurar o prometer como establece la Ley Electoral y en base al respeto a la Constitución. No vamos a admitir ni mítines, ni soflamas ni ultrajes que al cabo de los años usan para decir: 'Si yo no juré la Constitución'”, ha afirmado.
“FIDELIDAD AL PUEBLO DE CATALUÑA”
Los añadidos al juramento o promesa de la Constitución al tomar posesión del cargo son habituales desde hace años, desde que diputados y senadores de HB empezaron a añadir el ya conocido “por imperativo legal” al acatar la Carta Magna. El Tribunal Constitucional, en sentencia de 1991, aceptó esta coletilla y explicó que “lo decisivo es que el acatamiento sea incondicional y pleno” y entendía que esa coletilla no suponía “reserva o limitación”.
Casado ha aludido hoy a estos antecedentes para apostar por una reforma legal que evite dudas de constitucionalidad. Alude así a situaciones vividas como la toma de posesión de Carles Puigdemont en 2016 como presidente de la Generalitat de Cataluña, en la que prometió “fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña representado por el Parlament” y no mencionó su obligación de guardar y hacer guardar la Constitución. Tampoco lo hizo su sucesor, Quim Torra, quien sólo juró “fidelidad al pueblo catalán”.
Pero Casado ha explicado que también se trata de evitar “mítines” en ese acto de toma de posesión, en clara referencia a lo que hacen por ejemplo los cargos públicos de Podemos y sus confluencias, que suman coletillas con distintos mensajes a la fórmula de acatamiento.
En las sesiones constitutivas del Congreso y del Senado de 2016, tras las últimas elecciones generales, se escucharon fórmulas de acatamiento diversas. Los cargos de la formación morada y de sus partidos afines prometieron o juraron acatar la Constitución “para cambiarla” y añadieron: “Nunca más un país sin su gente y sin sus pueblos”.