La renuncia a la candidatura de José Manuel Soria al puesto del Banco Mundial parece ser una buena noticia, a juzgar por las declaraciones que los dirigentes del PP han hecho este miércoles en un desayuno informativo de Alfonso Alonso, candidato a lehendakari en las próximas elecciones del 25 de septiembre. Presentado por Mariano Rajoy, que ha evitado hablar del asunto, la consigna en el PP es que el Gobierno ha actuado bien al dar marcha atrás. Alonso ha sido parco en sus palabras: “El asunto quedó zanjado ayer”.
El vicesecretario del partido Javier Maroto ha declarado que “rectificar es de sabios”; en el mismo sentido se ha expresado su compañera Andrea Levy, que ha destacado que “lo importante es cómo ha acabado” el asunto. Jesús Posada, el expresidente del Congreso, lo ha resumido en que es “lo mejor para todos”. Al acto también ha acudido la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, acompañada de su marido, Ignacio López del Hierro.
El candidato del PP a lehendakari, protagonista de la cita, también ha sido interpelado durante el desayuno. Alfonso Alonso se ha limitado a contestar a las preguntas de los periodistas que el asunto “quedó zanjado” y que respeta la decisión del exministro de Industria. A su lado se sentaba Rajoy, encargado de presentarlo y avalar su candidatura. El presidente del Gobierno en funciones no ha dicho una palabra y a la salida la mayor parte de los conservadores ha huido para evitar hacer declaraciones.
Al finalizar el acto, la responsable de Agricultura, Isabel García Tejerina, que advertía en un principio que sólo iba “a hablar de incendios” aseguró que Soria “ya dejó de ser ministro porque él mismo entendió que había errado en sus declaraciones y se autoimpuso a sí mismo la mayor sanción que se podía poner, tomo una decisión muy rápida y dimitió”. “Hoy, de nuevo, vuelve a dar un paso atrás y merece la pena que se le reconozca la lealtad porque lo ha hecho creyendo que esta decisión es la mejor para todo el mundo”.
La sustituta de Miguel Arias Cañete en el Consejo de Ministros ha reconocido la presión de la opinión pública y que la decisión “es la que la gente le estaba pidiendo”.