En la carrera para ver quién se mueve más rápido para solucionar el problema de los desahucios, el PP presume de que Mariano Rajoy “es el primer presidente del Gobierno que toma una decisión” sobre un problema “que viene de lejos”. Mientras una treintena de personas convocadas por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca daban golpes a sus cacerolas o gritaban a las puertas de la sede del PP, María Dolores de Cospedal alabó que el presidente del Gobierno haya reaccionado “a razones humanitarias” y encarado la situación después de referirse al problema durante un mítin del PP en Lleida. A la vez que la responsable del PP contestaba a los periodistas, la patronal de bancos y cajas se adelantaba y anunciaba que no se echará de sus viviendas a los ciudadanos que pasen “extrema necesidad”.
Para la secretaria general del PP no es un contrasentido que la reuniones se hayan limitado hasta ahora a miembros del Gobierno y representantes socialistas y se haya dejado fuera a todos los demás. Si no están otros partidos que han presentado iniciativas en el Congreso o asociaciones que representen a los afectados es para que se tomen decisiones “rápidas y efectivas”. Cospedal reconoció que “otros partidos como IU” han presentado propuestas así como muchos colectivos pero defendió que la discusión “no se puede centrar en dudas sobre quién esta dentro y quién no”.
En el PP, no dan detalles sobre la moratoria que también defiende el PSOE ni sobre cuál será la vía para hacer “una reforma legal en profundidad”. Por el momento insisten en que van a “solucionar el problema” y en dar la razón a los bancos que alertan contra la posible picaresca. Por ello, subrayan que es necesario acotar las medidas para que nadie se aproveche y deje de pagar su hipoteca aunque disponga de renta. Su intención, dicen, es hacer “una tipología de los casos lo más detallada posible”. Cospedal afirmó que lo que salga de la reunión de esta tarde “se trasladará” a los bancos “para su cumplimiento”.
Cospedal también aprovechó su habitual rueda de prensa después del comité de dirección para insistir en que la huelga general del miércoles es “política”. En su opinión, la convocatoria incluye “razones políticas más que de defensa de los trabajadores” y el hecho de que sea “la segunda en once meses”, es la prueba. Cospedal no quiso entrar en si los que la secunden lo harán como protesta a las políticas del Gobierno. Su resumen es que la huelga “perjudica la productividad y la competitividad” y que su convocatoria es una “grave irresponsabilidad porque perjudica a España y a los españoles”.