El PP prepara el terreno a Ana Pastor para estirar el plazo de la investidura

La fecha de la posible investidura de Mariano Rajoy no hace más que saltar casillas en el calendario de este verano. Si las primeras fechas que citó el presidente en funciones tras las elecciones del pasado 26 de junio fue la de la primera semana de agosto, el 2 o el 3 para la primera votación y 48 horas después la segunda, pronto se comprobó que sería imposible. La siguiente que salió a relucir, vistas las dificultades para sumar los apoyos de PSOE y Ciudadanos, fue la del 23 de este mes, lo que tampoco parece probable ya que la situación sigue casi igual de bloqueada.

Javier Maroto, vicesecretario del PP, apuntó este viernes la posibilidad de que la cita espere hasta después de las elecciones vascas y gallegas, que se celebrarán el 25 de septiembre.

El presidente en funciones no ha vuelto a pronunciarse en esta materia y se refugia en el “cuanto antes, mejor”, pero no se atreve ya a apuntar ninguna fecha. De hecho, ni siquiera ha confirmado que vaya a presentarse si no consigue los apoyos que le garanticen que saldrá del debate investido como jefe del Ejecutivo. Su interés es sustituir esa discusión por las urgencia en aprobar el techo de gasto, primer paso para los Presupuestos Generales del Estado, y campo en el que cuenta con Ciudadanos para empezar a negociar.

El temor a que el Congreso tumbe el techo de gasto

El interés del Gobierno es vincular la presentación del techo de gasto con el acuerdo de investidura, ya que así se aseguraría que la iniciativa no sería tumbada en el Congreso por falta de apoyos al PP. La aprobación del Real Decreto puede ser rechazada o aprobada por la Cámara, pero no ser objeto de enmienda, como ha recordado este viernes la vicepresidenta tras el Consejo de Ministros. Soraya Sáenz de Santamaría ha afirmado que será “la fecha del acuerdo de gobierno la que determinará la de la investidura”.

Rajoy ha repetido en numerosas ocasiones, sobre todo después de reunirse el pasado martes en el Congreso con el secretario general del PSOE, que no hay que confundir “lo prioritario con aquello que lo es menos”, en referencia a la necesidad de formar un Gobierno que tenga además garantizada la estabilidad gracias a un compromiso programático. 

A pesar de que en la anterior legislatura los conservadores se escandalizaron cuando Patxi López se negó a fijar la fecha para Pedro Sánchez, ahora ni en el Gobierno ni en su partido consideran que haya que tener tanta prisa. Así, Ana Pastor se refugia en el término “razonable” para estirar los plazos y dar más tiempo a su amigo y compañero de partido.

“Sería poco prudente fijar una fecha. Las cosas se construyen desde abajo. Si cerramos un acuerdo, la fecha sería inmediata”, es todo lo que se aviene a decir Sáenz de Santamaría. Para tratar de quitarle importancia al asunto, la número dos de Rajoy llegaba a afirmar este viernes que el día del debate no es tan importante ya que “nuestra sociedad es de continuo debate”.

El umbral de las elecciones vascas y gallegas

El responsable del área sectorial del PP es quien más lejos ha ido al referirse a que no descarta que pueda producirse una vez pase el 25 de septiembre. “No sería el mejor de los plazos sino algo ya muy retrasado”, admitió Javier Maroto.

La vicepresidenta no se ha atrevido a reconocer que esa fecha haría prácticamente imposible cumplir con los plazos de Bruselas, que exige que los proyectos presupuestarios de los Estados miembros los remitan a la Comisión Europea antes del 15 de octubre. Una vez presentado el Decreto Ley del techo de gasto, el plazo para convalidarlo en las Cámaras es de 30 días.