El comité de dirección del PP que Mariano Rajoy ha presidido este lunes ha ocupado su tiempo en dos cosas: dejar claro que sus diputados votarán “no” a cualquiera que no sea él y a tratar de explotar la filtración de las intervenciones de los barones socialistas en el Comité Federal del pasado sábado. Fernando Martínez-Maíllo ha comparecido después en rueda de prensa para anunciar el veto a “cualquier propuesta de gobierno que no encabece Rajoy” y sacar rédito de los problemas internos de Pedro Sánchez“.
De hecho, a la situación de los socialistas es a lo que ha dedicado más tiempo en su intervención ante los periodistas. En algunos momentos, el vicesecretario de organización no ha podido disimular su satisfacción al referirse a Sánchez como un líder “cuestionado internamente”. O al añadir, sobre la reunión de los socialistas que solo “hay que escuchar algunas cosas de las que allí se dijeron”.
Después de asegurar que Rajoy aún pretende “convencer con la lógica y el sentido común” a Sánchez de que cambie de opinión respecto al PP, Martínez- Maíllo ha tratado de pintar al socialista como un líder débil, presionado por la influencia de Susana Díaz y por Pablo Iglesias. Preguntado por la contradicción, Martínez Maíllo ha reconocido que no es lo mismo el secretario general que el partido y se ha referido “a Sánchez y/o al PSOE”. “Sánchez no es exactamente el PSOE”, ha precisado.
Con este panorama, el PP ya anuncia que Rajoy volverá a declinar si el rey le vuelve a ofrecer la iniciativa, dado que nada ha cambiado en la última semana. “No ha renunciado y no renuncia en ningún momento a su candidatura. Declinó porque no tenía los apoyos y fue muy honesto, hizo lo correcto”, ha defendido a su jefe Martínez-Maíllo, quien ha calificado de “derecho e incluso el deber de hacer lo que estamos haciendo” al actuar de esta forma.
Aun así, la oferta de diálogo a PSOE y Ciudadanos dicen mantenerla en pie. La dirección del PP ha confirmado este lunes que fue Rajoy quien llamó a Rivera el pasado lunes y que no fue un mensaje del líder de Ciudadanos el que propuso la charla. El acuerdo, también propuesto por Rivera, es esperar a entrar en materia una vez finalice la ronda de consultas con el rey.
Barberá, en la cuerda floja
La defensa de Barberá hecha por el dirigente del PP ha sido muy tibia. En todo momento, Martínez-Maíllo ha derivado la responsabilidad al PP valenciano mientras los investigados declaran ante el juez y se decide la gestora que se hará cargo del partido. Sobre la exalcaldesa de Valencia y la posibilidad de que no se enterara de nada cuando todo su equipo está relacionado o imputado, el dirigente del PP ha venido a decir que será responsabilidad suya defenderse: “Es ella quien tiene que dar explicaciones y me imagino que lo hará estos días en diversos medios”. De esta forma, Génova marca distancias con la senadora, cercada por los indicios y protegida por su aforamiento. Martínez-Maíllo ha reconocido haber hablado con ella de su situación, pero se ha negado a explicar en qué consistió la conversación.