PP y Vox avanzan en las negociaciones que les llevarán a recuperar gran parte del poder institucional y arrebatárselo al PSOE. Aunque Alberto Núñez Feijóo trata de distanciarse de los acuerdos que sus barones preparan a nivel autonómico y municipal, para no mancharse con la extrema derecha antes de las generales del 23 de julio, el pacto está certificado ya en la Comunitat Valenciana y en algunas ciudades importantes, como Elche o Calvià, mientras se avanza en otras instituciones. El reparto de competencias y la velocidad de los acuerdos dejan claro que el apoyo de los de Santiago Abascal no saldrá gratis.
Los conservadores han ido abaratando la negociación. El aspirante al Palau, Carlos Mazón, aseguró en campaña que su “línea roja” era gobernar en solitario. El PP se negó a aclarar antes del 28M si pactaría con Vox y, en concreto, con el número 1 ultra, Carlos Flores Juberías, condenado por violencia machista.
Desde la dirección nacional se mandó el mensaje de que los barones intentarían gobernar en solitario. Que retrasarían sus conversaciones con Vox para no afectar a la campaña de Feijóo. Que tras el 23J todo se facilitaría y la presión de los ultras se reduciría. Pese a que el calendario legal indicaba lo contrario.
Pero tan solo 16 días después de cerrar las urnas, Mazón ha incumplido su máxima y gobernará en coalición con la extrema derecha. Y por el camino se ha llevado por delante el parapeto que ha utilizado Feijóo desde su llegada a Madrid para evitar las cuestiones sobre su posible entendimiento con Vox para desbancar a Pedro Sánchez de la Moncloa.
El acuerdo ha llegado menos de 24 horas después de que Génova dijera que negociar con “un maltratador” era una “línea roja”. “Creemos que una persona acusada y condenada por maltrato no se debería dedicar a la política, al ejercicio público, a la representación de los ciudadanos”, dijo el portavoz del PP, Borja Sémper. Ahora bien, en la misma frase dio vía libre a Mazón para la negociación.
Un día después se ha hecho pública una solución que ya se venía trabajando: habrá bipartito y Flores será el cabeza de cartel de Vox por Valencia para el Congreso. Del acuerdo programático apenas se sabe más allá de cinco ejes estratégicos tan básicos como “sanidad y servicios sociales, para reforzar la sanidad pública y los servicios sociales”.
El pacto en la Comunitat Valenciana sigue la estela de la puerta al poder institucional que el PP abrió a la extrema derecha en Castilla y León en 2022, justo cuando se afilaban los cuchillos contra Pablo Casado.
Mazón marca el camino de otras autonomías, donde a los de Feijóo sólo le salen los números con Vox. En Extremadura, donde el PSOE ganó las elecciones de mayo, han comenzado ya las conversaciones, aunque María Guardiola sostiene que su intención es desbancar a Guillermo Fernández Vara con un gobierno en solitario.
Pero el gran objetivo del PP después de la Comunitat Valenciana es Aragón, donde Jorge Azcón también necesita, sí o sí, del voto favorable de la ultraderecha. Esa negociación también ha arrancado.
También en Baleares el PP insiste en gobernar en solitario, pero sólo Vox se ha ofrecido a dar el apoyo a Marga Prohens insistiendo en el modelo de Castilla y León. La diferencia en este caso es que Marga Prohens logró más escaños que toda la izquierda junta.
Pero las negociaciones nunca van de una en una y la de Baleares no sólo afectan al Govern, sino que se han producido acuerdos en municipios mallorquines como Alcúdia y Calvià. En esta última el PSOE le sacó diez puntos al PP.
Y es que Feijóo ha incumplido ya la medida estrella de su plan de regeneración: el gobierno de la lista más votada. El primer acuerdo para desbancar a los socialistas pese a su victoria fue en Molina de Segura (una localidad de 70.000 habitantes en Murcia). Hasta el sábado, que es la fecha en la que se constituirán los ayuntamientos, irán cayendo en cascada, como ha sucedido este martes en Elche, donde se ha articulado un “pacto de perdedores” (según lo definió el PP en su día) a pesar de la victoria socialista. Vox ocupará tres concejalías, entre ellas la de Familias.
Horas después de firmar el acuerdo ante una ermita, la candidata de la extrema derecha, Aurora Rodil Martínez, ha pedido “rezar” para salvar una cruz construida durante el franquismo en honor a “los caídos”.
En la Comunitat Valenciana las tres capitales de provincia también están en el aire. El PP necesita a Vox para gobernar. Y, de momento, no hay 'fumata blanca'.
En Castilla-La Mancha las negociaciones entre PP y Vox afectan fundamentalmente a los ayuntamientos de Toledo, Guadalajara y Talavera de la Reina, donde el bloque de derechas necesita pactar, sí o sí, para que no gobierne el PSOE, que fue el partido más votado y que podría investir a sus alcaldes en minoría. “Las negociaciones van por buen camino”, señalan desde ambos partidos. El líder regional del PP, Paco Núñez, ya dio su bendición a la posibilidad de aliarse con Vox para arrebatar las tres plazas al PSOE.
Los socialistas han asumido que, allí donde sumen, PP y Vox se harán con el poder. De ahí que hayan situado a algunos alcaldes en riesgo de perder el bastón de mando en las listas al Congreso. Es el caso de Óscar Puente en Valladolid, donde ganó las elecciones, pero se da por hecho que PP y Vox alcanzarán un acuerdo. Lo mismo sucede en Burgos o León. Las negociaciones para ambas ciudades se están dirigiendo desde Madrid.
En Gijón, Foro y PP han iniciado las negociaciones de cara al próximo sábado, cuando pretende arrebatar el gobierno al PSOE, que quedó en primera posición el 28 de mayo. Y para ello necesitarán a los dos concejales de Vox. Por ahora las conversaciones entre Foro y PP se han enquistado en el reparto de concejalías, y Vox ya ha advertido de que o les llaman para formar parte de esas negociaciones o no apoyarán a la derecha regionalista, lo que pude hacer que el PSOE repita al frente del ayuntamiento de la ciudad más poblada de Asturias.
Feijóo asistirá este sábado a la toma de posesión de uno de los nuevos alcaldes del PP. El equipo del líder del partido no ha querido desvelar a qué capital acudirá.
Con información de: Santiago Manchado, Carmen Bachiller, Alba Camazón, Bárbara Alonso y Angy Galvín.
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