La presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Isabel Perelló, ha emitido un comunicado en el que llama a la clase política a no cuestionar “de forma generalizada y permanente” la labor de los jueces ni a atribuirles “sesgos políticos”. Perelló afirma que su actuación “puede, y en su caso debe, ser criticada”, pero sostiene que esos cuestionamientos “menoscaban la confianza de los ciudadanos en la Justicia, causando con ello un grave daño institucional”.
Las palabras de Perelló llegan dos días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijera en una conversación informal con periodistas que existe “algún juez que contribuye” a la tarea de oposición de la derecha y que el Partido Popular “juega con las cartas marcadas” en los tribunales.
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces vinculan las palabras de Perelló con esas declaraciones del jefe del Ejecutivo. Consideran que se trata de una respuesta ante la “presión” de asociaciones de la derecha judicial, que habían reclamado un pronunciamiento público del CGPJ. Estas mismas fuentes aseguran que los vocales tenían conocimiento de que la presidenta iba a hacer público este comunicado, aunque es un pronunciamiento exclusivamente suyo y que no se ha debatido formalmente.
Desde el Gobierno no se dan por aludidos tras el comunicado de la presidenta del CGPJ porque “nadie ha puesto en duda el trabajo de los togados de forma general”, si bien hay preocupación por “el clamor de que el Poder Judicial pueda tomar partido” en la política y entiende que comunicados como el de Perelló puedan contribuir a esa “falsa sensación”. Añaden que el primer interesado en mantener el presitigio de la institución es el Ejecutivo y subrayan que la nota de la presidenta del CGPJ “en realidad no responde a nadie porque nadie ha cuestionado la labor del colectivo”, sino de algunos togados de forma muy particular.