La jueza procesa a Elpidio Silva solo por el testimonio de la testigo que le acusa de magia negra

La jueza Susana Polo pretende enviar al banquillo a Elpidio Silva, acusado de haber filtrado supuestamente los correos de Miguel Blesa. La magistrada basa su decisión únicamente en el testimonio de una testigo, que le acusa de haber hecho “magia negra” contra ella. Susana García Romera llegó a decir que como resultado de esa práctica se cayó y se produjo un esguince. El auto por el que la jueza procesa al instructor que envió al expresidente de Caja Madrid a prisión en dos ocasiones se fundamenta en las afirmaciones de la testigo. García Romera afirma ser la expareja de Silva y declaró que “el imputado le manifestó que iba a filtrar los correos”.

Silva se enfrenta a cuatro años de prisión, acusado de infidelidad en la custodia de documentos y revelación de secretos por haber filtrado supuestamente la correspondencia de Blesa. El exmagistrado tuvo acceso a ella como parte del proceso que instruía contra él por la compra del City Bank of Florida cuando dirigía la caja de ahorros que tuvo que ser rescatada con dinero público.

La Fiscalía solicitó que se investigara la filtración. Se da la circunstancia de que esa orden la dio el fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, que también impulsó la denuncia contra Silva por su instrucción del caso Blesa y que terminó con la inhabilitación del juez. A raíz de su escrito, Susana Polo inició diligencias que han acabado con la apertura de un procedimiento abreviado contra el exmagistrado por revelación de secretos.

La argumentación de la jueza Polo se sustenta básicamente en el testimonio de García Romera, que fue testigo protegida y terminó perdiendo esa condición por no responder los requerimientos del juzgado. Gracias a esta condición, obtuvo 4.000 euros de la Administración. Ella acusa al exjuez de deberle 1.000 euros como pago por la corrección de su libro.

La Policía concluyó que los indicios en la causa no podían sustentar una investigación y que la testigo pecaba de “cierta credulidad” en sus acusaciones sobre la filtración de los correos. A pesar del informe de la Brigada de Policía Judicial de Madrid, la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Madrid siguió adelante con la causa.

La que dice ser examante de Silva aseguró que el juez le habló “reiteradamente” del contenido de los correos y que había “terceros” que le ayudaban a custodiarlos. Otro de los argumentos en los que se basa la jueza es que Susana García Romera afirma que el imputado “le manifestó que iba a filtrar los correos”. Da por bueno igualmente el testimonio de que Silva entregó esa correspondencia al abogado del Partido X “que estaba ayudando al señor Silva a filtrar los correos”. Ese testimonio lo apoya otra de las amantes del exjuez, que asegura que así se lo dijo él.

Tras resumir las afirmaciones de la testigo y aludir a “documentales obrantes en la causa”, la jueza da por sentado que el exjuez pudo cometer “un delito de infidelidad en la custodia de documentos y revelación de secretos”. Esa conducta está penada con hasta cuatro años de cárcel.

Acusación a eldiario.es sin contrastar

El auto recoge que García Romera declaró que Silva llegó a comunicarle que los había vendido [los correos] a Ignacio Escolar, creador de eldiario.es“. Este extremo es absolutamente falso, dado que los emails llegaron a esta redacción a través de una fuente anónima derivada del Partido X y eldiario.es no ha sobornado a fuentes por esta ni por ninguna otra información. Además, en el sumario figura que en la primera declaración de la testigo se refirió a Escolar como ”periodista de El Mundo“.

El director de eldiario.es, Ignacio Escolar, ha puesto esta acusación en manos de sus abogados y estudia emprender acciones legales.