Diputados del PSOE que se abstuvieron en la investidura de Rajoy piden “reciprocidad” al PP

Los parlamentarios socialistas que se abstuvieron en octubre de 2016 para que Mariano Rajoy fuera investido presidente y evitar la tercera convocatoria de unas generales en un año envían una carta a los actuales diputados del PP para que faciliten la investidura de Pedro Sánchez. Se trata de 66 socialistas en total que secundan el escrito bajo el título 'Un camino difícil y honorable“ en el que reclaman a los conservadores ”reciprocidad“.

“No nos abstuvimos para que gobernara Rajoy, sino para que España tuviera un gobierno”, dicen los parlamentarios socialistas que se abstuvieron. En el texto recalcan que lo “sensato” sería modificar la Constitución para evitar que haya bloqueos -con fórmulas como en Euskadi o Asturias, donde hay mecanismos para que no se pueda votar en contra de una mayoría-, pero aseguran que, dado que no ha sido posible hacer en estos tres años ni lo es ahora, tengan el mismo gesto que ellos tuvieron en 2016, pese a la crisis interna que supuso.

“Atrapados entre la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción, cada uno de los diputados socialistas de la XII legislatura, cada uno de sus militantes, cada una de sus agrupaciones locales, es decir, todo el PSOE, sufrimos el mayor desgarro que hemos vivido desde que recuperamos la democracia en España”, dicen los firmantes, entre ellos miembros de la actual dirección, como José Luis Ábalos o Adriana Lastra, pero también quienes estuvieron en el otro “bando” en la batalla de las primarias, como Eduardo Madina o Ignacio Urquizu.

La mayoría de ellos están hoy fuera del Congreso. Faltan por firmar la misiva Soraya Rodríguez, que fue una de las defensoras de la abstención y que al acabar la legislatura se fue a Ciudadanos en las listas al Parlamento Europeo y la jueza Dolores Galovart, que no ha repetido en las listas y se ha reincorporado a la carrera judicial.

“Uno de nuestros temores, tan legítimo como lógico, era que nuestros competidores usaran nuestra abstención para presentarla como una forma de connivencia con vuestro partido”, señalan en el texto: “No se trataba de una cesión política, sino de la solución de un problema de diseño del sistema, y nadie pudiera usarla para sacar provecho de la generosidad y la responsabilidad de quienes nos abstuviéramos”.

El escrito no lo firma el propio Sánchez, que ahora reclama la abstención a los de Pablo Casado y Albert Rivera, porque abandonó su escaño precisamente para no tener que hacerlo en la investidura, tal y como decidió el Comité Federal del PSOE. Tampoco los 15 parlamentarios que votaron 'no' en esa investidura, entre ellos los diputados del PSC, Margarita Robles u Odón Elorza.

“No os pedimos que asumáis nuestros valores o apoyéis nuestras políticas. Os pedimos que no bloqueéis la formación de gobierno. No os pedimos la abstención a favor de un gobierno socialista”, afirman antes de apelar a la recuperación de “parte de la cultura política que hizo posible la Transición y que inspiró nuestra Constitución”.

Un camino difícil y honorable

Estimados diputados y diputadas del Grupo Parlamentario del Partido Popular de la XIII legislatura:

Quienes firmamos este texto fuimos diputados socialistas en la XII legislatura. El 29 de octubre de 2016 nos abstuvimos en la segunda votación para la investidura del candidato de vuestro partido, el señor Rajoy, como presidente del Gobierno de España. Lo hicimos después de que Mariano Rajoy permaneciera diez meses como presidente de un gobierno en funciones sin que, tras dos elecciones generales en el plazo de seis meses, ni él ni la dirección de vuestro partido fueran capaces de articular una mayoría parlamentaria que les permitiera formar un gobierno con el respaldo del Congreso. Lo hicimos en el límite de la disolución automática de la Cortes y de la convocatoria de unas terceras elecciones generales en el plazo de un año, y ante la perspectiva de que, tras ellas, el mismo bloqueo nos llevara a unas cuartas elecciones generales.

No fue lo único que los socialistas hicimos para desbloquear la formación de gobierno, y hasta la propia democracia, en aquellos meses. Tras las elecciones de diciembre de 2015, en las que el PP obtuvo el mayor número de escaños, el señor Rajoy no aceptó el encargo del Jefe del Estado para intentar formar gobierno y someterse a la votación de investidura. De este modo se produjo una situación inédita en nuestra historia constitucional: la negativa de Rajoy a someterse a la investidura nos dejaba sin gobierno a la par que paralizaba el mecanismo constitucional de convocatoria de unas nuevas elecciones. Tuvo que ser el PSOE, con el liderazgo de Pedro Sánchez, el que, en un acuerdo con Ciudadanos, asumiera el encargo de someterse a una votación de investidura y, de ese modo, desbloquear el funcionamiento de nuestra democracia. No alcanzamos la mayoría necesaria para que nuestro candidato fuera investido presidente del Gobierno. Vuestro partido, al igual que hizo Unidos Podemos, no intentó la investidura de su candidato ni se abstuvo en la del nuestro, lo que nos abocó a la repetición de elecciones.

Después de las elecciones de junio de 2016 la situación de bloqueo se volvió a repetir. A partir de ese momento todos fuimos conscientes de que el procedimiento que establece nuestra Constitución para elegir al presidente del Gobierno nos puede llevar, en determinadas ocasiones, al bloqueo de nuestra democracia y a una repetición interminable de elecciones. Ante esta situación, lo sensato sería modificar la letra de nuestra Constitución para establecer un mecanismo de elección de la presidencia del Gobierno que supere posibles bloqueos. Sin embargo, ni en los meses del verano de 2016 estábamos en condiciones de reparar formalmente ese mecanismo constitucional, ni lo estamos ahora. No obstante, si la letra no nos ayuda, lo cierto es que el espíritu de la Constitución de 1978 está bien claro, y ese espíritu nos obligaba a los demócratas a encontrar una salida en 2016, como nos obliga ahora.

Los socialistas le dimos muchas vueltas a esa salida durante aquellos meses del verano de 2016. Y por más vueltas que le dimos, la única salida practicable era nuestra abstención en la votación de investidura del señor Rajoy. Las obvias diferencias ideológicas con vuestro partido, nuestro desacuerdo con el desempeño del presidente Rajoy al frente del Gobierno de España durante los cuatro años que, entre 2011 y 2015, gobernó con mayoría absoluta, la pasividad del señor Rajoy después de las elecciones de diciembre no presentándose a la investidura, y muy especialmente las sombras de corrupción que se cernían sobre él y una parte de la dirección de vuestro partido, nos hacían muy difícil a los diputados y diputadas socialistas hacer lo que sabíamos iba a ser, y fue, un verdadero sacrificio. Atrapados entre la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción, cada uno de los diputados socialistas de la XII legislatura, cada uno de sus militantes, cada una de sus agrupaciones locales, es decir, todo el PSOE, sufrimos el mayor desgarro que hemos vivido desde que recuperamos la democracia en España.

Uno de nuestros temores, tan legítimo como lógico, era que nuestros competidores usaran nuestra abstención para presentarla como una forma de connivencia con vuestro partido. De modo que, para mitigar el precio que pagaríamos por desbloquear la formación de gobierno, pensamos muchas y diversas fórmulas para que quedara claro que no se trataba de una cesión política, sino de la solución de un problema de diseño del sistema, y nadie pudiera usarla para sacar provecho de la generosidad y la responsabilidad de quienes nos abstuviéramos. Finalmente el Comité Federal del PSOE, nuestro máximo órgano político entre congresos, decidió que nos abstuviéramos sin poner ninguna condición, ni sobre vuestro programa ni sobre vuestro candidato. No fue una abstención negociada a cambio de algo, no nos abstuvimos para que gobernara Rajoy, sino para que España tuviera un gobierno. Lo hicimos para acabar con una parálisis institucional que alcanzaba a toda nuestra democracia, incluyendo el funcionamiento mismo del Legislativo.

Eso que hicimos nosotros es un activo del PSOE, de todo el PSOE. Por eso os podemos decir legítimamente que ahora es el momento de la reciprocidad. Si no sois capaces de formar una mayoría de investidura con más votos que nosotros, sería razonable que os abstuvierais sin condiciones, como hicimos nosotros. No os pedimos que asumáis nuestros valores o apoyéis nuestras políticas. Os pedimos que no bloqueéis la formación de gobierno. No os pedimos la abstención a favor de un gobierno socialista. Os pedimos que os abstengáis para que España tenga un gobierno. No os pedimos que hagáis nada que no hayamos hecho antes nosotros.

Si lo hacéis así, entre todos habremos recuperado parte de la cultura política que hizo posible la Transición y que inspiró nuestra Constitución. En política es tan importante lo que se dice como quien lo dice. No hablamos de oídas, sino de lo vivido. Quienes firmamos esta carta sabemos bien lo difícil que es hacer el camino que os pedimos que hagáis, pero es posible hacerlo, y es honorable.

Firmado por:

Ábalos Meco, José Luis

Alconchel Gonzaga, Miriam

Álvarez Álvarez, Ángeles

Antón Cacho, Javier

Barreda Fontes, José María

Bellido Acevedo, Pablo

Blanquer Alcaraz, Patricia

Botella Gómez, Ana María

Camacho Sánchez, José Miguel

Cámara Villar, Gregorio

Campo Moreno, Juan Carlos

Cancela Rodríguez, Pilar

Císcar Casabán, Ciprià

Cortés Lastra, Ricardo

Cuello Pérez, Carmen Rocío

De la Encina Ortega, Salvador Antonio

Díaz Trillo, José Juan

Fernández Díaz, Jesús María

Ferrer Tesoro, Sonia

Flórez Rodríguez, María Aurora

Franquis Vera, Sebastián

Galeano Gracia, Óscar

García Mira, Ricardo Antonio

González Bayo, Josefa Inmaculada

González Ramos, Manuel Gabriel

González Veracruz, María

Gordo Pérez, Juan Luis

Gutiérrez Limones, Antonio

Heredia Díaz, Miguel Ángel

Hernando Vera, Antonio

Hurtado Zurera, Antonio

Jiménez Tortosa, Juan

Lasarte Iribarren, José Javier

Lastra Fernández, Adriana

López Álvarez, Patxi

López Milla, Julián

Lucio Carrasco, María Pilar

Luena López, César

Madina Muñoz, Eduardo

Martín González, María Guadalupe

Meijón Couselo, Guillermo Antonio

Muñoz González, Pedro José

Navarro Garzón, Micaela

Palacín Guarné, Gonzalo

Peña Camarero, Esther

Pérez Domínguez, María Soledad

Pérez Herráiz, Margarita

Pradas Torres, Antonio

Rallo Lombarte, Artemi

Ramón Utrabo, Elvira

Ramos Esteban, César Joaquín

Raya Rodríguez, María Tamara

Rodríguez García, Isabel

Rodríguez Hernández, Juana Amalia

Rominguera Salazar, María del Mar

Sahuquillo García, Luis Carlos

Sánchez Amor, José Ignacio

Saura García, Pedro

Serrada Pariente, David

Serrano Jiménez, María Jesús

Sicilia Alférez, Felipe Jesús

Simancas Simancas, Rafael

Torres Mora, José Andrés

Trevín Lombán, Antonio Ramón María

Tundidor Moreno, Victoria Begoña

Urquizu Sancho, Ignacio