PSOE y Ciudadanos ya tienen propuestas para reformar la Constitución sobre la mesa. Aunque los textos tienen coincidencias, como no abrir el debate del modelo del Estado, presentan algunas diferencias: qué hacer con el Senado, cómo meter mano a la justicia o la reducción de las instituciones son algunas de ellas. Pedro Sánchez dio la bienvenida a Albert Rivera por su intención de cambiar la Carta Magna, aunque en Ferraz son conscientes de que tendrán que ceder algunas de sus medidas si quieren llegar a un acuerdo. Estas son algunas diferencias de las reformas que han planteado los dos partidos:
¿Qué derechos se incluyen?
Tanto PSOE como Ciudadanos quieren dejar blindados en la Constitución algunos derechos sociales. Los dos textos incluyen la salud y aluden a los derechos medioambientales. El partido de Rivera añade los derechos a los consumidores y usuarios, la buena administración y el acceso a los servicios públicos en condiciones de igualdad. También menciona el derecho a la vivienda. En este caso, los socialistas especifican que ese apartado deberá dotarse de contenido “mediante la previsión de obligaciones concretas para los poderes públicos, especialmente en casos de desahucio”. La formación de Sánchez quiere que se reconozca en la Constitución el ingreso mínimo vital que propone en su programa electoral así como la referencia a la tutela judicial efectiva en caso de despido injustificado.
Enmienda del PSOE al artículo 135 vs Silencio de Ciudadanos
Sánchez pretende enmendar el “error” de José Luis Rodríguez Zapatero de haber reformado el artículo 135 para fijar un techo al déficit. El PSOE mantendrá el principio de estabilidad presupuestaria aunque pretende anteponer algunos derechos, como la sanidad y la educación. El texto de Rivera no hace ninguna mención expresa a ese apartado, aunque el líder del partido naranja defendió en el Parlament la necesidad de “fijar un límite al gasto. ”Es necesario ordenar el dinero público“, agregó Rivera, que criticó, no obstante, la forma en la que PSOE y PP acometieron la reforma constitucional: ”La forma de la reforma no nos gusta“.
¿Cómo evitar los 'decretazos'?
Las dos formaciones quieren evitar el Gobierno a golpe de decreto-ley, una figura legislativa que debería reservarse para los casos de extraordinaria y urgente necesidad pero de la que ha abusado Mariano Rajoy. Difieren, sin embargo, en cómo abordarlo.
Ciudadanos apuesta por suprimirlo directamente y que los casos de urgente necesidad se aprueben en el Congreso mediante “un procedimiento sumarísimo” que culmine en 72 horas. El PSOE deja en manos del Gobierno su aprobación pero se tramite como proyecto de ley por la vía de urgencia si así lo solicita una “minoría cualificada”.
Desbloquear listas vs Modelo alemán
Sánchez y Rivera coinciden en la necesidad de mejorar la representación parlamentaria. Los socialistas se comprometen a “incrementar la proporcionalidad del sistema electoral”, aunque no detallan cómo, y a “desbloquear las listas”, es decir, que no se vote una lista plancha sino a las personas. Ciudadanos plantea que un modelo similar al alemán en el que los electores dispongan de dos votos: una parte de los escaños se repartirán por voto directo y otra mediante listas proporcionales.
Reforma vs fin del Senado
“Hacer del Senado una verdadera Cámara de representación territorial”. Es la defensa que hace Sánchez, cuya propuesta constitucional aboga por “redefinir sus funciones para vincularlas a las que derivan de la dimensión territorial”. Los socialistas también plantean “revisar su estructura y composición optando por un modelo intergubernamental o un modelo representativo de las comunidades”. El texto de Ciudadano propone algo similar aunque destaca la “supresión del Senado” como tal y que quede como un Consejo de Presidentes cuyos miembros tendrán voto ponderado para aprobar “en segunda lectura” las leyes relacionadas con la organización territorial.
¿Qué hacemos con las diputaciones?
Ciudadanos lo tiene claro: eliminarlas. También pretende reducir el número de ayuntamientos mediante su fusión -una propuesta que defendió UPyD en el Congreso-. ¿El objetivo? Racionalizar la administración local y mejorar la prestación de servicios, según la formación naranja. El PSOE no hace ninguna referencia a las diputaciones ni los municipios. Alfredo Pérez Rubalcaba reconoció su actualidad inutilidad pero no se atrevió con ellas: dejó la decisión en manos de las comunidades. Los socialistas también votaron en contra de la fusión de municipios en el Congreso.
¿Modelo federal o autonómico?
Las dos formaciones quieren dejar claras en la Constitución las competencias de las comunidades. El PSOE busca un modelo federal que reconozca “singularidades de distintas nacionalidades” como la lengua, la cultura, la foralidad o los derechos históricos, entre otros; mientras que Rivera no entra en ese debate.
Silencio vs revisar el cupo vasco
En lo que sí entra Ciudadanos es en la revisión del cupo vasco: “Se debe hacer un cálculo razonable de la contribución vasca y navarra a la Hacienda estatal con el fin de evitar desigualdades de una menor contribución a la solidaridad colectiva”. Frente a esa rotundidad, el PSOE no deja nada por escrito dado que hay un arduo debate interno. Susana Díaz y varios barones quieren “modular” las aportaciones de Euskadi y Navarra a las arcas públicas mientras que Sánchez se limita a defender que hay que “actualizar” las cantidades sin especificar si al alza o a la baja.
¿Cómo se despolitiza la justicia?
Otro punto en común pero con soluciones alternativas. Al PSOE no le ha gustado nada la propuesta de Rivera de acabar con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y otorgar sus competencias al presidente del Tribunal Supremo -que sería elegido por dos terceras partes del Congreso-. Sin embargo, el texto de los socialistas no concreta: “Garantizar la independencia del CGPJ”.
El PSOE laico no tiene alternativa en Ciudadanos
En el programa del 20D los socialistas han dado un paso al frente en materia de laicidad. La reforma de la Constitución persigue también ese objetivo. Aunque España se define en la Carta Magna como un estado aconfesional, el texto del PSOE defiende “actualizar y consolidar el principio de laicidad, incluyendo el sometimiento de los representantes públicos al principio de neutralidad religiosa en sus actuaciones”. Ciudadanos no hace ni una mención a este asunto en sus 30 propuestas para la Constitución.