“Sí se puede”, se ha congratulado la portavoz socialista en los pasillos del Congreso achacando a la acción conjunta de toda la oposición que el Ejecutivo, que, según ha dicho, hace unas horas en la reunión de la Junta de Portavoces había rechazado la tramitación como proyecto de ley, ahora esté abierto a esta posibilidad.
Ha sido el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, el que ha anunciado que el Gobierno no tiene “ningún inconveniente” en valorar la posibilidad de abrir el texto a enmiendas. Además, Ayllón ha acusado a la oposición de actuar desde la “cobardía política” y de preferir criticar el procedimiento legislativo utilizado por el Gobierno en lugar de admitir que las medidas incluidas en el decreto son necesarias.
Los “nervios” de la vicepresidenta
“Imagino lo nerviosa que se ha tenido que poner la vicepresidenta para que un hombre del talante de Ayllón venga por los pasillos acusando a la oposición de cobardía política”, ha comentado Rodríguez, quien ha avanzado que disculpa al secretario de Estado porque la “última responsable” del “atropello parlamentario” del que acusa al Ejecutivo es, a su juicio, Soraya Sáenz de Santamaría.
Desde su punto de vista, lo más importante es que el Gobierno parece “haber recapacitado” tras la censura de toda la oposición y la amenaza del PSOE de impugnar el decreto ante el Tribunal Constitucional con el resto de la oposición si los demás grupos querían sumarse.
Rodríguez ha señalado que el Gobierno es consciente de que su texto es “claramente inconstitucional” porque no había necesidad “extraordinaria ni urgente” de incluir estas medidas en un decreto ley. Ahora, ha explicado, si se tramita como proyecto de ley el decreto será sustituido por la ley que se apruebe tras un “adecuado debate”, por lo que no será necesario recurrirlo ante el Alto Tribunal.