Apenas 48 horas después de la ruptura de las negociaciones entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, el equipo de Pedro Sánchez ha enviado a Pablo Iglesias una batería de 17 propuestas con nuevas medidas que recogen parte de los anhelos de Podemos. Un intento bien por salvar la negociación, que ahora parece imposible, bien por llegar lo más 'limpios' de culpa posible a la cada vez más cercana posibilidad de acudir a las urnas en junio. En ese documento se habla de prácticamente todos los asuntos de las 20 propuestas de Podemos excepto de dos: la composición del Gobierno y el derecho a decidir en Cataluña.
El PSOE sigue sosteniendo a través de ese texto que es factible llegar a un acuerdo programático con Podemos, aunque ven en el derecho a decidir y en dejar la propuesta de solución al proceso independentista de Cataluña solo en manos del PSC y En Comú, excluyendo al resto de fuerzas, un escollo. Tampoco dan respuesta a la propuesta de “gobierno a la valenciana” -aunque allí Podemos está fuera del Ejecutivo, integrado por PSOE, Podemos, Compromís e IU-Unidad Popular.
Los socialistas dicen que los “sillones” se deben dejar para una segunda fase tras haber alcanzado un acuerdo sobre políticas. No obstante, destacados dirigentes reconocen que les desagrada la idea del “gobierno en coalición” con Podemos.
Con esta iniciativa, la pelea por el relato sigue en marcha. Tras la ruptura de la mesa de negociación entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, los tres partidos se esfuerzan ahora en que la flecha acusadora de ser el causante del fracaso señale a su rival.
Primero, en la rueda de prensa en la que Podemos dio por rota cualquier posibilidad de acuerdo, la pelota se lanzó al inmovilismo de socialistas y Ciudadanos. Después, en una tensa comparecencia de Antonio Hernando, el PSOE acusó a los de Iglesias de dejarles con la palabra en la boca y no dar siquiera la oportunidad de responder a las 20 propuestas que la formación de izquierdas plantó en la mesa de negociación. Ahora, apenas dos días después, se cruza un nuevo documento con más iniciativas, pero se obvia cualquier referencia a las dos peticiones más controvertidas de Podemos.
Por un lado, Sánchez tiene prohibido -forzado por los barones más críticos- negociar su investidura si sus interlocutores no renuncian antes al referéndum en Cataluña. Aunque se ha rebajado la imposición y el PSOE sí ha podido sentarse con defensores del derecho a decidir, es una línea roja que no puede traspasar.
Tanto las propuestas de solución al anhelo independentista por parte de Cataluña como la conocida como discusión por los sillones -después de que el 22 de enero Pablo Iglesias se ofreciera para ser vicepresidente de un hipotético gobierno presidido por Pedro Sánchez- han marcado la agenda de roces y desencuentros. De hecho, la presencia de estas dos peticiones entre las 20 propuestas que Podemos llevó a la mesa de negociación con el PSOE y Ciudadanos se ha interpretado desde las filas de ambos partidos como la evidencia de que Pablo Iglesias no quería llegar a un acuerdo bajo ningún concepto.
Esta situación, unida al inmovilismo de los dos firmantes originales del pacto, ha convertido la mesa a tres en una filfa catalogada como teatro por varios agentes políticos, entre ellos el Partido Popular o Izquierda Unida.
Podemos mantiene su postura
Un par de horas después de la publicación de la carta enviada por Antonio Hernando, Podemos ha lanzado una escueta nota en la que señalaba que “ahora solo hay dos opciones, y seguir el paripé no está entre ellas: o una gran coalición del PSOE con el PP, o que el PSOE explore con nosotros la vía de un gobierno progresista”. Estas palabras se unen a un tuit de Pablo Echenique, su recién 'estrenado' secretario de Organización, que también tacha literalmente de “paripé” las nuevas medidas del PSOE en respuesta a las propuestas de su partido.
17 medidas basadas en las propuestas de Podemos
Pero, a pesar de que es evidente que el clima de entendimiento entre las fuerzas autodenominadas del cambio es helador, los socialistas han respondido al documento que Podemos entregó en la única cita en la que los tres partidos se han visto. No obstante, el texto preparado en Ferraz por miembros de la dirección y del equipo negociador, se ha presentado en solitario, es decir, sin que Ciudadanos -el actor imprescindible para el “pacto transversal” que persigue Sánchez- haya participado, aunque fuentes socialistas señalan que lo ha visto.
Los socialistas se comprometen a elevar el Salario Mínimo Interprofesional un 3% ya en 2016, una cifra que no estaba concretada en el acuerdo PSOE-Ciudadanos. Además, se añade un nuevo ingreso para las rentas más bajas, como complemento al Ingreso Mínimo Vital y el Complemento Salarial Garantizado, cuya cuantía sería la diferencia entre los ingresos de la unidad familiar y el umbral de renta establecido para el Ingreso Mínimo Vital.
En las políticas sociales también se avanza, según este documento, en las medidas contra el endeudamiento familiar y los desahucios. La propuesta modificada por el PSOE tras el documento presentado por Podemos incluye una vivienda en régimen de alquiler social para aquellos que hayan perdido su casa por insolvencia sobrevenida. A esta medida acompañan un programa de alquiler social, a través de acuerdos con la Sareb, y una reforma de la Ley de Segunda Oportunidad.
Cambios en las relaciones laborales
Uno de los puntos que ha despertado más fricción desde el 20D ha sido la derogación total o parcial de la última reforma laboral. En este sentido el discurso del PSOE y Ciudadanos, a pesar de haber rubricado juntos el mismo documento, no ha sido precisamente igual. De hecho, al poco tiempo de firmar el acuerdo entre ambos partidos, la interpretación de Sánchez y de Rivera era exactamente contradictoria. Para intentar aclarar este punto, la carta enviada por Hernando habla de medidas para recuperar las relaciones laborales y mejorar la calidad del empleo. La propuesta detalla que, en el ahora lejano caso de alcanzar el Gobierno, los socialistas actuarán contra los contratos temporales derogando el contrato de fomento emprendedores; estableciendo como fijos discontinuos algunos de los actuales contratos de temporada; añadiendo un bonus para las empresa con menor temporalidad; y reforzando las actuaciones de la Inspección de Trabajo.
También proponen cambiar la regulación de los contratos a tiempo parcial, en los que se deberá fijar con claridad el horario en el que los trabajadores prestan su servicio. Las nuevas medidas también insisten en garantizar la conciliación entre el trabajo y la vida personal.
Modificaciones fiscales
El paso adelante ofrecido por los socialistas, a pesar de la ruptura de las negociaciones escenificada por Pablo Iglesias, incluye un cambio en los ingresos por cotizaciones para que aporten más quienes más cobran, y un aumento de las pensiones no contributivas.
Algunas de las medidas ya recogidas en el pacto entre los socialistas y Ciudadanos se afinan para introducir ciertas concreciones. Entre las nuevas propuestas del PSOE aparece un cambio estructural del sistema impositivo que recomponga las bases imponibles sin subir los impuestos a las rentas medias. Con esta medida se busca incrementar los ingresos públicos para garantizar los derechos sociales que, según refleja la carta enviada por Antonio Hernando, se pretenden blindar a través de la Constitución.
No obstante, y a pesar de que se plantea renegociar con la UE una nueva senda de consolidación fiscal más gradual y equilibrada, se mantiene el compromiso de cumplimiento de los acuerdos con las autoridades europeas. Es decir, la mejora de los ingresos que se propone no proviene de una renegociación de la deuda sino de una más eficiente recaudación de impuestos.
El PSOE también avanza en la definición de la reforma del IRPF para reducir, cuando sea posible, la tributación de las rentas del trabajo y, mientras no se pueda por la situación presupuestarias, no subir los tipos. También defiende un impuesto sobre sociedades con menos deducciones para las grandes empresas para acercar el tipo efectivo al nominal. Añaden una reforma sobre las cargas a la riqueza y un mayor control de las Sicav.
Avances en transparencia y derechos
El resto de nuevas medidas que proponen los socialistas se basan en un impulso al plan de inversiones de la UE; la reforma de la Ley de Hidrocarburos; una reforma del sector eléctrico y medidas para reforzar el gobierno corporativo, en las que se incluyen un mayor gravamen fiscal para los blindajes, salarios diferidos, stock options, planes de pensiones y retribuciones en especie.
Las medidas que Antonio Hernando ha remitido a Pablo Iglesias incluyen el desarrollo de la Ley de Dependencia siguiendo sus principios inspiradores e incorporando al sistema a las 386.000 personas ya valoradas y en lista de espera. También se incluyen medidas para la igualdad entre hombres y mujeres y la cobertura de la interrupción voluntaria del embarazo y el acceso a la reproducción asistida en el sistema de salud público -aunque sobre estas dos últimas nada dice el documento que Podemos les puso sobre la mesa-.