Si el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, aplazó la votación de la Ejecutiva de su partido sobre las condiciones que Ciudadanos ha puesto a su investidura al próximo miércoles y se fue de puente a Galicia para reblandecer a Pedro Sánchez y que toda la presión recayese sobre él, el líder del PP ya tiene la respuesta en el Congreso de los Diputados.
El grupo parlamentario socialista, lejos de dar ninguna pista sobre un cambio de criterio en una eventual sesión de investidura -para la que todavía no hay fecha-, decidió registrar este viernes la petición de una comisión parlamentaria que investigue los distintos casos de corrupción que azotan al PP empezando por Gürtel y Los Papeles de Bárcenas. En dicha iniciativa, los socialistas señalan entre los responsables de todos estos escándalos al propio Mariano Rajoy.
El presidente del Gobierno en funciones encabeza la lista de 21 dirigentes populares a los que el PSOE pide explicaciones sobre su participación en la financiación del partido y los distintos sumarios en que está inmerso el Partido Popular y algunas de las instituciones que gobernó. Los socialistas aprovechan así el paréntesis que PP y Ciudadanos se han dado para seguir negociando un pacto de investidura y se adelantan a la formación de Albert Rivera, quien ya había anunciado que la comisión de investigación sobre la corrupción es una condición indispensable para que haya acuerdo.
Al registrar la petición antes en el Parlamento, el PSOE se garantiza que su solicitud será la primera que tendrá que calificar la Mesa del Congreso, donde PP y Ciudadanos tienen mayoría. De hecho, su creación podría incluso debatirse antes de la sesión de investidura si la presidenta de la Cámara, Ana Pastor, accediese a convocar plenos en el Congreso, algo que sí decidió el socialista Patxi López durante la pasada legislatura pero que la dirigente popular no parece dispuesta a hacer.
El portavoz parlamentario, Antonio Hernando, lo explicó ayer en su comparecencia ante los medios para marcar distancias con Ciudadanos: “Con una mano el PSOE no va a presentar una comisión de investigación para dilucidar las responsabilidades políticas de Rajoy y con la otra a facilitar su presidencia”.
Fuentes internas del partido lo dicen con otras palabras: “La petición de comisión de investigación” en este momento “es un gesto sin marcha atrás y un mensaje inequívoco de que nadie va a mover al PSOE del no a Rajoy”.
El mensaje es doble: trata de aguar la estrategia de PP y de Ciudadanos de hacer recaer toda la presión sobre el PSOE para evitar unas terceras elecciones y también se dirige a las voces socialistas partidarias de que el partido pudiera abstenerse y facilitar la investidura de Rajoy. Apenas unas horas después de que Albert Rivera desgranase sus exigencias al PP, el expresidente del Gobierno, Felipe González, aseguró en EL PAÍS que el de Ciudadanos había sido “el primer gesto de responsabilidad política desde las elecciones”.
El expresidente del Gobierno es la voz que con mayor claridad se ha pronunciado a favor de que el PSOE se abstenga pero no el único. Algunos barones deslizan en privado ese mensaje e incluso el presidente extremeño avisó hace semanas de que si el PP logra el apoyo de Ciudadanos y se sitúa con 169 diputados, “a ver quién es el guapo que vota no” a la investidura. El concejal de Madrid Antonio Miguel Carmona también ha reclamado en las últimas horas abrir un debate en el PSOE que según dijo tiene partidarios de la abstención.
La dirección socialista, entretanto, mantiene su rechazo a hacer presidente a Mariano Rajoy y recomienda al PP que convenza a las derechas y reedite el pacto que ya sirvió para hacer presidenta del Congreso a Ana Pastor con los votos de PP, Ciudadanos y el concurso también del PNV y parte del independentismo catalán.
El intento de sentar a Rajoy en el Congreso a dar explicaciones por todos los escándalos que sacuden al PP, ya sea Gürtel, Púnica, o los sumarios de Valencia, trata de hacer ver que Ferraz no tiene ninguna intención de hacer presidente al candidato del PP, siquiera con la abstención. Y de paso pone el listón muy alto y advierte a Ciudadanos que para el PSOE una comisión de investigación sobre la corrupción debe llevar al Congreso no solo a Rajoy, también al expresidente José María Aznar, a la número dos del partido, María dolores de Cospedal y a quienes le precedieron en el cargo durante los últimos 20 años: Ángel Acebes, Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos.
La iniciativa socialista registrada en la Cámara Baja enumera otros nombres insignes del Partido Popular que han aparecido vinculados a distintos sumarios: el extesorero Luis Bárcenas y la mujer que lleva ahora las finanzas del partido, Carmen Navarro, imputada en el caso de la destrucción de pruebas por el borrado de los discos duros; así como a los exministros Ana Mato y Jaume Matas, quien ya fue condenado a nueve meses de cárcel por corrupción durante su época de presidente en Baleares y que se encuentra a la espera de ser juzgado en otras causas.
La intención del PSOE es poner el foco en la época más controvertida de la gestión del PP en distintas instituciones que ha desembocado en los tribunales. En su lista de comparecientes cita también a los expresidentes de la Comunidad Valenciana y Madrid, Francisco Camps, Ignacio González, al exvicepresidente madrileño Francisco Granados, actualmente encarcelado en la prisión de Estremera y a los anteriores responsables de las diputaciones de Castellón, Alicante y Valencia, Carlos Fabra, Joaquín Ripoll y Alfonso Rus, junto a la actual senadora y exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
La petición de comisión de investigación añade otros apellidos asociados al caso Gürtel como el exalcalde de Pozuelo de Alarcón, y exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda y el exconsejero del Gobierno de Esperanza Aguirre Jesús López Viejo.
El primer partido en pronunciarse sobre la solicitud del PSOE ha sido Podemos, quien a través de su diputada Carolina Bescansa ha anunciado que están dispuestos a apoyar la creación de esa comisión de investigación.