El PSOE presume de estrategia porque, según los socialistas, ha conseguido que Mariano Rajoy vaya al Congreso a dar explicaciones sobre el caso Bárcenas, aunque reprocha al presidente que lo haga “en agosto, a la fuerza y contra su voluntad”. El secretario de Organización, Óscar López, ha asegurado que, en su comparecencia, el presidente del Gobierno intentará “distraer la atención con otros asuntos” pero que “no se irá de rositas porque tendrá que escuchar en sede parlamentaria la petición de dimisión”.
Los socialistas perseguirán en la sesión del próximo 1 de agosto que Rajoy diga la verdad y presente su dimisón. Además, el grupo parlamentario no retirará la petición de comparecencia que se debatirá este miércoles en la Diputación Permanente para que conste que la intervención del presidente en el Pleno se hace a petición propia y de toda la oposición.
Ferraz no elimina la posibilidad de presentar una moción de censura y afirma que “se reserva su derecho para utilizar esa herramienta cuando considere necesario según avancen los acontecimientos”. También plantea una “estrategia coordinada en todos los territorios” para exigir la verdad y responsabilidades a los dirigentes del PP. López ha explicado que esa labor ha comenzado este martes en Castilla-La Mancha, donde los diputados socialistas han exigido la dimisión de María Dolores de Cospedal durante el pleno en el que se ha aprobado una modificación del Estatuto de Autonomía para reducir el número de diputados: “Es una cacicada porque lo hace sin ningún consenso político. Parece que está preparando los tejemanejes de la campaña de 2015”, ha espetado López tras recordar el supuesto cobro de una comisión de 200.000 euros para la campaña electoral de manos de una empresa adjudicataria de un contrato público.
Preguntado por el bloqueo del debate de la ley de Transparencia, Óscar López ha reiterado que las relaciones con el Partido Popular están rotas porque “en este momento es imposible avanzar” porque “todo ha ido a peor”. En este sentido, ha recordado que Rajoy defendió primero la inocencia de Luis Bárcenas, después negó la contabilidad paralela recogida en los papeles y mantuvo el apoyo después de que se supiera la existencia de cuentas en Suiza a nombre del extesorero. “Rajoy ha reconocido que era chantajeable”, ha sentenciado el secretario de Organziación de los socialistas.