El PSOE rechaza facilitar con su abstención un gobierno del PP sin Vox

Irene Castro

14 de febrero de 2022 14:13 h

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El PSOE rechaza facilitar con su abstención la presidencia de Alfonso Fernández Mañueco para evitar que Vox forme parte del Gobierno. “No vamos a apoyar un gobierno manchado por la corrupción”, ha zanjado el portavoz, Felipe Sicilia, que ha asegurado que no ha habido “debate” sobre este asunto en la reunión de la Ejecutiva, encabezada por Pedro Sánchez, en la que se han analizado los resultados en Castilla y León, donde los socialistas han perdido la primera posición y cerca de 118.000 votos respecto a las últimas autonómicas. El PSOE quiere trasladar la presión al PP. En un primer momento Sicilia ha apuntado a que los de Pablo Casado ya han contestado a ese hipotético apoyo del PSOE al decir que “no tiene ningún problema en entenderse con Vox” y ha asegurado que esta situación “la ha propiciado el PP” al convocar unas elecciones por “intereses” distintos a los de los ciudadanos. “Tenemos muy claro que no vamos a posibilitar un gobierno que, a partir de marzo, tiene una agenda ante los tribunales por los casos de corrupción”, ha rematado.

“Estas elecciones nos dejan una conclusión clara. Solo hay dos opciones de gobierno: un gobierno del PSOE o un Gobierno de Vox en el que el PP está entregado”, ha afirmado Sicilia en la rueda de prensa posterior a la reunión de la dirección en la que ha asegurado que “el cordón sanitario a la extrema derecha es votar al PSOE”. “Quienes quieran avanzar solo tienen como posibilidad de gobierno al PSOE, la otra opción ya no es de un gobierno que no avance sino que es el retroceso. Con Vox no se avanza, se retrocede”, ha afirmado. 

“Este escenario no lo ha propiciado el PSOE lo ha propiciado el PP, quisieron correr ese riesgo, que sean responsable. No velaron por los intereses de Castilla y León, velaron por los intereses de Casado. Es el escenario que propició el PP”, ha afirmado Sicilia. Ese es uno de los argumentos de la dirección socialista para descargarse la presión para facilitar un gobierno del PP evitando que esté condicionado por la extrema derecha. A pesar de que la estrategia de Génova pasa por ahora por intentar atraer a formaciones provinciales para evitar la entrada de Vox en el Gobierno, el PSOE considera que no tiene otra alternativa. El partido de Santiago Abascal ha rechazado cualquier fórmula que no suponga su participación dentro del ejecutivo. “Dependen de la extrema derecha de Vox”, ha sentenciado Sicilia, que ha recordado que ya cuenta con su “beneplácito” a juzgar por la posición que ha mantenido en la campaña.

Por el momento solo una voz se ha pronunciado claramente a favor de abstenerse para permitir que Alfonso Fernández Mañueco no dependa de Vox. Ha sido el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, uno de los hombres fuertes de Sánchez en su batalla por el “no es no” a Mariano Rajoy. “Al PP hay que ofrecerle la posibilidad de que gobierne sin Vox. No podemos, por coherencia, decir que Vox es un peligro para la democracia y la convivencia, creérnoslo y al mismo tiempo no ofrecer una alternativa”, ha defendido el regidor, que ya no forma parte de la dirección federal antes de recordar que los conservadores cargan contra Sánchez por apoyarse en partidos como Bildu, “no tener problema en votar con ellos cuando les viene bien” y sin ofrecer “al PSOE nunca una alternativa” pese a que ganó las elecciones. “Creo que le podemos ofrecer una alternativa al PP y, si decide gobernar con Vox, que no sea porque no se le han ofrecido otras opciones, que sea porque realmente quiere”, ha afirmado en declaraciones a los periodistas. Él mismo ha reconocido que era una reflexión personal y sus palabras no han sentado bien en Ferraz.

La estrategia de la dirección nacional dista mucho de esa posición. En Ferraz descartan rotundamente facilitar la investidura de Mañueco, al que acusan de haber hecho “más poderosa a la extrema derecha” adelantando unas elecciones para las que los socialistas nunca vieron razones más allá de los “intereses personales y partidistas” del PP. La pretensión del PSOE es señalar al nuevo gobierno de la Junta como el peligro que amenaza al resto de España en el futuro con la extrema derecha dentro de las instituciones.

Y la primera parada en la que usar ese argumento está en Andalucía, donde se celebrarán elecciones este mismo año -con la incógnita de cuándo decida pulsar el botón Juanma Moreno Bonilla-. “El que era el partido de Aznar ahora es una coalición de Gobierno con la extrema derecha sentada en la vicepresidencia”, ha dicho el candidato socialista, Juan Espadas. “Ese centro político que quiere vender Moreno Bonilla está hipotecado por una fórmula o coalición de gobierno que veremos entre PP y Vox. Los ciudadanos tienen que tener claro que hay que optar por esa coalición con la extrema derecha o por una opción como la que representa el PSOE en Andalucía”, ha dicho el líder socialista a su llegada a la reunión de la Ejecutiva federal.

Los socialistas apuestan, por tanto, por la estrategia del miedo a la extrema derecha que no ha tenido resultados previamente, cuando la aireaban también por la dependencia que desde 2019 tiene el PP en sus gobiernos autonómicos. Preguntado por el motivo por el que la extrema derecha sigue en ascenso, a pesar de esas advertencias, el portavoz del PSOE lo ha atribuido a la bajada del PP.

“Esa idea de cambio de ciclo que algunos quieren tratar de imponer no se da a la vista de los resultados”, ha dicho Sicilia, que ha reconocido que no son buenos para el PSOE pero que no es la “debacle” que se pronosticaba. De hecho, el argumento de los socialistas es que se mantienen en el 30% de los votos que obtuvieron en las generales de 2019. “El PSOE sigue estando fuerte en Castilla y León. Los ciudadanos siguen viéndolo como una opción de gobierno”, ha asegurado el portavoz. En el PSOE atribuyen buena parte de su caída a la irrupción de las plataformas provinciales, como Soria Ya! y al crecimiento de Unión del Pueblo Leonés, que les han arrebatado cuatro escaños; pero Sicilia se ha mostrado convencido de que los ciudadanos “van a entender que la mejor manera de defender sus intereses y derechos es el PSOE”.

Ferraz ha respaldado al candidato socialista, Luis Tudanca, que la noche electoral abrió la puerta a su salida al asegurar que “otros vendrán” que podrán propiciar el cambio. El portavoz ha asegurado que “ha hecho un gran trabajo”, pese a no haber tenido el resultado deseado“ y que ”no tiene cuestionamiento ninguno porque fue elegido de manera clara hace unos meses“ como líder de los socialistas en Castilla y León. En todo caso, ha asegurado que la ”reflexión“ les corresponde a Tudanca y los socialistas de esa federación.