PSOE y Unidas Podemos resisten electoralmente a pesar de la pandemia de la COVID-19. Pedro Sánchez no acusa desgaste por la gestión y mantiene una distancia de más de trece puntos sobre el PP, que con un 18,1% de estimación de voto cae por debajo de los resultados del 10 de noviembre, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Ciudadanos es el partido que más crece respecto al último barómetro y en comparación con las elecciones generales. Inés Arrimadas, que ha dado un giro a la política del partido abriéndose incluso a negociar los presupuestos con el Gobierno tras haber salvado varias prórrogas del estado de alarma, obtendría un 10,6% de los votos, casi cuatro puntos por encima de lo que obtuvo Albert Rivera en las urnas. El crecimiento es de casi dos puntos respecto al último sondeo, realizado en el mes de julio, mientras que Pablo Casado pierde casi tres puntos en estimación de voto.
Los socialistas se dejan seis décimas respecto al anterior sondeo, pero mejoran sus resultados respecto a las elecciones. Pablo Iglesias, con un 12,2%, se mantiene en la tercera posición que recuperó en la anterior encuesta en la que se la arrebató a Vox, que sigue en cuarto lugar con un 11,7% de los sufragios. La formación de extrema derecha que lidera Santiago Abascal bajaría 3,5 puntos respecto al resultado cosechado en las últimas generales cuando consiguió 52 escaños y el 15,% de las papeletas.
La encuesta se realizó entre el 1 y el 7 de septiembre, coincidiendo con el arranque del curso tras el parón estival y en un momento en el que la incidencia de la pandemia crecía de nuevo en España. De hecho, el 58,3% de los encuestados considera que es necesario implementar medidas de control y aislamiento más exigentes que las que hay en la actualidad frente al 25,8% que considera que podemos seguir como hasta ahora. Las entrevistas coincidieron con los primeros encuentros entre Sánchez y los líderes de la oposición (que se celebraron el 2 y 3 de ese mesen los que Casado certificó su portazo a llegar a acuerdos con el Gobierno en materias como la renovación del Poder Judicial, que lleva dos años en funciones, y Arrimadas manifestó su voluntad de negociar los presupuestos.
Este es el primer sondeo que realiza el CIS desde que el rey emérito Juan Carlos I abandonó España. A pesar de que la institución demoscópica lleva sin preguntar a los españoles su opinión sobre la monarquía desde hace cinco años, la situación del exjefe del Estado no ha aumentado la percepción de la Corona como un problema: solo lo ve así un 0,5% de los encuestados. El dato es similar al de otros barómetros.
Sánchez es el líder nacional mejor valorado en la encuesta con un 4,6 de nota media -tres décimas menos que en la anterior-. Es la peor nota que obtiene el presidente desde que estalló la pandemia, cuando logró incluso aprobar -una circunstancia que no se había dado en muchos años por parte de los líderes políticos-. Le sigue de nuevo de Arrimadas. Casado, recibe una puntuación de 3,4, seguido de Iglesias con un 3,2. Muy por detrás se sitúa el líder de la extrema derecha, Santiago Abascal, que obtiene un 2,5. Esa puntuación difiere poco respecto a la evaluación concreta de ellos en función de lo que están diciendo o haciendo en relación a la COVID-19. El presidente se queda igual, mientras que la líder de Ciudadanos cae unas décimas (3,7), al igual que el del PP (3,2) y el de Vox (2,3). El vicepresidente segundo obtiene en este caso un 3,3.
A la mayoría de encuestados (56,8%), no obstante, le merece poca o ninguna confianza la gestión que está haciendo el Gobierno de Sánchez de la pandemia frente al 31,6% que sí se muestra satisfecho con ese trabajo. El 72,3%, además, quiere que la lucha contra el coronavirus se realice en colaboración entre el Ejecutivo central y las comunidades. El 15,8% quiere que lo asuma el Gobierno y solo el 4,9% que lo hagan las autonomías. También existe división respecto al comportamiento que está teniendo la ciudadanía para afrontar el virus: mientras que un 48,3% cree que estamos actuando con civismo y solidaridad, el 43,1% cree que la mayoría está siendo poco cívica e indisciplinada.
A pesar de que el PSOE ganaría de nuevo las elecciones y de que Sánchez es el líder mejor valorado, le da poca o ninguna confianza al 66,2% de los encuestados frente al 30,1% que declara que le inspira confianza. El jefe de la oposición sale aún peor parado: el 85% desconfía de él frente al 10,6% que sí siente confianza. Respecto a la preferencia que tienen los ciudadanos para la presidencia del Gobierno, Sánchez encabeza el ranking con mucha distancia (el 27,9% de los encuestados dice que le prefiere como presidente frente al siguiente, que es Casado, por quien se decanta el 9,1%). A Arrimadas la elige el 8,9% seguida de Abascal (5,4%). Al vicepresidente segundo solo lo quieren como presidente el 4,6%. No obstante, el 24,8% de los encuestados confiesa que no quiere a ninguno de los líderes nacionales.
El 58,3% quiere medidas de control de la COVID-19 más exigentes
Como en anteriores barómetros desde el estallido de la pandemia en España, el CIS hace preguntas específicas sobre la COVID-19, que es uno de los principales problemas que los encuestados apunta, junto con el desempleo y la crisis económica. El 93% de los encuestados reconoce estar bastante o muy preocupado por la enfermedad frente al 4% que dice estarlo poco. Al 38,5% de los españoles les preocupan por igual los efectos sobre la salud así como las consecuencias económicas del coronavirus mientras que el 36,6% reconoce que le preocupan los problemas de salud y el 24,4% dice estarlo más por lo que pueda suponer para el empleo y la economía.
El 58,3% de los encuestados considera que es necesario implementar medidas de control y aislamiento más exigentes que las que hay en la actualidad -el 1,2% apuesta por “medidas más eficaces y mejor planteadas”- frente al 25,8% que opina que podemos seguir como hasta ahora. Solo el 1,1% cree que las medidas deben depender de cada zona y esa misma cifra considera que son necesarios más medios, como pruebas o rastreadores. A pesar del alto índice de preocupación, un 40,3% de los encuestados rechaza ponerse la vacuna “inmediatamente” después de que esté lista frente al 44,4% que sí lo haría.
No obstante, la inmensa mayoría de los encuestados (87%) no ha tenido que recurrir a los servicios médicos por cuestiones relacionadas con el coronavirus. Del 12,2% que sí lo hizo, la gran mayoría recurrió a su médico o a los servicios de atención primaria y el 70% se muestra satisfecho con la atención recibida. Un 70% tuvo que guardar aislamiento y a la mayoría le hicieron prueba PCR (61,7%), aunque solo el 27,5% resultó positivo. De ellos, solo el 14% ingresó en el hospital.
El 84% de los encuestados es partidario de reformar el sistema sanitario frente al 10% que no lo ve necesario. Las posibilidades que plantea el CIS cuentan con un importante consenso (aumentar las plantillas, dedicar más recursos económicos, aumentar la coordinación de las comunidades y aumentar las instalaciones dedicadas a afrontar las pandemias).
Respecto a la vuelta al colegio, que coincidía con los días en que se elaboró la encuesta, la vuelta presencial es prioritario para la mayoría (36,1%) seguida de cerca por el método combinado de online y presencial (36,8%) frente al 9,6% que ve preferible las clases online.