El despliegue de los misiles nucleares tácticos Iskander en el enclave báltico de Kaliningrado son la respuesta de Rusia al escudo antimisiles estadounidense, afirmó hoy el presidente ruso, Vladímir Putin.
No obstante, el líder del Kremlin desmintió las informaciones publicadas estos días por algunos medios rusos y extranjeros acerca de que los Iskander ya están en el enclave, limítrofe con dos países miembros de la OTAN, Polonia y Lituania.
“Que estén tranquilos. Todavía no hemos tomado esa decisión”, aseguró Putin en la rueda de prensa anual ante más de 1.300 periodistas de todo el mundo.
Aún así, Putin recordó que ya hace tiempo que Rusia ha dejado claro que instalará misiles tácticos en Kalingrado si Washington continúa con el proyecto del escudo antimisiles en las fronteras del país.
“Reaccionaremos a la amenaza del escudo antimisiles de EEUU, ya lo dijimos, y una de las medidas era el despliegue de los Iskander en Kaliningrado”, señaló.
Al mismo tiempo, aclaró que aunque los Iskander “es el arma más efectiva del mundo en su segmento, no es la única vía de defensa y reacción a las amenazas que vemos en nuestro entorno”.
“Las armas tácticas de EEUU están en Europa. Ninguno de los (países) europeos las controla”, subrayó Putin.
El Ministerio de Defensa ha reconocido esta semana el despliegue de los misiles en el Distrito Militar Noroccidental, que incluye la región de Kaliningrado, aunque no aclaró el lugar concreto en el que se han instalado estos cohetes con un alcance de entre 50 y 300 kilómetros, y que pueden portar distintas cargas de hasta 480 kilogramos.
En noviembre de 2011, el entonces presidente, Dmitri Medvédev, amenazó con desplegar los Iskander en Kaliningrado, entre otras medidas, en respuesta al emplazamiento en Europa del escudo antimisiles norteamericano.
La pasada semana, Putin denunció que EEUU siga adelante con el escudo, cuando el principal argumento para su despliegue, el programa nuclear iraní, ha sido suspendido durante seis meses tras el reciente acuerdo alcanzado entre Teherán y las grandes potencias.
El escudo “no sólo permanece, sino que se refuerza. Nosotros entendemos perfectamente que el sistema de defensa antimisiles sólo es defensivo de nombre. En realidad, es una parte significativa del potencial ofensivo” de EEUU y la OTAN, manifestó.