Rafael Hernando, sobre la doble presidencia de la Generalitat propuesta por Puigdemont: “No sé qué hierbas utiliza esta gente para el desayuno”

“No tengo palabras. Pero esta gente, ¿qué hierbas usa para el desayuno? Cada día se pasan con la ración de tila o de teína”. Así ha despachado Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, la idea de Junts per Catalunya, que exige que Puigdemont sea votado en el Parlament, aunque después su nombramiento sea suspendido por el Constitucional y acepte una presidencia simbólica desde Bruselas.

Hernando ha tachado este martes de “delirante” la idea de una presidencia simbólica desde Bruselas para el expresident Carles Puigdemont. El portavoz del PP ha pedido a los dirigentes del bloque independentista que estén “limpios” que se dediquen a buscar un candidato “viable” para tratar de conformar un Gobierno en Cataluña y parar esta nueva “astracanada” porque “la imaginación de esta.

Carles Puigdemont ha puesto finalmente una propuesta concreta sobre la mesa de los partidos independentistas para solucionar sus diferencias en torno a la investidura. La idea tanteada este fin de semana en las negociaciones que han tenido lugar en Bruselas entre JxCat y ERC implicaría efectuar una modificación exprés de la ley de la presidencia que permitiese a Puigdemont ser investido sin consecuencias penales para la Mesa y los diputados.

En la candidatura independentista sostienen que tocando el articulado de la ley podría esquivarse el veto previo impuesto por el Constitucional. Pero, como calculan que aunque se llegase a efectuar la votación podría ser suspendida posteriormente, JxCat prevé además que una Asamblea de Electos reafirme -no que invista, puesto que ya habría sido investido- a Puigdemont como president legítimo en Bruselas, mientras en Barcelona el Parlament inviste a un sustituto que sí pueda acceder al cargo.

El president cesado prevé tras todo ello ser ratificado por una Asamblea de Electos, cámara simbólica promovida por el mundo local sin atribuciones oficiales. Tras ese reconocimiento formaría un “Govern en el exilio”, que sería uno de los polos del Govern de la Generalitat, completado con el Ejecutivo oficial en Barcelona. De esta forma, consideran, Puigdemont mantendría no solo la legitimidad como president, sino que se preservaría el hilo de la legitimidad 'republicana' nacida entre el 1 y el 27 de octubre.