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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Rajoy adelanta al 1 de julio la rebaja del IRPF prevista para 2016

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha lanzado de lleno a la campaña electoral y ha anunciado hoy que adelantará al 1 de julio de este año la rebaja adicional del IRPF prevista para 2016. Esto supondrá un ahorro extra para los contribuyentes de 1.500 millones de euros, según sus datos. El anuncio hay que leerlo en clave electoralista, aunque desde el Ejecutivo aseguran que se hace por la mejora económica (ahora creen que el PIB subirá en un 3,3% frente al 2,9% previsto), lo que les permite acelerar la rebaja en el IRPF.

Durante su intervención en el 29 Aniversario del diario 'Expansión', el jefe del Ejecutivo indicó que todos los contribuyentes notarán ya en su nómina de julio esta nueva reducción de impuestos. Para ello, el Consejo de Ministros aprobará el próximo 10 de julio el adelanto, que tendrá efectos retroactivos ya que se fechará el 1 de julio.

Fuentes del Ministerio de Hacienda dicen que es pronto para asegurar que la forma en la que se hará este adelanto será simplemente trasladando los tipos impositivos que estaban previstos para el 1 de enero. Por poner un ejemplo, una base imponible de entre 12.450 euros y 20.200 euros tiene un tipo de IRPF en 2015 del 25% que, tal y como está aprobada la reforma ahora mismo, pasaría en 2016 a ser del 24%. Es fácil adivinar el problema que se presenta a gestorías y empresas a la hora de emitir las nóminas de este mes en curso.

Hacienda dice que aún se está articulando la forma en la que se adelantará la rebaja del IRPF. Pero que el resultado final será el de que habrá 1.500 millones de euros más en los bolsillos de los ciudadanos, según los cálculos iniciales que barajaba el Ejecutivo cuando se aprobó la reforma.

No habrá ningún cambio en IVA y parece que tampoco en el Impuesto de Sociedades.

La rebaja del IRPF, cuya primera parte entró en vigor el pasado 1 de enero, contempla una rebaja media del 12,5% del impuesto para todos los contribuyentes, que se eleva al 23,5% para aquellos que ganan menos de 24.000 euros anuales, que son el 72% del total, y que se iba a aplicar entre 2015 y 2016.

De esta forma, la reducción del impuesto, que iba a dejar en manos de los contribuyentes durante estos dos años unos 6.000 millones de euros, ahora se aplicará en su mayoría en un sólo ejercicio. Así, el primer tramo del IRPF (para rentas inferiores a 12.450 euros) pasará del 20% aplicado desde enero al 19% que se aplicará ya desde el 1 de julio y no desde el 1 de enero de 2016 como estaba previsto.

Además, el Gobierno también permitirá que todos los autónomos tengan una retención del 15%. Pero solo se la podrían aplicar ahora los que tuvieran unos rendimientos por debajo de 15.000 euros, y el resto conservará un tipo del 19%. Con este cambio, los autónomos tendrán mucha más liquidez, aunque a fin de ejercicio tendrán que hacer sus cuentas con Hacienda y puede salir a pagar su declaración.

Presupuestos Generales sin techo de gasto

Todas estas medidas son la punta de lanza de un proceso aún más transversal para las cuentas públicas que el Ejecutivo ha puesto en marcha: adelantar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado a julio o agosto. Según Hacienda, a lo largo de julio el Consejo de Ministros puede aprobar el texto que se remite a las Cortes Generales para que empiece la tramitación ya de las cuentas de 2016. Una iniciativa absolutamente insual.

La fecha tope para presentar el Proyecto de Ley por parte del Ejecutivo es el 30 de septiembre, que ha sido apurada por todos los Gobiernos. Con esta medida, en la que llevan meses trabajando, según el Gobierno, Rajoy pretende sacar adelante el proyecto de ley en julio y llevarlo como tarde a las Cámaras en agosto. Así puede llegar a estar aprobado ya o bien durante la celebración de los comicios (si fueran en noviembre) o en plena campaña electoral. El presidente ha justificado el adelanto de la tramitación de los Presupuestos en que es lo que le “conviene” a España.

Paradójicamente, aún no se ha aprobado el techo de gasto, la llave para fijar cuánto puede gastar el Gobierno y a partir de ahí cuadrar todas las partidas del Estado. La fecha límite para su aprobación era el 1 de julio pero el Ejecutivo lo ha ido retrasando. Primero porque convocó al Consejo de Política Fiscal y Financiera, el órgano colegial que reúne a los consejeros de economía de las comunidades autónomas para discutir con ellos las principales líneas de las cuentas públicas del año que viene.

La reunión, que tenía que haberse realizado este 2 de julio, se ha suspendido tras la petición de varios gobiernos autonómicos que aún están en funciones o no han nombrado consejero. Esto ha hecho que automáticamente se haya retrasado también la aprobación del techo de gasto un viernes más, y no será hasta el 10 de julio cuando el Ejecutivo presente el límite presupuestario en Consejo de Ministros.

Fuentes de Hacienda restan importancia a este retraso, que hará que apenas transcurran dos semanas entre que se apruebe el techo de gasto y vea la luz el Proyecto de Ley de Presupuestos, cuando el tiempo medio que pasa entre ambas medidas suele ser de tres meses. Esto hace pensar que prácticamente todo está ya cuadrado.

Tampoco se están respetando los tiempos fijados por Bruselas, ya que España, como el resto de los países del euro, tiene que seguir determinados calendarios para la aprobación de los presupuestos y su supervisión por Europa.