El jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, ha admitido este miércoles que maneja el 2 de agosto como fecha para abrir el debate de investidura y ha insistido en que si no tiene los apoyos para ser elegido abrirá un periodo de reflexión con los partidos. Eso sí, ha dicho que eso no “prejuzga que no se vaya” a la investidura.
Así lo ha asegurado Rajoy en una conversación informal con periodistas en el Congreso, después de mantener un almuerzo con su equipo en un restaurante cercano a la Cámara Baja. En esa comida ha podido contar de primera mano a los suyos la reunión que ha mantenido este mañana con el líder del PSOE, Pedro Sánchez.
Rajoy ha almorzado en compañía de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, y el secretario del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, entre otros.
En esa charla informal, Rajoy ha expresado su voluntad de ir a la investidura y ha confesado que quiere que sea la semana el 2 de agosto, ya que la anterior comienza con el festivo del día del apóstol Santiago. Además, ha dicho que si no tiene los apoyos abrirá un periodo de reflexión, lo que “no quiere prejuzgar que no se vaya” a ese debate.
Si el debate de investidura se inicia el 2 de agosto, la primera votación tendría lugar el miércoles 3 y la siguiente –ya sólo necesario mayoría simple– se celebraría el 5 de ese mismo. De esa forma, empezaría a correr el reloj y si no hay acuerdo para investir presidente las elecciones serían el 27 de noviembre.
Reflexión
Mariano Rajoy asume que “no llega” para la investidura con la abstención de Ciudadanos y el vota en contra del PSOE, tras la primera ronda de contactos. ¿Y entonces? Si se sigue así tras la constitución de las Cortes, “haría una reflexión con el resto de los partidos para dar una salida a esto”.
Para intentar esa investidura, Rajoy ha enviado al resto de partidos “un programa de Gobierno basado en los valores constitucionales, en los consensos europeos, moderado y abierto a los pactos”.
¿Quién podría negociar entonces? “Nadie se ha manifestado a favor de repetir las elecciones, luego veremos. Todos han manifestado su voluntad a seguir hablando conmigo, y yo hablaré con todos. Otra cosa es a qué acuerdos podamos llegar. ¿Cómo va a evolucionar? Estamos en un proceso y las Cortes no están constituidas. Quedan días y seguiremos trabajando”.
“Yo tengo interés de ir a la investidura”, ha reconocido, “tengo una responsabilidad muy importante para intentar formar gobierno. Yo quiero gobernar. Si yo tuviera la seguridad de que fuera imposible de que me eligieran, tendría que hacer una reflexión con el resto: ¿qué salida le vamos a dar a esto? Nosotros tenemos la mayor responsabilidad, pero las demás también la tienen, porque tienen escaños y el apoyo de muchos españoles. Si yo tuviera la certeza de que fuera imposible, abriría un periodo de reflexión con el resto de partidos”.
“Lo que tengo muy claro es que quiero gobernar”, ha reiterado, “mojarme, tomar decisiones y tengo muy claro que sé lo que hay que hacer. Voy a seguir dando la batalla para convencer a quien quiera defender el interés general de su país. Yo quiero gobernar, es lo que tengo más claro, pero hay voluntad firme de no repetir las elecciones y es lo que tengo más seguro. Y estoy dispuesto a mojarme y a gobernar”.