El equipo de campaña de Mariano Rajoy ha dado largas hasta este martes para no desvelar cuándo, dónde y con quién debatiría finalmente sobre sus propuestas para ganar las elecciones del próximo del 20 de diciembre. Como se esperaba, el líder del PP solo celebrará un cara a cara con Pedro Sánchez, organizado por la Academia de Televisión. Tendrá lugar el 14 de diciembre y aún no se conoce el moderador. La excusa oficial para la dilación era la dificultad de cuadrar la agenda del presidente. A Bertín Osborne, en cambio, le ha costado mucho menos tiempo. Moncloa cerró la participación del jefe del Ejecutivo en el programa del cantante en TVE hace ya un mes.
La condición para que Rajoy acudiera al programa de TVE pocos días antes de empezar la campaña fue que también participara una semana antes el líder del PSOE, según han desvelado fuentes del equipo de campaña conocedoras de la negociación. Sánchez lo hará este miércoles por la noche. Rajoy charlará con Osborne siete días después, el próximo 2 de diciembre.
Pablo Casado, responsable de la comunicación del PP, no supo contestar este lunes cómo es posible que se respondiera hace tanto tiempo a Osborne cuando aún no se sabía si Rajoy participaría en un solo cara a cara con Sánchez. “Pues sinceramente, no lo sé, eso es cosa del director de campaña”, se justificó el dirigente de Génova. Como mayor dificultad, Casado esgrimió la necesidad de cuadrar la agenda nacional e internacional del presidente, la de su campaña electoral y las numerosas peticiones de debate que ha recibido el partido, más de 30.
El PSOE dijo sí a Mediaset el 6 de noviembre
Tanto Ferraz como Génova tenían las propuestas de debate de diferentes medios de comunicación al menos desde principios de noviembre. De hecho, el PSOE difundió una nota de prensa el día 6 de este mes en la que informaba de la aceptación por parte de Pedro Sánchez de tres debates: uno a cuatro el 30 de noviembre organizado por El País, otro más entre los cuatro principales líderes en Atresmedia el 7 de diciembre y un cara a cara con Rajoy organizado por Mediaset el 14 de diciembre. Finalmente, este es el que se celebrará aunque no montado por la cadena sino por la Academia de Televisión.
Esto quiere decir que los conservadores se han tomado tres semanas para decidir la participación de Rajoy en el enfrentamiento. En el primero de ellos, el PP causa baja pese a la promesa de Génova de “no dejar una silla vacía”. En el segundo, la representante de Rajoy será la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Y el tercero es el que se acabará celebrando, aunque fuera de la televisión privada.
En busca de la popularidad
La participación de los dirigentes políticos en programas televisivos amables y de gran popularidad se ha agudizado en esta precampaña. Desde que el candidato del PSOE aceptase la invitación de El Hormiguero el 18 de septiembre de 2014, ha acudido a otros, ya sean de humor, variedades o destinados a dar a conocer su personalidad. El socialista, como luego Rajoy, Albert Rivera y Pablo Iglesias, se prestó a que Ana Rosa Quintana le acompañara durante 24 horas. También fue el primer político en aceptar en esta legislatura un reto del aventurero Jesús Calleja. En concreto, el de subirse a un aerogenerador.
Después de Sánchez, empezaron a desfilar todos. Así, la vicepresidenta se ha subido en un globo aerostático con el presentador y Rivera ha hecho de copiloto en un rally. En El Hormiguero, la número dos del Gobierno hizo viral su baile con Pablo Motos y aprovechó la popularidad, a pesar de que el PP ridiculizó al socialista Miquel Iceta por un baile mucho más espontáneo en un mítin. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, también ha participado en el programa de Motos junto a las hormigas Trancas y Barrancas.
Sin embargo, Rajoy siempre ha sido mucho más esquivo a la hora de mostrar su lado humano. Pero las numerosas críticas recibidas por sus reticencias ante la prensa y los evidentes problemas de comunicación del Gobierno cambiaron después del verano. A partir de entonces, el jefe del Ejecutivo se ha dejado ver mucho más y ha empezado a prodigarse en ruedas de prensa y entrevistas. Desde septiembre, además, Moncloa ha querido vender a un presidente cercano, por lo que los paseos y encuentros más o menos casuales con los ciudadanos están a la orden del día.
Este miércoles, el presidente volverá a ejercer de comentarista deportivo como hizo en alguna ocasión en Punto Radio cuando era el líder de la oposición. Como espectador aficionado a todo tipo de deportes, el jefe del Ejecutivo comentará los partidos de la Champion junto a Manolo Lama, Paco González y Pepe Domingo Castaño en la COPE.