Ni Pedro Sánchez ni Albert Rivera. Mariano Rajoy ha confesado que su principal rival en las próximas elecciones del 20 de diciembre es él mismo. “Yo tengo que hacer un esfuerzo para que los españoles que confiaron en nosotros hace cuatro años vuelvan a hacerlo ahora”, ha declarado como respuesta ante la elección de contrincante. En una entrevista en TVE, parte en directo y parte con preguntas grabadas de una docena de ciudadanos, el presidente del Gobierno se ha entregado a la tarea de vender optimismo. Las afirmaciones de que “España es un gran pais” o “somos una gran nación” se han sumado a la ristra de cifras de la recuperación económica de las que había presumido unas horas antes en su rueda de prensa en Moncloa. Su cierre de la entrevista ha sido “nos castigamos, somos una gran nación, seamos conscientes del país que somos”.
Como era de esperar, se ha negado a dar pistas sobre cuál sería el pacto que desea para gobernar y se ha mantenido en que “al final, lo importante es el programa” y que “se verá en su momento”. Como viene repitiendo en los últimos días, no intentará gobernar si no es el partido más votado y ha defendido que el resto de formaciones deberían comprometerse a lo mismo: “Lo más fácil es que gobierne el que los ciudadanos prefieran, el más votado, el preferido por la gente, es lo más democrático, sensato y razonable y justo”.
Su defensa del bipartidismo ha sido entusiasta. El jefe del Ejecutivo ha dicho que es “lo usual” que haya “dos grandes partidos es lo usual y luego fuerzas menores”. En su opinión, la alternancia entre el PP y el PSOE es “lo que ha funcionado en España y un sistema bueno”.
La relativización de la dureza de los recortes y su empeño en que ha logrado “mantener el grueso del Estado del bienestar” ha sido su forma de responder al reproche de Amparo Ponte, ama de casa, que le había preguntado “con tanta corrupción, ¿cómo es posible que haya habido recortes en los servicios sociales?”. Rajoy ha insistido en que tuvo que hacer un “esfuerzo en el control de gasto público” y que en estos casos “hay que priorizar”.
Pilar Sánchez, una enferma de esclerosis múltiple de 37 años, también ha oído una respuesta similar: “Dedicamos muchas ayudas a la dependencia, los recursos no son ilimitados, pero donde más gastamos es en pensiones y sanidad”.
La queja de “pocas entrevistas y plasma” ha corrido a cargo de Claudia Asensio, una técnico medioambiental. Rajoy ha admitido que es una recriminación “sobre todo de los periodistas” y se ha excusado en que los dos primeros años se dedicó a “plantar cara a lo que teníamos por delante”. Tras admitir que “puede ser” cuando la presentadora le ha insistido en que es un reproche generalizado, ha optado por presumir de la hiperactividad pública que empezó en verano. “En los últimos dos años he dado más entrevistas, desde verano es la tercera vez que estoy en televisión y ya he dado unas cuantas ruedas de prensa”, se ha defendido.
Después de asegurar que a la televisión pública la ve “muy bien” y está “muy orgulloso de ella”, ha culpado a José Luis Rodríguez Zapatero de sus problemas económicos. “Yo no hice las cosas que hicieron otros. Yo no hice ningún ERE ni le quité la publicidad”.
Como suele ser habitual, no ha demostrado mucho entusiasmo por que José María Aznar colabore en la campaña de su reelección. “Pues no sé, es militante y presidente de honor, si quiere hacerlo, lo hará”. “Pero ¿le gustaría?”, ha repreguntado Blanco. “Bueno, me parece bien, es militante del partido”, es todo lo que le ha conseguido arrancar.