Mariano Rajoy está dispuesto a “explorar” el IVA tal y como recomienda la Comisión Europea aunque defiende que eso no supone necesariamente subir el impuesto. En su reunión con el grupo parlamentario del Senado, realizada a puerta cerrada, el presidente del Gobierno ha intentado tranquilizar a los suyos y ha distinguido entre subir el impuesto y modularlo. Así, ha admitido que se avendrá a estudiar los cambios como pide Bruselas pero ha insistido en que no tiene previsto subirlo. Rajoy no ha entrado en que modificar el tipo al que están sujetos algunos productos suponer una subida de hecho.
Unas horas después, en la sesión de control, Marcelino Iglesias ha intentado por todos los medios que el presidente fuera explícito en cuanto al futuro de las pensiones. Sin éxito. Rajoy sólo ha expresado su deseo de que se llegue a un acuerdo en el Pacto de Toledo una vez se lleve la propuesta del comité de expertos y ha aprovechado para presumir de independencia ante Bruselas. “Hubo a quien le pidieron que las congelara en mayo de 2010. Y las congeló. Yo me he buscado la vida para no hacerlo”, ha dicho en alusión al Gobierno anterior.
Pero la sesión de control estuvo más protagonizada por Ana Mato y Fátima Báñez, que tuvieron que contestar a varias preguntas y enfrentarse a duros reproches. La titular de Sanidad ha oído cómo en las tres intervenciones de la oposición se le hacían referencias a los cumpleaños de sus hijos y a sus viajes de vacaciones en Disneylandia. Su respuesta, invariable, ha consistido en criticar la demagogia y asegurar que en España todos tienen asistencia sanitaria y ninguna mujer se verá obligada a abortar en la clandestinidad.
Báñez, interpelada por la fuga de talentos, ha acusado a los socialistas de “antiguos” por criticar ese aspecto del paro juvenil y ha asegurado que la movilidad está “en el corazón de Europa”. Para apoyar su concepto de la modernidad, la titular de empleo ha dicho que los alemanes “también vienen a trabajar a España”.